Caracteristicas de la Raza Basset Hound
LA MÁXIMA GUÍA SOBRE EL BASSET
HISTORIA CANINA
Vamos a hablar sobre los bassets. Pero antes de eso, hablemos un poco sobre los perros en general. El antepasado del perro es el lobo, y ha sido domesticado por el hombre desde hace unos 10 000 años. Hay una teoría que indica que este proceso debió iniciarse cuando un clan humano recogió a un cachorro huérfano (ya que habría sido muy difícil si se hubiera intentado primero con un adulto). Posiblemente la primera intención sería para engordarlo y posteriormente comerlo (contrario a lo que suele pensarse de que sería utilizado para cazar), pero el cachorro, ahora adaptado a su familia humana se convirtió en un miembro más que fue cuidado, protegido y, por supuesto, querido por las mujeres y los niños con los que convivía la mayor parte del tiempo, puesto que los hombres estaban fuera buscando el sustento. Así que conforme transcurrió el tiempo y el animal dio muestras de proteger y cazar para su manada humana, ese primer cachorro probó también ser útil, fiel y compañero inseparable. Y el resto, es historia.
LA NEOTENIA Y LOS BASSETS
El hombre primitivo necesitaba un animal que fuera compañero y que le fuera útil para cazar y que a la vez conservara las características de un cachorro para así domesticarlo. Para ello desde entonces se valió de la Neotenia, que es la rama de la Etología (disciplina que se aplica al estudio del comportamiento animal) que trata del mantenimiento de un animal adulto con las características de un cachorro. Esto significa que el hombre, en parte por necesidad y en parte por capricho, a través de los años ha manipulado los genes caninos de tal forma que se han derivado muchísimas razas con diferentes características. Por ello hay perros de caza y perros de compañía. Perros de pelo corto o largo, de orejas erguidas o caídas, así como muchas otras particularidades más.
A los perros que se encuentran en los primeros niveles de la escala neoténica son aquellos también llamados “molosoides” ya que han conservado más marcadas las características de un cachorro (tanto en aspecto como en carácter): cabeza grande, orejas colgantes, ojos enternecedores, como los Basset Hound. En cambio, aquellos perros que se encuentran en niveles superiores conservan características más “lupinas”: orejas erguidas, cráneo más pequeño y hocico afilado (como los Dóberman, por ejemplo). A partir de esta descripción sabremos mucho sobre los Bassets.
ANTECEDENTES DE LA RAZA
• Tamaño y apariencia
• Personalidad y otras características
… Con orejas que limpian el rocío de la mañana,
rodillas torcidas y papadas como toros de Tesalia.
Lentos en la caza pero con bocas como campanas.
William Shakespeare
Hay varias historias relacionadas a su origen, mientras que hay quienes opinan que el Basset Hound desciende directamente del antiguo sabueso de San Huberto (Blood Hound) de Francia y que fue una raza obtenida por los frailes de la abadía ahí situada, hay quienes afirman que en realidad desciende del Basset Artesién de Normandía y que posteriormente fue cruzado con el Blood Hound a mediados del siglo XIX. Lo que sí es definitivo es que fue una raza que nació, como ya se dijo, como producto de la necesidad humana: se sabe que los frailes necesitaban un perro de baja estatura (de hecho la palabra “basset” viene del vocablo francés bas, que significa “bajo”) para que cazara tejones. Poco después el basset llegó a Inglaterra y llegó a ser tan popular que de ahí fue conocido en el mundo entero. Fue en 1885 que el Basset Hound fue aceptado oficialmente en el American Kennel Club. No obstante su origen francés el basset hound es considerado como un sabueso inglés: en 1987 la cinofilia lo reconoció en Inglaterra y fue adoptado como único el estándar inglés.
Tamaño y apariencia: El Basset está considerado dentro de las razas medianas (aunque por su cuerpo alargado y robustez, más bien pareciera un perro grande de patas cortas), de orejas pendulosas, cuya cabeza es grande y bien proporcionada, de hocico grande, pesado, de labios colgantes, así como su piel, la cual presenta algunas arrugas en las patas, frente y papada. Su pelaje es corto y puede ser tricolor (negro, castaño y blanco) o bicolor (limón y blanco). Las extremidades son cortas y torcidas (las frontales) y las patas tienen dedos grandes y amplios con mullidas almohadillas y uñas gruesas y prominentes. El basset adulto tiene una talla de 33 a 38cm (al hombro) y pesa entre 25 y 30kg. Por supuesto, este estándar puede variar de acuerdo al tamaño, sexo y complexión del perro. Como el basset tiende a engordar con facilidad, será mejor que el mismo veterinario establezca el peso correcto de nuestro perro.
Personalidad y otras características: Los Bassets son sumamente amigables y es una de las razas más buenas y cariñosas. Sin embargo son bastante famosos por su necedad y por ser voluntariosos. Aún así, es un perro que muy difícilmente será agresivo. La única forma de enfadarlos sería, en dado caso, regañándolos dura y consistentemente o reprimiendo su personalidad. Son una raza tranquila, pero no debe engañarnos su aparente pasividad, porque tienen mucha energía (sobre todo si se les saca a pasear: pueden ser muy veloces y fuertes). Adoran a los niños y les encanta jugar con ellos.
Poseen un ladrido penetrante y son magníficos rastreadores y cazadores de presas pequeñas. Sin embargo, dada su obstinación innata, es algo difícil (mas no imposible) entrenarlos en obediencia. Esta es una raza que necesita mucha atención, espacio y ejercicio, ya que aunque es siempre preferible que viva dentro de casa, la falta de estos elementos trae como consecuencia problemas de conducta. Jamás se les debe dejar vagar fuera de casa por su cuenta: siguen a su olfato y se extraviarán fácilmente sin saber cómo regresar a casa.
LA UTILIDAD DE ESTA GUÍA
Esta, querido lector, se trata de una guía útil para todo aquel que tenga un basset o que esté interesado en tener uno. Antes que nada, se encontrará respuestas a preguntas básicas como:
• ¿Qué puedo encontrar aquí que no haya leído ya?
• ¿Por qué quiero tener un basset hound?
¿Qué puedo encontrar aquí que no haya leído ya? Antes que nada, es mi intención indicarle, amable lector, que el siguiente artículo está basado no sólo en literatura relacionada a esta raza, sino que también es producto de una encuesta realizada a mediados del año 2005 a poco más de treinta dueños de bassets que radican en diferentes países del continente americano. Más que un sesudo y detallado informe sobre estándares raciales, pruebas de rastreo y competencias, aquí encontrará información cotidiana e importante sobre todas aquellas realidades que no suelen mencionarse en libros sobre esta raza, ya que se trata del testimonio directo de personas que han vivido y compartido con bassets de todas las edades, desde cachorros de días de nacidos hasta aquellos cuyos bassets han fallecido de vejez (hasta 15 años de edad). Algunos de ellos nos cuentan su primera experiencia como dueños de bassets y otros tantos han tenido bassets casi toda su vida. Todos ellos afablemente han colaborado en la elaboración de este escrito y con mucho entusiasmo han aceptado compartir todas las alegrías, travesuras, enfermedades, y experiencias que han tenido con quienes ellos cariñosamente llaman, sus “orejones”. A ellos nos iremos refiriendo a lo largo de este escrito mencionando los nombres de tan increíbles protagonistas: los bassets.
¿Por qué quiero tener un Basset Hound? Primero que nada, si usted está interesado en tener un perro de esta raza debe formularse esta sencilla pregunta. Si usted responde: “porque tienen un aspecto que enternece a cualquiera”, “porque siempre quise tener un batata o un Hush Puppies”, “porque siempre veo que pasean a uno que vive cerca de aquí y se ve lindísimo”, “porque deben ser muy tranquilos”, etc., su idea no es mala, pero quizá esté un poquito errada y deberá ver más allá de su aspecto tierno y sus largas orejas. Siga leyendo por favor e infórmese más sobre esta raza. Le aseguro que una vez que termine de leer este artículo su idea será más clara y acertada y seguramente le evitará futuros dolores de cabeza, que quizá terminen por perjudicar al basset adquirido.
LO QUE UN BASSET ES: “UN PERRO AL QUE SÓLO LE FALTA HABLAR”.
Como se mencionó en los antecedentes, los bassets surgieron de la necesidad de tener un sabueso bajito que persiguiera tejones, conejos o zorros en el campo. Sin embargo, la vida del basset ha cambiado un tanto en nuestros días. Aunque una parte de los dueños de la encuesta viven cerca del campo o bosque o tienen jardines o incluso hay quienes llevan a entrenar a sus perros a pruebas de rastreo, lo cierto es que el basset se ha vuelto un tanto urbano… Lo cual no necesariamente signifique que haya perdido las características de la raza. A continuación, algunos ejemplos.
• Nariz + Entorno = Basset
• Un payaso simpático
• Un perro bajito con una voz grande
• ¿Un perro de caza o de casa?
Nariz + Entorno = Basset. Esta raza fue creada y criada para rastreo. Son sabuesos y siempre lo serán. Más que orejas o cuerpo largo, el basset es pura nariz. Cuando no estén durmiendo o jugando, seguirán a La Nariz, pues ella los conduce a un mundo infinito de información al que los humanos nunca tendremos acceso. El basset es curioso e indagador, todo quiere saber, todo quiere explorar, ya sean los zapatos de su dueño, lo que hay debajo (¡o encima!) de la mesa, lo que hay en el cesto de basura, lo que hay más allá de la puerta… Cuando de explorar se trata, el mundo no es suficiente para un basset.
Un payaso simpático: Esta raza se caracteriza, ante todo, por su buen humor. Pocas veces encontrarán a un perro que les haga reír tanto con sus ocurrencias como un basset. Alguna vez vi un documental del Animal Planet donde hablaba de la raza Weimaraner y de un fotógrafo que los utilizaba como modelos porque decía que sus ojos eran muy expresivos, casi humanos… Lo cual es cierto, pero quizá ese fotógrafo no conocía a los bassets: sus ojos castaños y profundos tienen una mirada tan especial, casi humana, que de acuerdo a su estado de ánimo puede reflejar emociones diversas: alegría, atención, aburrimiento, tranquilidad, fastidio, travesura… contrariamente a quienes piensan que siempre luce triste. Como dijeron todos los encuestados, con un basset no te aburrirás nunca, porque es todo un estuche de sorpresas, y como alguien atinadamente dijo, “es un perro al que sólo le falta hablar”.
Un perro bajito con una voz grande: El basset es un perro que engaña por su aspecto: hay quienes erróneamente piensan que es un perro “pequeño”. Es más bien un perro grande de patas cortitas y que sorprende cuando ladra: la voz del basset es profunda, grave y penetrante. Bella, quien vive en Venezuela, tiene voz de bajo, según nos cuenta su dueña.
¿Un perro de caza o de casa? Aunque es un sabueso de rastreo a campo abierto (sigue a presas pequeñas, no necesariamente las caza), es un animal sumamente adaptable. Si se pudiera definir en términos físicos, se diría que es un perro de consistencia líquida. No, no le estoy tomando el pelo: se trata de un perro que se adapta al medio que lo contiene (no, tampoco me refiero a que deba vivir confinado en una jaula). El basset puede vivir en la ciudad o en el campo, en una casa o departamento, puede dormir en la camita diminuta que le haya “usurpado” a un perro más pequeño que él o puede extenderse lo más posible y abarcar incluso la cama de su amo. Es un perro muy adaptable, es tan afable y moldeable, por así decirlo, que puede acoplarse bastante bien a las rutinas y manías de su dueño. Será flojo si nosotros lo somos (o se lo permitimos) y será incansable si salimos con él en largas caminatas. Puede gustar tanto del sofá como de un patio soleado, puede correr sobre el pasto o el asfalto con el mismo interés. Por ello se puede decir que hay un basset para cada situación.
CUIDADOS QUE REQUIERE UN BASSET
En este apartado se mencionarán los cuidados básicos (y a veces específicos) que necesita un basset no sólo para tener un buen aspecto, sino que también sirven como medida preventiva para conservarlos sanos. Se tratará entonces sobre cómo cuidar de:
• Ojos
• Pelo
• Uñas
• Orejas
• Oído interno
• Dentadura
• Baño
• Ejercicio.
El tipo de correa y collar.
• Alimentación.
Los rompe dietas.
• El agua para beber
Ojos: Esta es una raza que se caracteriza por tener los párpados caídos (lo que se le conoce como ectropión, ver sección de Salud y enfermedades), sobre todo los inferiores, y esto significa que está más expuesto a infecciones o cuerpos extraños en los mismos. Generan muchas lagañas, lo que significa que por lo menos una vez al día debemos limpiar sus ojos con un trozo de papel higiénico (en las mañanas, principalmente), retirando la espesa lagaña formada y cuidando de no dañar la parte interna del ojo, así como secar gentilmente los lagrimeos que se produzcan. De no hacerlo nuestro basset se limpiará con las patas (irritándose o incluso infectándose) o no dudará en restregarse contra los muebles… o contra las piernas de su dueño. Los cachorros no suelen presentar muchas lagañas, pero sí con la edad.
Pelo: Suele creerse (erróneamente) que un perro de pelo liso como el basset, no tira casi pelo. Pues he aquí una noticia que infartará a aquellos que detestan los pelos sueltos: el basset muda el pelo con frecuencia, y en unas épocas más que otras. Si no se le cepilla este pelo muerto, no será raro encontrar bolas y bolas de pelo en el piso y en todos lados. En la temporada de muda, un dueño de basset tendrá que barrer casi a diario y para facilitar la vida de ambos, conviene cepillar a su mascota al menos dos veces por semana con un cepillo de cerdas cortas.
Para aquellos bassets que detesten el cepillo, puede utilizarse una especie de guante especial con puntas de goma abiertas que atrapan el pelo suelto y así acicalarlo y remover el pelo muerto. Ambos pueden adquirirse en veterinarias y tiendas especializadas para mascotas. Al cepillar a nuestro basset no sólo reafirmamos nuestro vínculo con él, sino que también es una oportunidad para explorar su cuerpo al palpar su piel y así detectar oportunamente si hay manchas rojizas, bultos o descamaciones (ver sección de Salud y enfermedades). Tomemos en cuenta también que una adecuada dieta que contenga ácidos grasos esenciales le ayudará a tener una piel sana y un pelo hermoso, brillante y que no se caiga tanto: hay que leer las etiquetas del alimento comercial o pedir el consejo de nuestro veterinario.
Uñas: Es bien sabido que las uñas de un perro no deben oírse al caminar, aunque se haría una ligera excepción con los bassets. Dado su aspecto “infantilizado” (ver el apartado de Neotenia), las uñas sobresalen más que en otras razas, son grandes y gruesas, lo cual no significa que se deban dejar crecer en demasía y que le produzca dificultades al caminar, como pisar mal (daños a la columna) o incluso que se le entierren en las almohadillas de las patas. Las uñas deben cortarse una vez al mes o cada dos meses (a excepción de aquellos perros que realicen largas caminatas diarias con sus dueños y que las gasten de forma natural). Para esto, se sujetará la pata de nuestro basset y se mirará a contraluz la uña para visualizar la raíz; el corte debe realizarse sin tocar dicha raíz, la cual es sumamente sensible.
En caso de sangrado (si éste se produce, no se asuste: es una zona donde hay varios capilares y el goteo puede impresionarle), se debe cubrir la base de la uña con algodón y presionar hasta detener la hemorragia: en las veterinarias venden ungüentos especiales para aplicar en la punta de la uña y detener este tipo de sangrados. Es importante indicar que debe utilizarse un cortaúñas en forma de tijera (ver imagen) y nunca de guillotina, ya que ésta última puede solamente astillar la uña y lastimarle. En cambio el otro modelo realiza un corte más limpio y seguro.
Este tipo de cortaúñas se adquiere en veterinarias y lugares donde vendan accesorios para mascotas. Una advertencia: debido a que las uñas del basset son bastante gruesas, a muchos no les gusta que se las corten (producto de malas experiencias pasadas) y pueden incluso morder a su dueño. En ese caso, no pelee ni someta a la fuerza a su basset: lo mejor será llevarlo al veterinario para que este le corte las uñas (e incluso aprovechar de paso que lo bañe). No se asuste si el veterinario llega a sugerir sedar a su basset: hay algunos como Frodo que son extremadamente nerviosos y que no permiten que les muestren siquiera el cortaúñas.
Orejas: El basset tiene las orejas largas y pendulosas, casi siempre cerca del suelo, por lo que no es raro que al contacto con la saliva, el polvo y la orina, se les lleguen a formar verdaderas costras alrededor. Lo que se recomienda es limpiar los bordes externos con un trapo húmedo diario o cada dos días, según la suciedad acumulada, y a continuación secarlas con un trapo limpio y seco.
Oído interno: El oído del basset es enorme y aún cuando está protegido por las orejas, no es raro que uno se encuentre verdaderas cavernas en su interior, sobre todo en los bassets que salen más de casa o que son mayores. Lo que se recomienda es limpiarlos con una gasa o una torunda de algodón enrollada en dos dedos y una solución ótica de acción secante recomendada por el veterinario (las que contienen ácido salicílico, ácido bórico y emolientes en su fórmula son muy recomendables), como se observa en la imagen.
Hay quienes utilizan toallitas para bebé, pero sin aroma o aditamentos (consultar esta opción con el veterinario) y secan perfectamente inmediatamente después para evitar infecciones del oído producto por la humedad acumulada o mala limpieza (otitis, ver sección de Salud y enfermedades). Observación: nunca deben utilizarse hisopos de algodón, pues se puede dañar el conducto auditivo. Algo más: en bassets que han padecido de otitis como Felipe, se rehusarán a la limpieza de oídos pudiendo incluso soltar algún mordisco. En estos casos se recomienda colocarle un bozal (con mucho cuidado, para no lastimarle) o acudir con el veterinario.
Dentadura: Los bassets tienen una dentadura grande, heredada de sus parientes cercanos, los Blood Hound. Se recomienda revisarla periódicamente para ver si no hay restos de comida atorada, algún absceso en la parte interna de la boca o encías, enrojecimiento de las mismas, alguna pieza fracturada o presencia de sarro (ver sección de Salud y enfermedades). Si este último ya está presente, se recomienda llevar a nuestro basset al veterinario para una limpieza especial. Para su prevención, se recomienda que sea alimentado de preferencia con alimento comercial seco (croquetas), se eviten las golosinas (las que son para humanos, sobre todo), y se cepillen sus dientes por lo menos una vez por semana o mejor de tres a cuatro veces a la semana con un cepillo y pasta especial que nos recomendará el veterinario.
No se recomienda usar pastas dentales para humanos, ya que pueden resultar tóxicas para nuestro perro o incluso el flúor de las mismas puede dañarle los dientes. Hay perros que detestan que se les cepillen los dientes. En ese caso se puede optar por darles huesos de carnaza o de fémur de res cocido (sin abusar) o como a Lola, quien juega con un juguete comercial que es una especie de trenza formada por hilos: al tironear de ella le sirve de hilo dental para sus dientes (precaución a tomar: debe verificarse que los hilos no sean fácilmente rompibles y que la trenza mantenga su forma; esto para evitar que accidentalmente traguen un hilo que pueda poner en peligro su vida). También puede dárseles bocadillos comerciales especiales para ayudarles a mantener sus dientes limpios.
Baño. Se recomienda bañarlos, en promedio, una vez al mes pero hay que tener en cuenta los siguientes factores: si se vive en departamento o en casa con jardín conviene bañarlos incluso cada quince días. Si se vive en un lugar donde hay mucho espacio, aire libre y mucho sol (o en sitios secos), como las bassets Lolita, Ana y Petrona, quienes viven en City Bell, Argentina, necesitarán baños cada dos meses: sus dueños comentan que el sol es estupendo contra el olor y la mugre acumulada, fijan vitamina A y durante cada baño espaciado, solamente necesitan cepillado.
Para el baño se recomienda usar un champú neutro (aunque originalmente es una raza campirana la piel del basset es muy delicada) e incluso existen en tiendas para mascotas jabones que contienen emolientes e incluso avena (suavizante de la piel), así como también hay los que contienen antifungicidas, ya que en ocasiones hay hongos en la piel (las zonas rojizas que aparecen alrededor de la boca, patas y recovecos; muchas veces son inofensivos, pero en ocasiones pueden causar daños a la piel), así como exprimir los sacos anales una vez al mes. Para evitar otitis en el gran oído del basset, se recomienda colocar un poco de algodón dentro del mismo para evitar que entre agua. No se recomienda usar detergentes o jabones que contengan derivados de petróleo o champú para personas (el pH puede ser muy ácido) y mucho menos utilizar productos químicos como cloro o limpiadores para pisos o similares. Ver el apartado de “Tiñas”, en la sección de Salud y enfermedades que está más adelante.
Ejercicio: Casi todos los dueños de bassets apuntaron que no importa si se vive en un departamento, una casa, en el campo o en la ciudad, el ejercicio del basset es básico. El basset adora explorar su exterior. Aunque algunos bassets como Petunia, Lola, Kabuby, Bella, Diddy o Simón prefieren dormir mucho, esto no significa que no les guste salir. Hay bassets que salen como estampida de sus casas y hay otros que prefieren caminar a su paso e ir explorando y olfateando las novedades del camino. Lo que sí es que todos necesitan ejercitarse y nadie desdeña una salida.
Por otra parte, el ejercicio es la clave para tener a nuestro orejón en buena forma, ya que sin él tienden a engordar mucho, lo cual les puede ocasionar graves trastornos en la salud (corazón, hígado, columna), además de que un perro encerrado por mucho tiempo siempre le afecta anímica y conductualmente. No olvidemos tampoco levantar las heces de nuestro perro en cada paseo. Por último, siempre que salgamos con nuestro basset debe ser usando correa, arnés y collar con su placa de identificación. Nuevamente: esta raza sigue a su nariz, y estando afuera los estímulos olfativos serán tales que NO obedecerá órdenes ni pondrá atención si pasa un auto. Hubo más de un testimonio en el que el basset fue arrollado por salir sin estos aditamentos.
El tipo de correa y collar: Algo que no debe pasarse por alto es el tipo de correa y collar que se utilizarán para nuestro basset. En el mercado existen numerosos tipos de ambos y los materiales de que están hechos suelen ser: cuero, metal y nylon. Sin importar el tipo de material de la correa, esta debe ser resistente, pues son perros robustos y fuertes; debe además ser cómoda para las manos de la persona que lo lleve (debido a lo cual las correas metálicas pueden lastimar si el basset es de los que jalonean al andar). Las de nylon son muy buenas, sobre todo las que tienen una trama entretejida y redondeada, pues es más fácil de enredar en la mano si se necesita acortarla y tienen la ventaja de ser livianas y lavables.
En cuanto al collar, se recomienda de nylon (a excepción de que le cause alguna alergia al basset) o de cuero, pero no debe ser demasiado ancho o grueso porque como el basset tiene papada, puede resultarle bastante incómodo. Detalle importante: este collar debe utilizarse para que el basset lo traiga puesto todo el tiempo (incluso dentro de casa) y para portar su placa de identificación.
No aconsejo mucho que se utilice para engarzarlo con la correa: aunque hay excepciones, muchos bassets jalonean al salir a pasear y salen disparados como bólidos, por lo que podrían resultar lastimados de su cuello. Para pasear con un basset lo mejor es usar un arnés (los hay de cuero y de nylon) que “abrace” la mitad de su cuerpo: será mucho más fácil controlarlo (aunque se crea todo lo contrario) que sólo con la correa. Importante: respecto a los collares “de castigo”, no se aconsejan, a menos que se acuda con un entrenador canino especializado que nos enseñe a utilizarlo en nuestro perro; si no es así, se corre el riesgo de realmente ahorcar al basset o de lastimarle el cuello seriamente.
Alimentación: Como ya se ha mencionado, el peso adecuado de nuestro basset lo determinará el veterinario de acuerdo a su sexo, edad, complexión y talla , existiendo por lo general un límite de hasta 30kg en machos y hasta 25kg en hembras. La alimentación es preferible que sea a base de alimento balanceado seco (croquetas comerciales), ya que contiene todos los requerimientos nutricionales que difícilmente le aportará una comida más “casera”. A excepción de que el veterinario así lo indique, se adicionará alimento húmedo (de lata) a su ración diaria.
La cantidad será entre 200 y 300 gramos diarios (dos a tres tazas), pero estas cantidades variarán de acuerdo a las necesidades de nuestro basset (no come lo mismo un adulto que un cachorro o un basset mayor) y también de acuerdo al contenido nutricional de cada marca: hay que leer las etiquetas y verificar las cantidades de grasa y proteína, el tipo de vitaminas que contienen, si incluyen fibra o verduras deshidratadas, etc. Como indicación especial se indica que las croquetas que contienen soya pueden producir gases.
Existen en el mercado numerosas marcas de alimento y está probado que es la opción más económica comparada a prepararle comida casera. Hay varias categorías dentro de cada marca de alimento: hay para cachorros, para alta actividad, para perros obesos, e incluso algunas marcas manejan líneas especiales para problemas específicos del riñón, hígado, corazón, incluso obesidad, senectud, etc. Dentro de las más conocidas están: Pedigree, Purina (maneja varias presentaciones cuyos precios varían de una a otra), Eukanuba, Royal Canin, Science Diet, Hill, etc., así como existen compañías independientes que sacan su propia marca de alimento para perros (como es el caso de la compañía mexicana de alimentos para ganado La Hacienda); incluso en grandes centros comerciales podemos ver que manejan sus marcas propias a precios bastante accesibles. Pidamos a nuestro veterinario nos indique cuál es la mejor marca, de acuerdo a su calidad y por supuesto, acorde a nuestro bolsillo, o comentemos con otros dueños de mascotas sobre las características de una marca y de otra. Incluso podemos ver en las heces y aspecto de nuestro basset qué tal le ha resultado el alimento: heces más compactas y firmes, si disminuye el olor de las mismas (no del todo, debe aclararse), si no producen gases y si el pelo luce más brillante y sano, así como el ánimo, salud y temperamento de nuestro orejón.
Lo más recomendable es que alimentemos a nuestro basset dos veces al día, en la mañana y en la noche. En el caso de los cachorros o de bassets que presentan un cuadro de desnutrición, el número de comidas ascenderá de tres a cinco al día, de acuerdo a lo que indique el médico veterinario.
Los rompe dietas: Hay quienes mezclan el alimento seco con otras comidas: arroz, carne molida, queso, pollo o sus vísceras. Esto hay que comentarlo con el veterinario, ya que el alimento balanceado (de ahí su nombre) ya contiene todos los nutrientes necesarios para nuestro orejón. Existe entonces la posibilidad de que al adicionarle un “extra” lo estemos engordando o estemos perjudicando su salud dental, o incluso su hígado o sus riñones (debido a exceso de grasa o sal). Hay que verificar que no sea así. Por otra parte, los bassets son glotones por naturaleza: hay que cuidar su salud y no ceder todo el tiempo a darles bocados, sobre todo si se trata de nuestra propia comida: el basset puede convertirse en un “barril sin fondo”… e incluso su cuerpo podría tomar ese aspecto.
Algo primordial: por lo ya mencionado, esta es una de las razas a las que no se les puede dejar solas un fin de semana o varios días con un plato rebosante de comida; a diferencia de otras razas el basset no se auto raciona y podría devorar todo el contenido del recipiente o contenedor especial de una sola sentada, enfermándose o padeciendo hambre los días subsecuentes. Referente a los bocadillos de premio para perros, hay que limitarlos y ofrecerlos sobre todo para educar y premiar a nuestro orejón cuando se porte bien. Aunque son difíciles para obedecer órdenes, esto no significa que nunca lo hagan y vale la pena compensarles por su esfuerzo. No se recomienda darles huesos de pollo: estos se astillan y podrían perforar el estómago o el intestino de nuestro perro. Una alternativa de bocadillos sanos y ligeros sería darles trocitos de verduras o frutas (zanahoria, manzana, lechuga, jitomate, etc.). Tampoco se recomienda darles chocolate: contiene una sustancia que puede ser tóxica para nuestro perro.
El agua para beber: Otro punto importante. Los bassets babean, sobre todo al beber agua y las babas quedan asentadas en el recipiente o mezcladas con el líquido. Hasta para ellos mismos es desagradable beber agua “caldosa” de babas, así que debemos cambiar al menos dos veces al día (si estamos en casa, casi cada vez que el basset bebe) su recipiente de agua y enjuagarlo. Eso es independientemente de si el recipiente es grande y rebosante de agua: el agua se mezclará con las babas y será un crimen obligarlo a que siga bebiendo de ahí. De hecho hay bassets, como el caso de Feli, que se paran frente a su recipiente de agua y se niegan a beber de este (incluso ladran) hasta que se les cambia el agua.
SALUD Y ENFERMEDADES
Guía médica del Basset Hound: Como la gran mayoría de los perros de raza, los bassets son propensos a ciertas enfermedades, lo cual no significa que necesariamente las padecerán, ni tampoco tiene que ser motivo de angustia continua para nosotros, sus humanos. Como veremos, algunos de los padecimientos más comunes tienen que ver son las características más sobresalientes de la raza: párpados caídos, orejas largas y cuerpo alargado. A continuación se muestra un listado de muchas de ellas, haciendo hincapié en que es difícil mencionarlas todas: existen enfermedades que son más comunes en unos países que en otros, así como hay enfermedades que son raras en estos perros, y aún así, nuestro basset podría padecer alguna de ellas.
Se recomienda siempre la visita pronta y oportuna al veterinario ante cualquier síntoma extraño: cojera, falta de apetito, debilidad, desorientación, tos o estornudos frecuentes, heridas, vómitos, bultos en el cuerpo, enrojecimiento de la piel, inflamación del vientre, dolor evidente (quejidos al realizar alguna actividad o al levantar una extremidad o al levantarlo nosotros), así como cualquier otro cambio de conducta drástico y repentino de nuestra mascota.
Esta guía médica sirve tanto para quienes piensan tener un basset como para aquellos que ya lo tienen y puede servir para prevenir y estar alertas y preparados ante la presencia de alguna enfermedad. Por supuesto, esta guía de ninguna manera sustituye el diagnóstico de un especialista. Insisto, nadie más que un veterinario calificado debe revisar y medicar a nuestra mascota. En caso de que este médico no nos convenza, es válido buscar una segunda o incluso una tercera opinión. En esta sección se verán:
Vacunación
• Moquillo
• Hepatitis viral
• Leptospirosis
• Parvovirus
• Rabia
Esterilización
• Mitos y pretextos
• Consecuencias (de no esterilizar)
• Ventajas de la esterilización
Enfermedades de la piel
• Alergias
• Parásitos externos
• Tiña (afecciones de piel)
• Sarna sarcóptica
• Pioderma
Enfermedades de huesos, columna y extremidades
• Enfermedad de los discos intervertebrales
• Osteodistrofia hipertrófica (HOD)
• Osteocondrosis (OC)
• Acondroplasia
Cáncer
• Linfosarcoma (linfoma)
• Cáncer de piel
• Mastocitomas
Sangrados
• Magulladuras (moretones) anormales
Enfermedades de los ojos
• Ectropión
• Glaucoma
El sistema digestivo
• Parásitos internos (desparasitación)
• Dilatación o torsión gástrica
• Gastritis
Los oídos
• Otitis externa
Problemas dentales.
• Gingivitis y periodontitis
Vejez
• Atrofia de los sentidos
• Demencia canina
• Otros problemas sistémicos (problemas en pulmones, corazón, articulaciones, músculos, sistema digestivo, aparato urinario, sistema endocrino)
• Diabetes
• Enfermedades del sistema reproductivo
• Cáncer
Otras afecciones
• Estornudos
• Estornudo inverso
• Picaduras de insectos
• Obesidad
Vacunación.
La vacunación es una medida preventiva sumamente efectiva para evitar que nuestro basset enferme de enfermedades como el moquillo, hepatitis viral, leptospirosis, parvovirus y rabia, así como infecciones del sistema respiratorio superior.
Los cachorros reciben inmunización al ser amamantados por sus madres, pero tal protección puede desaparecer entre las seis y 20 semanas de vida. La vacunación contra la rabia la deben recibir entre las 16 y 26 semanas de vida, mientras que a partir de las cuatro semanas de edad podrán recibir sus otras vacunas, de acuerdo a la recomendación del veterinario. En perros adultos la vacunación se recomendará anual, pero dependiendo de la región en que se viva (donde haya alta susceptibilidad de contraer alguna de las enfermedades ya citadas), es posible que recomiende vacunar cada seis meses. Existen también vacunas contra la bordetella (la causante de la llamada “tos de las perreras”), pero sólo se aconseja aplicarla si el riesgo de enfermar es alto.
Es importante señalar que las vacunas no curan ninguna enfermedad, sino que previenen la adquisición de la misma. Es importante vacunar a nuestras mascotas no sólo por su salud, sino también por la nuestra, ya que algunas de las enfermedades mencionadas son transmisibles a humanos. Por último, aunque nuestro orejón no salga de casa, debemos vacunarlo porque nosotros sí salimos y podemos traer la enfermedad a nuestros hogares.
Moquillo.- Es una enfermedad contagiosa (por contacto directo o indirecto), causada por el paramixovirus. El periodo de incubación es de 3 a 7 días y se presentan síntomas como fiebre, secreción ocular y nasal, tos, diarrea y vómito, dependiendo si el virus afecta las vías respiratorias o el sistema digestivo. Esta enfermedad puede causar la muerte después de serias convulsiones. En el caso de los cachorros se recomienda inmunización cada dos semanas. Se indica también que la protección (que da la vacunación) no es anual, sino que es de sólo once meses.
Hepatitis.- Esta enfermedad es causada por un adenovirus y que se transmite por contacto a través de piel y mucosas. El periodo de incubación es de 3 a 10 días y aunque tanto adultos como cachorros están predispuestos a contraerla, estos últimos son más vulnerables. Los síntomas pueden ser conjuntivitis, opacidad de la córnea (semanas después de contraer la enfermedad), manchas en el abdomen y dolor evidente del mismo (inflamación del hígado).
Leptospirosis.- Esta enfermedad es causada por la Leptospira canicola y la icterohaemorrhagiae y puede ser contraída por vía mucosa o heridas en la piel y transmitirse por contagio directo de un animal enfermo, por ingestión o inhalación de material contaminado (por ejemplo, si el dueño pisó la orina de un animal enfermo), y también por contacto con agua, tierra y otros productos que también estén contaminados. Los síntomas son: depresión, debilidad, vómito, diarrea con ictericia (posible insuficiencia renal). Esta enfermedad puede ser mortal y los animales enfermos mueren a los pocos días a partir de presentar estos síntomas.
Parvovirus (gastroenteritis vírica hemorrágica).- Esta enfermedad es causada por un virus muy contagioso (especialmente en cachorros) y que es sumamente resistente a agentes químicos y climáticos. Los síntomas son vómitos, diarreas, deshidratación e hipotermia y puede causar la muerte, sobre todo en cachorros. Las crías de una hembra que ha sido vacunada tienen anticuerpos contra esta enfermedad, como ya se indicó, pero esta protección sólo les dura varias semanas.
Rabia.- Esta enfermedad es causada por un rabdovirus y se transmite a través de heridas (mordeduras) provocadas por un animal enfermo y puede afectar a todos los mamíferos de sangre caliente (incluyendo al humano). Los síntomas pueden variar dependiendo del periodo de incubación y de la cantidad de virus depositada, pero son: cambios drásticos de la conducta, parálisis progresiva y convulsiones, produciéndose la muerte a los pocos días.
Esterilización.
La esterilización consiste en la remoción de los aparatos reproductores de los machos (se quitan los testículos: castración) y de las hembras (se quita el útero y los ovarios: ovohisterectomía, OVH). Es un proceso quirúrgico bastante común del cual las mascotas se recuperan con relativa facilidad (dos días como máximo).
Pretextos. Existen muchos pretextos para no esterilizar a nuestro basset, y entre los más comunes están los siguientes:
Quiero un hijito de mi orejón. Antes que nada, pregúntese: ¿y qué va a hacer con el resto? Es muy difícil conseguir buenas casas para todos los cachorritos, así que sea sincero y admita que no va a tener el suficiente tiempo como para entrevistar a cada posible dueño, tomar sus datos, visitar su hogar y, en caso que le convenza, realizar visitar periódicas y de por vida para ver si el cachorro quedó en buenas manos (y en caso de que no sea así, ingeniárselas para quitarle a esa gente al perrito). Sea consciente y piense que a veces ni la propia familia ni los amigos cercanos son muy responsables que digamos (por aquello de “mi sobrinito muere por tener un cachorrito”… Aunque ya haya tenido otras mascotitas que sus papás regalaron y que por descuido se escaparon, o que les envenenaron los vecinos, o que el niño maltrataba, etc.).
Tengo un hermoso ejemplar y sería una lástima no cruzarlo. Piense en que le causará más lástima saber que el hecho de que Ud. venda a los cachorros a personas pudientes tampoco es una garantía de que estas lo tratarán bien: muchas veces son personas que han perdido las dimensiones del mundo en que viven y con la facilidad con que adquieren algo, así se deshacen de esto después… incluyendo a ese precioso ejemplar de basset hound que usted les vendió. Por otra parte, debe saber que hay criaderos que aunque están registrados, tienen sobrepoblación de bassets (o tienen ejemplares que no cumplen con los estándares de la raza y no son aptos para perpetuarla) y que muchas veces no saben qué hacer con ellos… y estamos hablando de perros registrados. Piense usted entonces en esto: si ellos pueden tener dificultades para colocar sus propios ejemplares, ¿para qué caer en lo mismo? O peor aún, caer en la bajeza de convertirse en un criador de traspatio (ver la sección correspondiente) y lucrar con su pobre orejón. La cría debe dejarse entonces a criadores profesionales establecidos y responsables.
Esterilizar es lo mismo que mutilar. Este es un comentario bien tajante y extremista. Por favor, ¡no se proyecte en su amigo animal!, a quien van a esterilizar es a este, no a usted. Hay quien llega a pensar que se atenta contra “los derechos naturales del animal para reproducirse”, lo cual es un lamentable error: es cierto que todo ser vivo busca reproducirse para perpetuar su especie, pero en el caso de los bassets, no necesitan hacerlo porque no viven en un entorno silvestre en el que deban pelear por el territorio, la comida y las parejas. Ellos vienen siendo a la inversa, son una especie de cachorros que dependen enteramente de uno y somos nosotros quienes cumplimos sus necesidades de juego, alimento y salud, por tanto, no necesitan de más. El esterilizar, como veremos adelante, conlleva múltiples beneficios de salud, y en cualquier lado usted leerá que el carácter de su amigo orejón no queda afectado en lo absoluto, ni extrañará de forma alguna el tener actividad sexual; hay múltiples estudios que demuestran que los perros se aparean sólo por instinto, nunca por placer y que este tipo de placer es privativo de los humanos y una o dos especies más (el perro no está incluido). Por último, si en el caso de tener un basset macho lo que a uno le preocupa es la cuestión estética (que conste que sería un problema del dueño, no del perro), existen implantes que pueden colocarse en lugar de los testículos.
Me da miedo que lo (a) operen. Es cierto que toda cirugía entraña un riesgo, este se refiere principalmente a la anestesia. Actualmente las cirugías son sumamente seguras, además de que puedo asegurarle que antes de los dos días va ser usted quien tendrá que contener a su orejón para que no ande corriendo y jugando, ya que se recuperan muy rápido. Piense también en los enormes beneficios no sólo de salud para su mascota, sino beneficios para usted: no más peleas territoriales (se reportaron en la encuesta casos de bassets machos no castrados que presentan agresividad hacia otros machos), marcar con orina, o el limpiar los rastros de sangre que deje una basset en celo, además de que hubo quien reportó que estas hembras atraen mucho a machos de todas las especies. Algo más: si su veterinario le ha dicho que si no va a cruzar a su basset ni lo opere, dude un poco de su médico, ya que o no es sincero o no está muy actualizado que digamos.
Pero, ¡va a engordar mucho! Otro mito: esto no es verdad. Suele ocurrir que después de esterilizarlos, algunos dueños se sienten algo culpables (no entiendo por qué) y “sin darse cuenta”, comienzan a premiar a sus bassets aumentándoles la ración de comida o dándoles más bocadillos de lo habitual… y esto sí les engorda (en el apartado de Alimentación se menciona que al aumentar tan sólo un 1% la ración de comida, nuestro basset puede aumentar hasta un 25% de su peso). Por otra parte, como al inicio el basset estará adolorido, quizá no querrá salir a caminar, a lo cual su dueño pueda acostumbrarse y terminará por dejar de salir con él a pasear. La falta de ejercicio también se traduce en un aumento de peso. También tomemos en cuenta que así como un cachorro no come igual que un adulto (ni en cantidad, ni en frecuencia), quizá pase el tiempo y no modifiquemos la dieta de nuestro basset y continuemos dándole alimento rico en proteínas, en mayor cantidad y/o con mayor frecuencia. Pero también puede ser que perdamos la perspectiva y nuestro basset ya esté gordito, y que sólo hasta después de operarlo reparemos en ello. Cuidado con todo esto: si un perro sigue una dieta y ejercicio adecuados, no tiene por qué engordar, esté esterilizado o no.
Consecuencias (de no esterilizar).- Ahora bien, es de todos sabido que la sobrepoblación animal es una realidad cotidiana y que no sólo involucra a los perros criollos, sino que ha alcanzado ya a los animales de raza; los bassets no son la excepción. Una forma de evitarla es evitando cruzar a nuestras mascotas. Piense que no sólo es difícil encontrar hogares buenos y decentes para los cachorritos (en caso de que quiera sucumbir a la tentación de cruzar a su orejón), sino que aún cuando decidiera quedarse con los cachorros (tome también en cuenta que las camadas de los bassets suelen ser numerosas), es difícil que usted disponga de tiempo y dinero suficiente para darles una buena calidad de vida (gastos de vacunación, desparasitación, alimentación, chequeos médicos rutinarios o imprevistos, etc.), aunado al hecho de que la hembra puede presentar complicaciones durante el parto (que requiera una cesárea, por ejemplo) o que es susceptible a desarrollar enfermedades al permitírsele procrear (como el cáncer, ver la sección de Vejez en Salud y enfermedades). Algo más: dentro de la encuesta más de una persona reportó que su basset hembra presentó el llamado “embarazo psicológico”, y que llegó a ponerse tan mal por los síntomas presentados (dolor, contracciones, mastitis agudas, etc.) que incluso necesitó que se le internara por varios días. En uno de los casos hubo que esterilizarla de urgencia.
Ventajas de la esterilización.- Están las de tener a una mascota tranquila que no está buscando aparearse, o pelearse por una hembra (algunos encuestados tienen machos dominantes) o de marcar su territorio (es decir, orinar muebles, macetas y otros objetos). Por otra parte, se evitan problemas prostáticos y de cáncer en machos, y en las hembras se previene la aparición de quistes ováricos, infecciones uterinas y cáncer mamario y/o uterino. Por último, la esterilización convierte a nuestras mascotas en animales más apegados a nosotros, más cariñosos y con un carácter de eternos cachorros. No olvidemos tampoco el problema de sobrepoblación: de acuerdo con estadísticas veraces, sólo uno de cada diez perros abandonados en un albergue encuentran hogar. Dado que no todo mundo entiende a los bassets, si usted sigue leyendo con atención todo este escrito, es fácil, por desgracia, que haya mucha gente que adquiera uno sin saber nada sobre la raza y fácilmente se deshaga de él. Cortemos con esta cadena infame y evitemos reproducir irresponsablemente a nuestros queridos orejones.
Enfermedades de la piel.
El basset es un perro muy sano, pero muchos suelen salir a pasear a la calle o al campo y pueden “pescar” algún parásito externo en sus paseos o parásitos internos al comer algo que no deban, así como sufrir contagio de algún perro enfermo. Incluso hay quienes son delicados de la piel, como se verá a continuación.
• Alergias.
• Parásitos externos.
• Tiña (afecciones de piel).
• Sarna sarcóptica.
• Pioderma.
Alergias.- En la encuesta hubo dos o tres casos de alergias en la piel de sus bassets, para lo cual existen champús especiales que debe prescribir el médico veterinario para aliviar la inflamación y la comezón: están hechos de antihistamínicos, hidrocortisonas, alquitrán, aceite de árbol de té, avena o aloe, entre otros ingredientes. Incluso hay champús en seco para aquellos que no toleren el agua y que se aplican “en seco” en forma de espuma, polvo o toallitas desechables. Se eliminan mediante el cepillado para remover la mugre. Más aún, hay champús que son especiales para dueños alérgicos: este tipo de champús reducen la pérdida de pelo de nuestra mascota y otros irritantes (preguntar sobre esta opción con el médico veterinario).
Parásitos externos.- Se refiere a aquellos que se viven en la piel de nuestra mascota y se alimentan de sangre. Puede tratarse de pulgas y garrapatas. En el caso de las pulgas, estas inyectan saliva dentro de la piel para evitar la coagulación de la sangre y esto ocasiona mucha comezón al perro, que incluso puede adquirir una alergia severa (dermatitis) a dicha saliva. En este caso se recomendará el uso de antihistamínicos por parte del veterinario.
En el caso de las garrapatas, estas aguardan pacientemente hasta sensar un cuerpo caliente para atacarlo y fijarse a él mediante su boca. Las garrapatas pueden transmitir enfermedades que pueden ser transmisibles a los humanos. Existen productos para erradicar a las pulgas y garrapatas y van desde polvos especiales, jabones y champús, collares y ampolletas que se aplican sobre la piel. Preguntemos a nuestro veterinario qué método conviene más a nuestra mascota y cómo y cada cuándo aplicarlo. Sin embargo, las garrapatas son más difíciles de erradicar y es preferible removerlas mediante pinzas o usando guantes. En el caso de que quede la cabeza de la garrapata en la piel, hay que intentar retirarla lo más posible, ya que si no se hace, puede crear una infección o un absceso.
Tiñas (afecciones de piel).- Son causadas principalmente por hongos y se desarrollan en aquellas partes queratinosas de nuestro perro: piel, pelo y uñas. En ocasiones nuestra mascota se rasca e incluso le falta pelo en ciertas zonas de la piel (de forma localizada o muy amplia). Este tipo de afecciones pueden ser secas, supurantes u onicomicosis. En el primer caso también se le conoce como seborrea y pueden observarse zonas sin pelo, hay lesiones regulares y circulares de aspecto escamoso; puede haber comezón o no, y muchas veces es consecuencia de baños demasiado frecuentes o champús con pH ácido (o para uso humano). Seguramente el veterinario necesitará tomar una muestra de la piel (raspado) y posiblemente prescribirá antibióticos o antifúngicos (dependiendo de cuál sea el causante), así como recetará baños medicados una o más veces por semana.
Sarna sarcóptica.- No es un padecimiento privativo de los bassets, sino que puede padecerlo cualquier otra especie… incluyendo el humano. Es altamente contagiosa y es causada por el Sarcoptes scabiei, el cual vive en la superficie de la piel. Causa una intensa comezón y puede haber pápulas rojizas en los bordes de las orejas, codos, rodillas, pecho y abdomen, lesiones que pueden extenderse con rapidez al resto del cuerpo. El tiempo de incubación es de unas tres semanas (después del contagio; en humanos se presentan síntomas a las dos semanas), y si no es tratada, habrá lesiones crónicas de la piel, engrosamiento y arrugas, así como ulceraciones, seguidas de infecciones bacterianas debidas a la exposición de las lesiones. Se debe acudir de inmediato con el veterinario ante síntomas de comezón intensa y áreas sin pelo; el médico revisará al microscopio las descamaciones. El tratamiento puede llevar varias semanas, por lo que los dueños no deben desesperar (si se tienen más mascotas también deben someterse a tratamiento). Se recomendarán baños medicados de inmersión (se recomienda el uso de guantes) y posiblemente medicinas (ivermectina y antibióticos), así como limpiar, aspirar y desinfectar la casa, especialmente donde duerma nuestra mascota. Esta medida también nos sirve para prevenir este tipo de afecciones.
Pioderma.- Esta es una infección bacteriana en la piel y puede manifestarse en la superficie de la piel, dentro de la piel o debajo de esta. Los dos primeros causan comezón intensa y pueden observarse lesiones rojizas y dolorosas, así como pústulas supurantes. El médico veterinario hará un historial médico para saber si estas lesiones han estado por mucho tiempo, cómo eran y qué síntomas había. Hará un examen completo de todo el cuerpo y realizará una citología (examen de una muestra de la pústula bajo el microscopio) y de ser positiva, habrá bacterias y neutrófilos presentes. Es posible que también realice un cultivo para identificar exactamente qué tipo de bacteria está presente y así prescribir correctamente la medicación, la cual consistirá en antibióticos, baños con champús antibacteriales especiales y cremas que contengan peróxido de benzoilo, alcohol etílico o clorhexidina. Al igual que con la sarna sarcóptica, se recomienda seguir exactamente las instrucciones del veterinario y continuar y terminar con el tratamiento incluso si se ve mejoría. Se sabe que la presencia de pulgas empeora este problema, así que se recomienda tener un control total de estos parásitos.
Enfermedades de huesos, columna y extremidades.
Siendo los bassets perros de cuerpo alargado y estructura ósea pesada, el padecimiento más común está relacionado a problemas con sus discos intervertebrales (como se mencionará más adelante), lo que ocasiona dolor en la espina vertebral, dificultad para caminar y, en casos extremos, parálisis. Para prevenir esto se sugiere lo siguiente:
• Evitar en lo posible que suban o bajen escaleras (si no hay otro remedio, por ejemplo, quienes viven en departamentos, hay que llevarlo al menos una vez al año a revisión para verificar su columna y extremidades).
• NUNCA permitir que los niños (o el dueño adulto irresponsable) lo monten como caballito o lo carguen de objetos.
• Evitar hasta donde sea posible que salte o que brinque de un sofá a otro, o que se baje por su cuenta de la cama de su dueño o de otra superficie alta.
Enfermedad de los discos intervertebrales: Cuando hay presión sobre el cordón espinal debido a un disco puede causarse una hernia y no es raro que se presente en los bassets. Esto puede ocurrir de forma repentina (al saltar, por ejemplo) o crónica (que se desarrolla con el tiempo). El contenido de los discos suele ser suave pero puede volverse rígido y comprimir el cordón espinal o repentinamente estallar su contenido dentro del canal espinal. Hay que mencionar que cuando esto ocurre las patas frontales no suelen verse afectadas, pero sí las posteriores, causando en casos severos, falta de sensibilidad o incluso parálisis.
Hay que estar atentos si nuestro basset presenta dolor en la espalda, si se queja o aúlla cuando se le levanta o carga, si camina tambaleándose o con dificultad, si se rehúsa a jugar o a subir escaleras, o si de plano no puede caminar (parálisis).
Al acudir al veterinario, este realizará un examen físico a nuestra mascota: si camina normal pero presenta dolor en la espalda, le palpará su columna y verá cuál es el disco que está causando dolor; si camina pero con dificultad, revisará sus patas para ver si las frontales están bien y las traseras están afectadas; si no camina, dará piquetes a las patas traseras para ver si hay sensibilidad, aún cuando nuestra mascota levante la pierna por reflejo, el veterinario tiene que ver si chilla o trata de morder, lo que indicaría que hay sensibilidad (dolor) en las extremidades, lo cual no es posible de detectar sólo jalando la pata trasera. Aparte del examen físico, sacará radiografías de la columna para ubicar exactamente cuál es el disco afectado; en algunos casos y si el veterinario dispone de este recurso, hará un mielograma, el cual consiste en inyectar un colorante dentro del canal espinal.
El tratamiento puede consistir en medicación o incluso en cirugía, dependiendo de la severidad de la afección. En el primer caso se prescribirán antiinflamatorios (posiblemente esteroides) y relajantes musculares; en el caso de requerir de cirugía, se localizará el sitio exacto mediante un mielograma, entonces, se hará una “ventana” en la espina para aliviar la presión del cordón espinal y para poder remover el disco que causa la presión.
El veterinario recomendará reposo total en un lugar donde nuestro amigo animal no pueda moverse ni salir, tal es el caso de un kennel, jaula o casita (cucha) pequeña, por lo menos durante cuatro semanas. Aunque suene drástico, esto es esencial para permitir que haya una curación real; de no hacerlo, se puede herniar el resto del disco y empeorar la condición de nuestro perro. Esto es difícil tanto para la mascota como para el dueño, no sólo la incomodidad de la primera, sino que el segundo requerirá de mucha paciencia para cargar y sacar a su mascota varias veces al día para hacer sus necesidades, pero impidiéndole que camine o deambule por ahí. Cuando hay recurrencia de este padecimiento muchas veces es porque no se cumplió al pie de la letra con las indicaciones del médico veterinario. En ocasiones nuestra mascota no podrá orinar por su cuenta, así que necesitará ayuda para vaciar su vejiga: pregunte a su veterinario cómo hacerlo sin lastimar a su perro. En el caso de que no pueda caminar, el veterinario recomendará terapia física e indicará cómo realizarla correctamente para evitar daños.
Ante todo, sea paciente y amoroso con su mascota: piense en lo difícil que debe ser no poder valerse por sí mismo (incluso para ir al baño o simplemente caminar y sentir dolor), así que aún con la terapia la mejoría será poco a poco, pasito a pasito. Ayude a su mascota a sentirse mejor y a sobrellevar lo mejor posible su enfermedad y su tratamiento posterior. Esté al pendiente y no dude en acudir al médico ante cualquier desmejora. Tome también en cuenta que la obesidad incrementa el riesgo de padecer este tipo de afecciones.
Osteodistrofia hipertrófica (HOD). Es una enfermedad ortopédica, de causa desconocida pero ligada la dieta insuficiente o errónea o a una enfermedad infecciosa. Se caracteriza por una ligera o severa cojera (mantienen una pata en alto), sensibilidad o dolor en el área de la muñeca, fiebre, depresión, aletargamiento y falta de apetito. El veterinario deberá examinar al perro y sacar radiografías para confirmar el diagnóstico; prescribirá analgésicos y el perro, dependiendo la severidad del caso quizá requiera de hospitalización y de fluidos intravenosos, así como de terapia y dieta especiales.
Osteocondrosis (OC). Es otra enfermedad ortopédica de origen congénito que se caracteriza por un defecto en el desarrollo de articulaciones normales (codo, hombro, rodilla), resultando en la pérdida de cartílago, lo que ocasiona una articulación secundaria osteoartrítica. A diferencia de los humanos, este tipo de artritis se presenta en edades tempranas (sobre todo en animales que presentan un rápido crecimiento) y hay que checar su historial clínico: se incluirán radiografías, artrogramas (estudios de contraste), análisis sanguíneos y un examen físico de las articulaciones. En caso dado se recomienda también tomografía computarizada y resonancia magnética. El tratamiento suele ser quirúrgico y se recomendará mucho reposo, así como suplementos nutricionales específicos.
Acondroplasia. Se debe al cierre prematuro de las fisis radiales (esto es, el núcleo de crecimiento del hueso radial que se cierra antes de lo debido), ya sea por traumatismos, exceso de peso, dieta alta en proteínas y exceso de calcio. La acondroplasia está presente en los bassets y se nota en sus extremidades frontales torcidas. Esta condición puede acentuarse con la edad y causar trastornos, así que se recomienda que el veterinario revise a nuestro orejón para saber si tiene algún problema derivado de esta condición. En algunos casos se requiere de cirugía (osteomía).
Cáncer.
Linfosarcoma (linfoma). Es un tipo de cáncer maligno que ataca al sistema linfático, el cual se encarga de defender al organismo contra agentes infecciosos (virus y bacterias). El tejido linfático se encuentra en muchas partes del cuerpo, incluyendo los nódulos linfáticos, hígado, bazo, tracto gastrointestinal y piel. Esto significa que cuando este tipo de cáncer se presente atacará a alguna de estas partes.
Cuando se manifiesta en perros, cerca del 80% de este tipo de cáncer se presenta en los nódulos linfáticos. De hecho, los dueños o el veterinario detectan bultos bajo el cuello u otras partes del cuerpo. Los perros no necesariamente presentan síntomas (si acaso aletargamiento o disminución del apetito) y pueden desarrollar este cáncer a la mitad de su vida o en la vejez. Otros síntomas son: vómito, diarrea, pérdida del apetito, pérdida de peso, dificultad para respirar, aumento de sed y de orina. El linfosarcoma cutáneo puede causar enrojecimiento de la piel, ulceraciones (lunares rojos cerca de labios y almohadillas), así como comezón y bultos en la piel.
Los bassets se encuentran entre las razas más propensas a desarrollar linfosarcoma, y puede afectar tanto a hembras como a machos. Existe también una asociación entre el desarrollo de este cáncer y la exposición al herbicida 2,3-D.
El médico veterinario auscultará al animal revisando si tiene lesiones como las ya mencionadas, haciendo énfasis en los nódulos, revisará su historial clínico y tomará una muestra (biopsia) para analizar los bultos. En dado caso ordenará una endoscopía y biopsia del tracto gastrointestinal (evaluará también el daño en mucosa estomacal producida por la enfermedad y por el reflejo de vomitar). También puede realizar un análisis de la médula para verificar la posible presencia de células malignas. El tratamiento suele ser a base de radiación, quimioterapia y cirugía.
Hay que subrayar que siempre que detectemos abultamientos bajo la piel, agrandamiento de ganglios linfáticos (cuello, parte posterior de las patas traseras), presencia de lunares rojos o de aspecto extraño (sobre todo cerca del hocico), debemos acudir de inmediato con nuestro veterinario: si se detecta cualquiera de estos problemas en etapas tempranas, es posible evitar el cáncer y/o su proliferación. En muchas ocasiones hay bultos bajo la piel que son benignos, pero sólo el médico veterinario puede determinarlo.
Cáncer de piel. Aunque está relacionado con tumores, incluye un incontrolado crecimiento de las células de la piel o estructuras asociadas a glándulas, folículos pilosos y tejidos de soporte (conectivo y graso). Incluso la metástasis de tumores de otras partes del cuerpo pueden manifestarse en la piel. Aunque los perros tienen más tendencia a padecer tumores en la piel, muchos de ellos son benignos.
Este tipo de cáncer puede ocurrir después de los seis años de edad y los bassets pertenecen a las razas con alta incidencia de padecer este tipo de cáncer. Se desconoce hasta hoy qué ocasiona exactamente este cáncer, aunque se sabe que la exposición al sol puede incidir en este padecimiento, o incluso es posible que los perros de colores claros con poco o no tan abundante pelaje que pasan mucho tiempo bajo el sol también están predispuestos a padecerlo. Por otra parte, también existe la predisposición genética a esta enfermedad. Existen cuatro categorías de este tipo de cáncer:
• Tumores epiteliales, los cuales están involucrados con la piel en sí, las glándulas de la misma o con los folículos capilares.
• Tumores mesenquimales, son derivados de células que rodean o que soportan la piel, como la grasa, el tejido conectivo, los vasos sanguíneos y los nervios.
• Tumores redondos, cuyo nombre se debe a su forma, e incluyen al linfosarcoma, mastocitomas, histiocitomas, tumores de células del plasma y tumores venéreos transmisibles.
• Melanomas, son derivados de los melanocitos (células que dan pigmento a la piel)
Existen también los lipomas, muy frecuentes en perros, y también los adenomas y los papilomas. Muchos cánceres de piel aparecen como bultitos bajo la misma o como llagas o abrasiones que no sanan. Incluso pueden observarse enrojecimientos o que tengan aspecto escamoso. Un perro con este padecimiento sufrirá de comezón y se rascará o morderá el área afectada.
Es importante hacer notar que el cáncer es curable si se trata en etapas tempranas. Para ello se recomienda revisar (palpar) periódicamente la piel de nuestra mascota. Si se notan bultos, heridas o llagas o enrojecimientos que no sanan o cualquier cambio en la piel, se debe acudir de inmediato con el veterinario. Se debe evitar también la exposición prolongada a los rayos solares, sobre todo en perros de piel clara. Importante: con la vejez aumentan los achaques y la posible aparición de enfermedades; es vital llevar a chequeos semestrales a nuestra mascota.
En caso de que el cáncer esté presente, el veterinario recomendará lo siguiente:
Citología (examen microscópico de las células del tumor mediante una biopsia), bioquímica sanguínea, análisis de orina, radiografías para verificar si el tumor se ha extendido a otros órganos (pulmones, por ejemplo).
El tratamiento dependerá del tipo de tumor y de qué tan avanzada esté la enfermedad. Lo más probable es que se extraiga quirúrgicamente el tumor y que, adicionalmente (dependiendo de los resultados de la biopsia), se necesite de terapia de radiación (sobre todo si no fue posible extraer totalmente el tumor), quimioterapia (si ha invadido otros tejidos), o criocirugía (en el caso de tumores pequeños). Existe también una nueva modalidad llamada “terapia fotodinámica”, que consiste en inyectar un colorante en el torrente sanguíneo para localizar y “colorear” las células cancerígenas. Una vez localizadas, se usa un láser a cierta longitud de onda para matar las células malignas. Después de la cirugía se debe verificar la herida y ver si no presenta enrojecimientos o si con el tiempo vuelve a presentarse ahí mismo otro bulto o enrojecimiento.
Mastocitomas. Suelen aparecer en la piel: de hecho cerca de un 20% de los tumores cutáneos se refieren a los mastocitomas. Su origen es desconocido, pero se sabe que se desarrollan a partir de un componente del tejido corporal celular y juegan un papel en el proceso de reparación de tejido al liberar mediadores inflamatorios. Sin embargo, cuando las células se vuelven malignas pueden difundirse a los nódulos linfáticos, bazo, hígado y médula ósea. Los bassets tienen cierta predisposición a padecerlos y es más frecuente que aparezcan alrededor de los 8 o 9 años de edad. Hay que estar atentos a la aparición de bultos o masas prominentes o redondeadas en la piel, dolor abdominal, falta de apetito, vómito, o a evacuaciones retardadas debido a sangrados en la parte superior del tracto digestivo. Si se presenta alguno o varios de estos síntomas, hay que acudir con prontitud al veterinario, quien auscultará a nuestra mascota, sobre todo los bultos en la piel y los ganglios linfáticos (suelen estar inflamados), tomará una muestra (biopsia) de la masa para analizarla con un patólogo, pero es posible que esto lo haga cuando remueva los mastocitomas por medio de cirugía, la cual es muy efectiva sobre todo en casos en que las masas son pequeñas y bien diferenciadas y se removerán toda la periferia y un poco más. El médico verificará por rayos X el abdomen para ver cómo está el hígado y el bazo. Tomará una muestra de sangre y mandará a analizarla (bioquímica sanguínea y hemograma) y así evaluar también el estado de salud en general. Asimismo, es posible que tome una muestra de orina (uroanálisis) para evaluar a los riñones y ver si no hay infecciones. Si el médico cuenta con este recurso o si lo considera necesario, hará un ultrasonido abdominal, el cual arroja datos mucho más claros para verificar si hay masas en el hígado o el aspecto general del bazo. Estudios más especializados pueden ser requeridos (muestreo de la médula ósea o del bazo). En caso de ser necesario, se optará por la quimioterapia o por la radiación.
Es importante señalar que muchos tumores cutáneos son benignos, pero aún así no deben dejarse pasar por alto y se debe pedir consejo de un veterinario calificado. Aún cuando nos asegure que el bulto bajo la piel no es cancerígeno, debemos estar atentos a si cambia de forma, color o tamaño: si es así, debemos acudir de inmediato con el médico veterinario.
Sangrados.
Magulladuras (moretones) anormales. Se trata de desórdenes hemostáticos (coagulopatías), que se reflejan en la inhabilidad de la sangre para coagular. Las hemorragias pueden ser cutáneas, o en órganos internos, tejido, en cavidades del cuerpo y en las membranas mucosas (ojos, boca, nariz, genitales externos). Estas últimas pueden ser detectadas por el dueño, mientras que en el caso de las hemorragias del tracto intestinal pueden notarse en sangre en las heces (hematochezia), o en evacuaciones muy oscuras y tardías con sangre (melena). En el caso del tracto urinario la orina tendrá sangre (hematuria). Las causas pueden ser desórdenes sanguíneos (disminución de las plaquetas o que no funcionan bien) debidos a factores hereditarios o que pueden desarrollarse durante la vida de nuestra mascota.
Las siguientes causas pueden afectar la producción de las plaquetas o que disminuyen la cantidad de las mismas en el torrente sanguíneo: uso de medicamentos tóxicos para la médula ósea, infecciones de la misma debidas a virus o bacterias, inmunidad que resulta en daño a la médula o cáncer en la misma; myelophthisis y myelofibrosis, las cuales dañan a las células de la médula; exceso de estrógenos, vasculitis (inflamación de vasos sanguíneos), ehrlichiosis canina, ciertos parásitos, ciertos desórdenes del bazo, falla renal, ciertas leucemias; etc. Otras enfermedades relacionadas son la diabetes, la uremia (enfermedad de los riñones), hiperadrenocorticismo (producción de exceso de cortisona), hemofilia, enfermedades del hígado, enfermedad de Von Willebrand.
Se debe entonces estar atento a sangrados en las heces, orina, nariz (epistaxis), hinchazones o moretones bajo la piel, hemorragias o puntos de sangre en las encías, vulva o pene, el blanco del ojo o dentro del párpado o el ojo en sí. También hay que vigilar si nuestra mascota presenta dificultad para respirar (sangrado en los pulmones o cavidad torácica), distensión abdominal (debido a sangrado en el abdomen), debilidad, depresión. Encías pálidas (anemia). Excesivo sangrado o que no se detiene ante un corte o herida. Dolor en las articulaciones debido a hemorragias en las mismas.
Se recomiendan los siguientes análisis de laboratorio: conteo sanguíneo y de plaquetas, bioquímica sanguínea, uroanálisis, radiografías a la caja torácica y al abdomen, análisis de heces, estudios de coagulación y sexológicos, ultrasonido abdominal, citología y muestreo de la médula ósea, prueba del factor de Von Willebrand. Dentro de las recomendaciones veterinarias está la suspensión de aquellos medicamentos que puedan causar hemorragias, minorizar la actividad de nuestra mascota para evitar el riesgo de traumas o heridas. En el caso de presentar anemia severa o sangrado excesivo, requerirá hospitalización y la administración de fluidos intravenosos, transfusiones, oxigenación, terapia de vitamina K y quizá la administración de antídotos contra toxinas. Asimismo, ante cualquiera de los síntomas antes descritos, se recomienda asistir de inmediato con el veterinario y suministrar los medicamentos y tratamientos que este recomiende. Evitar la exposición a veneno contra ratas u otras sustancias tóxicas que puedan desencadenar el sangrado.
Enfermedades de los ojos.
Ectropión. Se refiere a la caída pronunciada del párpado (proyección hacia el frente, colgante) y que resulta en la exposición la conjuntiva palpebral (la delicada membrana que rodea al párpado), y que sobre afecta todo en la parte central del párpado. El basset hound es una de las razas que presentan este problema y que de hecho, es una de sus características, aunque también está asociado a una gran pérdida de peso o masa muscular y que afecte a los músculos que rodean la órbita del ojo, en algunos casos de hipotiroidismo y de miositis masticatoria (inflamación de los músculos de la cabeza), a consecuencia de heridas al párpado (con sustancias químicas, quemaduras o golpes), inflamación crónica o incluso a fatiga (después de ejercicio extenuante). Se recomienda entonces observar si hay enrojecimiento crónico de la conjuntiva inferior, si hay mucosidad en los ojos o si hay una exposición manifiesta del párpado inferior o de la conjuntiva palpebral o incluso del tercer párpado. La mayoría de las veces sólo se requerirá de limpieza del ojo y de la aplicación de un humectante prescrito por el veterinario. En caso de que el veterinario sospeche de alguna enfermedad asociada (por ejemplo, desórdenes neuromusculares, úlceras de la córnea, etc.), recomendará análisis sanguíneos y de orina. Respecto al tratamiento muchas veces se recomienda una buena higiene ocular y facial, aunque en otros casos se aconsejará el uso de gotas oculares para lubricar el ojo así como el uso de ungüentos con el fin de evitar resequedad. En casos severos (que puede ocurrir en perros mayores), es posible que se necesite de cirugía para corregir esta afección, así como tratamiento médico. De requerir de cirugía, lo más recomendable es que nuestra mascota use un collar isabelino mientras sana por completo y para evitar que se lastime por sí misma.
Glaucoma. El glaucoma es debido a la presión alta en el ojo. Dentro del ojo normalmente hay producción y drenaje de un fluido llamado humor acuoso. Cuando hay problemas con este drene la presión interna del ojo aumenta. La presión alta causa daños al nervio óptico ocasionando pérdida de la vista. Por lo general afecta a un solo ojo (al menos de manera inicial, ya que el otro también puede verse afectado en el futuro). El glaucoma puede ser de dos tipos, primario o secundario.
Glaucoma primario: este indica un problema en el área donde el fluido abandona el ojo y puede ser de tipo estructural o estar involucrado con la función de drene del ojo. Este problema puede ser hereditario y muy común en los perros, teniendo algunas razas más tendencia que otras. Las causas que lo desarrollan son las siguientes:
• Inflamación en el ojo. Cuando es muy alta hay producción de proteína en el humor acuoso y puede obstruir el fluido.
• Luxación del cristalino. Si hay daño en el cristalino y cae dentro de la cámara frontal del ojo, puede bloquear el flujo y drenaje del humor acuoso.
• Tumores dentro del ojo. Estos pueden invadir el área de drenaje.
• Traumas. Si el ojo ha sido lastimado, puede llenarse con sangre y también bloquear el flujo.
Glaucoma secundario: este se desarrolla conjuntamente con otro desorden en el ojo. Esto significa que otras enfermedades oculares pueden afectar el flujo normal del humor acuoso o interrumpen de alguna forma el drenaje de este fluido. No se conoce qué desarrolle específicamente este glaucoma y es una enfermedad que ocurre de manera espontánea y silenciosa. Se sabe incluso de casos de defectos relacionados con el flujo ocular desde el nacimiento y que la enfermedad se desarrolla hasta etapas tardías.
Debe entonces verificarse si el ojo de nuestra mascota luce rojo, si hay mucho bizqueo o dolor en el mismo, lagrimeo, si la pupila está dilatada o no reacciona a la luz. Se debe observar si la córnea luce nublada (azulosa, por ejemplo), si el tamaño del ojo luce alargado (se conoce como buphthalmos) o si hay pérdida de la visión.
El veterinario debe realizar un completo historial médico así como un examen físico a nuestra mascota, el cual incluirá un examen completo del ojo para determinar si el glaucoma, en caso de que tenga, es de tipo primario o secundario. Debe hacer una evaluación de daño posible en el nervio óptico y la retina y, en dado caso, se consultará con un veterinario oftalmólogo, quien realizará las siguientes pruebas:
• Medida de la presión ocular (tonometría)
• Evaluación de la vía de drenaje (gonioscopía)
• Si el ojo se ve muy nublado debe examinarse a profundidad mediante una ultrasonografía para identificar si el cristalino está fuera de lugar, si hay tumores o daños al nervio óptico.
El tratamiento. Primeramente se deben tratar o corregir las causas que provoquen el mal, disminuir la presión dentro del ojo y salvar la visión, si es posible. El médico prescribirá medicación tópica (gotas para los ojos) y sistémica (pastillas o inyecciones). Es posible que en algunos casos se recomiende la cirugía, principalmente en caso del glaucoma primario. Mediante crioterapia o láser se eliminará el área dentro del ojo que produce el humor acuoso. Otra opción es hacer un “by pass” para el flujo insertando un tubito con una válvula dentro del ojo.
Hay otra cirugía, en el caso de luxación del cristalino, que consiste en abrir el ojo y remover manualmente el cristalino. En el caso de tumores en el ojo que causen glaucoma, se recomienda remover el ojo (enucleación). Si el paciente no responde a los medicamentos o a la cirugía (esto es, que la presión interna del ojo siga elevada), y si nuestra mascota padece de dolor continuo o si el ojo ha perdido su visión o incluso si la terapia en muy costosa, se recomienda la enucleación.
Siendo esta una enfermedad muy difícil de tratar, los medicamentos deben ser administrados puntual y exactamente como haya dicho el veterinario, por todo el tiempo que el indique, no hasta que nosotros veamos mejoría. Debemos tener en cuenta que es posible que la visión se pierda o que incluso se tenga que remover el ojo (ver párrafo anterior), así que debemos estar preparados y no sentirnos mal ante esto: muchísimos perros se ajustan bastante bien a la visión de un solo ojo o incluso a la ceguera total.
El sistema digestivo.
Los bassets suelen ser perros muy sanos y por lo general, no suelen padecer de problemas de estómago. Pero… Dado que son glotones por naturaleza y que gustan de probar cuanto se les presente en la vida (varios de los encuestados manifestaron que sus bassets incluso llegan a comer, subrepticiamente y antes de que el dueño lo note o pueda impedirlo, cualquier cosa “apetitosa” que se encuentren en la calle mientras pasean), los bassets pueden contraer una infección por comer algo contaminado o en mal estado. Incluso pueden enfermar por comer cosas “incomestibles”: su curiosidad es tanta, que es posible que mastiquen una pluma o bolígrafo y se lo traguen, y lo mismo aplica con sus correas, camitas y hasta objetos personales de sus dueños (e incluso si uno almacena su comida junto a sustancias químicas). Todo esto deriva no sólo en un dolor de cabeza del dueño, sino en la angustia de ver a nuestro orejón enfermo y adolorido, incluso con cuadros de vómitos y diarrea.
Debemos entonces tener precaución respecto a no dejar objetos “tentadores” cerca de nuestro basset (sobre todo en el caso de sustancias peligrosas… no nos confiemos de que estas “huelen mal” y que “jamás se les ocurría probarlas”: un basset a veces no distingue) y sí en cambio, darle juguetes que sean inocuos y estar al pendiente de aquello que se lleva a la boca; se vale incluso abrirle el hocico para indagar qué esconde preciadamente ahí. En caso de vómitos y/o diarreas, llevarlo de inmediato al veterinario o por lo menos llamarle para describirle la situación y para que nos aconseje acerca de qué hacer en lo que podemos llevarlo. En los casos de alergias alimentarias, el veterinario prescribirá una alimentación especial (recomendará alguna marca que maneje una línea específica) y quizá como a Petrona, le recomiende la incorporación de cereales, verduras, frutas y pescado de alta mar (merluza, jurel, atún, sardina) a su dieta.
Si sospechamos que es una intoxicación debida a la ingestión de un químico específico, llevemos el producto (con la etiqueta) al veterinario. En esta sección veremos:
• Parásitos internos (desparasitación).
• Dilatación o torsión gástrica.
• Gastritis
Parásitos internos.- Necesitan un organismo huésped para vivir y pueden ser gusanos redondos (ascárides, las cuales pueden pasar de la madre al sus crías), coccidia, giardia, tenia, Trichuris vulpis, Ancylostoma caninum, etc., los cuales pueden causar diversos problemas que van desde vómitos, diarreas, deshidratación, debilidad, hasta colitis, anemia y lesiones de la piel. Algunos de ellos pueden apreciarse a simple vista (en las heces o el ano en forma de granos de arroz) y otros bajo el microscopio. Pueden adquirirse al lamer áreas donde perros enfermos han defecado, mediante un huésped intermedio (al tragar una mosca o al comer una presa pequeña, como un conejo) y algunos de ellos, como los gusanos redondos, pueden afectar a los humanos. Lo que el veterinario recomendará será hacer análisis de las heces y, en ciertos casos, análisis de sangre (si se sospecha de otras enfermedades). La mejor manera de lidiar con esto es mediante la prevención: se recomienda desparasitar a nuestras mascotas cada seis meses con un medicamento especial que prescribirá el médico veterinario. Si se sospecha de parasitación entre una desparasitación y otra, hay que acudir a consulta.
En ciertas regiones (húmedas y calurosas, por ejemplo) los bassets son propensos a enfermarse debido a los gusanos del corazón (heartworms), que son larvas de son acarreadas por ciertos mosquitos y que se adquieren por picadura del mismo, afectando las arterias de los pulmones. En este caso, el perro se vuelve letárgico, pierde apetito y tiene dificultad para respirar. En dado caso el corazón puede fallar. Se debe acudir de inmediato con el veterinario si se presenta un cuadro similar.
Dilatación o torsión gástrica. Esta se refiere a una dilatación anormal y retorcimiento del estómago que se inicia al acumularse aire, fluido o espuma dentro del mismo. Esta hinchazón está relacionada al tragar aire así como líquido y comida pueden estar presentes y puede ocurrir con o sin retorcimiento estomacal (al alargarse el estómago, puede rotar de 90 a 360º) y provocar un desplazamiento del bazo y la compresión de la vena del abdomen, trayendo como consecuencia que baje drásticamente la presión arterial y puede ocurrir una isquemia gástrica que produzca necrosis (muerte) de la pared intestinal. Al ocurrir la torsión, el perro no puede vaciar su estómago, ni eructar, y parece que le faltara aire (jadeos cortos) debido al dolor y a la compresión del pecho y el diafragma, los pulmones pueden dañarse o sufrir hemorragias dado que están separados del estómago por una membrana. El corazón, al verse comprometido, empieza a fallar (taquicardia) y sobrevenir un shock y la muerte si esto no es tratado o no se atiende a tiempo.
Aunque esta afección es común en perros gigantes, también puede ocurrir en perros ansiosos o que tengan el pecho amplio, como los bassets. También está relacionada al beber o comer inmediatamente antes o después de hacer ejercicio, más si este fue intenso. Algunos de los síntomas son: babeo excesivo, náusea, intento de vomitar sin resultado y distensión abdominal (abdomen hinchado). Ante cualquiera de estos síntomas, llevar de inmediato al veterinario, pues es cuestión de vida o muerte y cada minuto cuenta. El veterinario hará una palpación abdominal y auscultará tanto los pulmones como el corazón. Le aplicará fluidos intravenosos, medicamentos y descomprimirá el estómago. En dado caso se hará cirugía para volver al estómago a su posición adecuada y para estabilizarlo. Para evitar que vuelva a ocurrir lo mismo, es posible que el estómago sea fijado a la pared abdominal (gastropexia). En casos severos en que uno de los pulmones haya sido muy dañado, se removerá (esplenectomía).
Una vez que el perro esté estabilizado y haya recibido asistencia médica, se le tomarán radiografías abdominales laterales; es posible que el médico también solicite análisis sanguíneos (bioquímica incluida), los cuales servirán para ver qué tipo de anormalidades hay presentes y que puedan influenciar en el tipo de anestesia. Ya en casa, se recomienda alimentar a nuestra mascota dándole raciones pequeñas y frecuentes (el médico lo indicará) y se evitará que ingiera grandes volúmenes de agua.
Una forma de prevenir esta afección, es evitar alimentar a nuestras mascotas inmediatamente antes o después de hacer ejercicio o incluso de beber mucha agua. En ese caso, se debe dejar pasar por lo menos una hora entre el ejercicio y la comida. Los perros que comen con mucha voracidad también pueden presentar este problema, así que se recomienda alimentarlos con raciones pequeñas y frecuentes.
Gastritis. No es que esta sea una enfermedad común en bassets, pero al menos tres de los encuestados manifestaron que sus bassets adolecen de este padecimiento. Uno de los signos más comunes de la gastritis es el vómito frecuente (por varios días) a veces con sangre, pérdida del apetito, debilidad, pérdida de peso, diarrea y melena (sangre en las heces). La gastritis puede deberse a diversos factores, como son una dieta inadecuada (abusar de “bocados” de nuestra propia comida o comer en exceso), ingestión de cuerpos extraños, pelos, plantas, químicos, o medicamentos como la aspirina. Pero también puede deberse a alguna alergia alimentaria o intolerancia al alimento que le damos, así como puede ser debida a una infección sistémica o tener un origen viral, parasitario o bacteriano (presencia de la bacteria Helicobacter pylori). En casos severos también puede ser el síntoma de otra enfermedad, como inflamación del intestino, falla renal, enfermedades del hígado, enfermedades neurológicas, problemas de la edad avanzada, hipoadrenocorticismo, úlceras o cáncer del estómago.
El veterinario deberá realizar varios análisis para determinar el tipo de gastritis que se padece, como son bioquímica sanguínea, uroanálisis, análisis de las heces, radiografías del abdomen (que pueden incluir pruebas de contraste), prueba de parvovirus (en el caso de cachorros), ultrasonido y, en ciertos casos, endoscopía. El tratamiento más bien es sintomático con la finalidad de restaurar u mantener el fluido y un balance de electrolitos, así como descanso del tracto gastrointestinal (no suministrar alimentos o agua vía oral durante varias horas), prescripción de antieméticos (para reducir el vómito), antiácidos y medicamentos que protejan la superficie del estómago. La introducción de alimentos se hará de forma gradual y es posible que le prescriban una dieta especial que el médico indicará. Como siempre, se deben seguir las indicaciones del veterinario al pie de la letra, y si se observa que no hay mejora o hay otros síntomas o nuestra mascota empeora, se debe llevar de inmediato con el veterinario para otra evaluación.
Los oídos.
Otitis externa. Se refiere a la inflamación del canal auditivo externo y es común en perros con orejas largas, como los bassets. Algunos de los factores que desencadenan este padecimiento, son: infecciones por hongos, bacterias o parásitos, conformación anormal del oído, agua o aire en el oído (por ello nunca se debe lavar el interior del mismo cuando se baña a nuestra mascota), alergias, golpes, tumores, cuerpos extraños en el oído (cuando sale a pasear, por ejemplo), parásitos, enfermedades auto inmunes, enfermedades de la piel.
Se debe estar atentos a comezón y rascado en las orejas, sacudimiento constante de la cabeza, olor extraño o supuración del oído, dolor evidente cuando se toca el oído. Hay que acudir al veterinario quien revisará a nuestra mascota y verificará en su historial médico si hubo afecciones pasadas tanto del oído como de la piel. Si hay supuración o cuerpos extraños, tomará una muestra para analizar al microscopio. Si hay presencia de bacterias, se determinará qué tipo de antibiótico prescribir. En caso de que sean necesarias las radiografías será para evaluar la salud del canal auditivo y el hueso; asimismo, hay casos en que se sugiere hacer un análisis sanguíneo para ver si hay algún otro factor o enfermedad que contribuya a este padecimiento. En algunos casos se sugerirán análisis de la piel o de alergias para saber si existe algo que irrite a los oídos así como a la piel.
Dentro del tratamiento se recomendará la limpieza del oído con alguna solución ótica especial (sólo en casos severos se puede necesitar sedar a la mascota para hacer un lavado especial) y el veterinario nos indicará cómo aplicarla. Como ya se mencionó antes, nunca deben usarse hisopos de algodón (pueden ser contraproducentes al no sólo dañar el oído, sino al pasar la infección más adentro del canal auditivo). En caso de que nuestra mascota esté tan adolorida que nos quiera morder, será necesario que el mismo veterinario aplique la solución o que necesitemos ponerle un bozal a nuestro orejón. Dependiendo de qué cause la otitis, algunos tratamientos incluyen también medicamentos a base de esteroides para reducir tanto el dolor como la inflamación, antibióticos, antifúngicos o antihistamínicos (en caso de que la causa de la otitis sea una alergia). Como medida preventiva, se recomienda limpiar periódicamente los oídos (ver sección correspondiente) y secar las orejas perfectamente bien después del baño o después de haberse metido a un río, alberca o lago.
Problemas dentales.
Gingivitis y periodontitis. Se sabe que un gran porcentaje de mascotas tienen placa dental y/o sarro (dientes amarillentos y/o con bordes cafés) y que esto deriva en mal aliento. Una de las causas es de origen bacteriano, pero también puede resultar como consecuencia de alguna enfermedad del corazón, hígado o riñones. La gingivitis es la inflamación de las encías ocasionada por el sarro, el cual se acumula entre el diente y la encía. Como resultado hay enrojecimiento, sangrado, dolor y dificultad para masticar. Una gingivitis, si no es tratada a tiempo, puede resultar en periodontitis. Esta es una infección seria que ataca al tejido y a las raíces de los dientes, ocasionando la pérdida de la pieza. Otra causa es cuando hay un diente fracturado (al masticar con fuerza o morder un objeto duro). Aunque la medicina veterinaria dental ha tenido grandes avances (implantes dentales, tratamientos de ortodoncia para corrección de una mordida incorrecta e incluso el blanqueamiento), esta tecnología muchas veces no está disponible en países como el nuestro o su costo es muy elevado. Se recomienda entonces revisiones periódicas no sólo por parte del veterinario, sino también por parte de nosotros. Una adecuada limpieza dental debe iniciarse desde edad temprana, y conforme nuestra mascota se vuelva mayor (4 o más años), se recomienda un cepillado dental diario (en la sección de Cuidados que requiere un basset ya se indicó), revisiones anuales por parte del veterinario, aunque en perros mayores esto debe hacerse cada seis meses. En dado caso (presencia de sarro) el veterinario requerirá hacer una limpieza dental especial en la cual nuestra mascota estará sedada. Una forma de evitar esto es la prevención, no sólo con el cepillado dental frecuente, sino al optar por alimento sólido seco (croquetas) para evitar la acumulación de alimento en los dientes. Las carnazas (sin abusar, porque el exceso puede hacerles salivar en demasía y ocasionarles gastritis), bocadillos especiales contra el sarro y los huesos de fémur de res cocidos son también de mucha utilidad para tener una sana dentadura.
Vejez.
No es que la vejez sea una enfermedad en sí, pero todos sabemos que con la edad el deterioro del cuerpo y sus funciones es más evidente y las enfermedades aparecen. Estas pueden ser tanto físicas como mentales. Aunque un basset pude vivir hasta unos 15 años, no son muchos los bassets que logran llegar a esta edad, o por lo menos no precisamente en óptimas condiciones de salud. La vejez en el basset puede presentarse incluso a partir de los 7 años de edad, parámetro no estricto, sino que está sujeto a factores varios (historial médico, predisposición genética, enfermedades tempranas que dejaron secuelas, accidentes, etc.) e incluso a la calidad de vida, ejercicio y alimentación de nuestra mascota. A continuación se enlistan padecimientos relacionados con la vejez. Se recomienda, como ya se hizo antes, que después de los seis años de edad el veterinario realice exámenes completos (físicos, sobre todo; los de laboratorio se harán si el especialista los requiere,) cada seis meses.
Atrofia de los sentidos. Con la edad, el sistema nervioso se “entorpece” y se alenta. El oído, por ejemplo, empieza a perderse ya que el aparato auditivo se degenera. En caso de problemas en el oído medio puede ocurrir que nuestro amigo animal pierda el equilibrio. En algunos perros la aparición de pelo dentro del oído puede dificultarles oír. Los bassets, debido a sus largas orejas son propensos a infecciones por levaduras, hongos o bacterias. En el caso de los ojos, algunos perros los tienen “nublados” (esclerosis nuclear) y esta condición no necesariamente indica que esté perdiendo la vista, aunque sí puede tener problemas al enfocar objetos cercanos. Existe también la posibilidad de que tengan problemas con su visión nocturna o en presencia de mucha luz. Otros problemas relacionados a la vista son las cataratas, el glaucoma y la degeneración de la retina. Respecto al olfato, la presencia de pólipos o tumoraciones en la nariz pueden debilitarlo, principalmente en perros muy mayores.
Demencia canina. Esto se refiere a la disfunción cognitiva (degeneración del sistema nervioso) y sería algo así como el equivalente a la enfermedad de Alzheimer humana y puede presentarse en perros de edad avanzada. Nuestra mascota se interesa menos en la vida y sus habilidades mentales parecen degradarse poco a poco. Nuestra mascota puede mostrarse confusa y desorientada en medios habitualmente familiares, presentar cambios de conducta o de sueño e incluso no reconocer a su familia humana. Y lo que ocurre es que aparte del envejecimiento natural del cerebro, las habilidades del mismo pueden empeorar al sufrir de oxidación debida a los radicales libres.
Existe un estudio clínico reciente que señala que los alimentos ricos en antioxidantes y nutrientes tienen un efecto positivo en los cambios conductuales debidos a esta enfermedad. Estos resultados, presentados en la 19ª Conferencia Anual de Veterinarios de Norte América en Orlando, Florida (enero 2002), arrojaron resultados positivos: un 74% de perros ancianos con síntomas de demencia mejoraron después de 30 días de llevar esta dieta especial. Se debe entonces consultar con nuestro médico veterinario acerca de esta opción y sobre todo en caso de que nuestro orejón presente alguno o varios de los cambios antes mencionados. Como se ha indicado en la sección de alimentación, existen marcas de alimentos especializadas en problemas específicos, y la cuestión de la demencia canina, no es la excepción. Es posible que esta opción sea más costosa que la dieta que normalmente lleva nuestra mascota, pero estimado lector, estará de acuerdo que nuestro amigo animal bien lo vale.
Otros problemas sistémicos. Entre ellos está la disminución de la capacidad pulmonar, por lo que la aparición de alergias puede ser mayor. Esta disminución es importante, ya que los perros también utilizan su capacidad respiratoria como una especie de sistema de enfriamiento. Por otra parte, hay que estar atentos a su corazón, sobre todo si escuchamos murmullos, lo que puede indicar la presencia o el desarrollo de una enfermedad en el corazón. Respecto a los huesos, articulaciones y músculos, debemos saber que la artritis afecta a uno de cada cinco perros; las vértebras pueden deteriorarse y presionar incluso algún nervio, causando dolor o incluso parálisis. Este padecimiento es frecuente en los bassets, debido a su cuerpo alargado, y pueden sufrir problemas en sus discos intervertebrales. En cuanto al sistema digestivo, con la edad puede ocurrir que el intestino no absorba bien los nutrientes o que nuestra mascota no tolere ciertas comidas que quizá antes aceptaba bien. Los sacos anales son susceptibles de obstruirse o infectarse. Cuidado con el sobrepeso: si este es el caso de nuestro perro, deberá suministrársele bajo la tutela del médico veterinario una dieta baja en grasas (hay líneas de alimentos para perros obesos), y no se debe dejar pasar por alto que un perro pasado de peso tiene mayor incidencia a padecer diabetes.
Respecto al aparato urinario, hay que saber que los riñones son los órganos que son más susceptibles a dañarse con la edad. La vejiga pierde elasticidad y deviene en incontinencia; incluso la diabetes no controlada puede ocasionar micciones frecuentes. Se debe acudir de inmediato al veterinario si nuestro amigo animal presenta dolor al orinar, aumento excesivo o disminución de la orina, ya que puede ser una señal de falla en el riñón, daño espinal o alguna infección.
En cuanto al sistema endocrino, debemos saber que se encarga de producir hormonas que regulan y coordinan al metabolismo, el sistema inmune y otras funciones vitales. Con la edad puede haber una falla o desbalance en cuanto a la producción de hormonas y afectar al cuerpo de varias formas: aletargamiento, debilidad muscular, artritis, piel reseca, hipertensión e incluso problemas cardiacos.
Diabetes. Existen dos tipos de diabetes mellitus en perros: la primera es la Tipo I, la más común, cuando el páncreas no produce la hormona llamada insulina (inhabilidad para utilizar la glucosa), y la Tipo II ocurre cuando los receptores de esta hormona no funcionan, esto significa que aún cuando el páncreas continúe produciendo insulina, ya no es efectiva. Algunos de sus síntomas, son: mucha sed, orina frecuente, pérdida de peso a pesar de comer bien, ceguera repentina.
El veterinario recomendará la realización de análisis (examen físico, análisis de orina, análisis sanguíneos e incluso radiografías o ultrasonido para ver si hay complicaciones en el páncreas, por ejemplo) y así dar el tratamiento adecuado. Este tratamiento suele consistir en inyecciones diarias de insulina (razón por la cual el dueño debe aprender a inyectar), control de peso (dieta rica en fibra) y ejercicio. En el caso de las hembras, está indicada la OVH (esterilización). En el caso de infecciones urinarias, se requerirá un tratamiento adicional, evitando el uso de ciertos esteroides como la prednisona. En el caso de padecer la diabetes Tipo II se requerirá de un tratamiento oral a base de agentes hipoglicémicos.
Como parte de los cuidados diarios y paralelo al tratamiento médico, se recomienda observar si aún hay sed excesiva y micción frecuente para avisarle al veterinario. La insulina debe suministrarse siempre a la misma hora y no excederse nunca en la dosis, pues puede causar baja en la glucosa, desorientación, debilidad y hasta convulsiones; en cualquiera de estos casos hay que llamar de inmediato al veterinario. Por último, es necesario indicar que aún cuando no hay manera de prevenir la diabetes tipo I, la tipo II puede prevenirse evitando el sobrepeso.
Enfermedades del sistema reproductivo. Entre un 60 y un 80% de machos no esterilizados desarrollan un agrandamiento de la próstata. Y más aún, son sumamente propensos a padecer de cáncer testicular. Por otra parte, las hembras no esterilizadas también son propensas a padecer más infecciones uterinas, quistes ováricos e incluso cáncer uterino u ovárico. Las hembras mayores que quedan preñadas desarrollan varios problemas relacionados a su estado. En cambio, las hembras que son esterilizadas antes de su primer celo tienen pocas probabilidades de desarrollar cáncer mamario. Por ello es de suma importancia esterilizar a nuestros bassets durante su primer año de vida. Su salud, estará de acuerdo, amigo lector, es primordial. Haga a un lado falsos mitos relacionados con la esterilización (disminución de valentía en el caso de los machos o aquella creencia de que las hembras deben parir al menos una vez en sus vidas para evitar el cáncer; ambos son totalmente falsos) y ESTERILICE a su mascota.
Cáncer. Los perros mayores son más propensos a padecerlo. Una buena medida para prevenir varios tipos de cáncer es esterilizando a nuestras mascotas. Como ya se ha mencionado, el cáncer puede ser curado, sobre todo si se trata en etapas tempranas. En caso de que sea incurable, existen modernos tratamientos médicos para hacer más llevadera la enfermedad. Una alimentación adecuada y mucho amor también son muy importantes. Lea la sección sobre Cáncer para mayor información.
Otras afecciones.
Estornudos. El estornudo es un reflejo de las vías aéreas superiores ocasionado por material irritante en la cavidad nasal (específicamente un nervio que termina en la membrana mucosa que da a la nariz) y que resulta en una descarga “explosiva” de dicho material.
Al igual que en los humanos, esta reacción es normal a excepción de que dicha descarga sea severa, crónica o despida mucosidad. Esta mucosidad puede ser clara, mucosa (blanquecina) o sanguinolenta. En caso de esta última puede indicar una herida, un cuerpo extraño alojado, un tumor o un desorden sanguíneo (ver sección anterior). Puede también indicar la presencia de una infección viral o incluso una alergia a un determinado producto.
Es importante, en este caso, tener cuidado con los solventes que manejemos en casa o incluso con el tipo de artículos de limpieza que utilicemos: debemos recordar que los bassets son sabuesos con un olfato altamente desarrollado y que son susceptibles a sustancias químicas irritantes a su mucosa nasal. Los sabuesos son más propensos a inhalar cuerpos extraños (espigas o semillas de plantas, por ejemplo), así como son más proclives a padecer de infecciones fúngicas o de tumores nasales.
En el caso de mascotas jóvenes es más probable que sea debido a infecciones respiratorias o incluso defectos de nacimiento (de tipo anatómico en sus vías respiratorias); en el caso de mascotas de la tercera edad puede deberse a enfermedades dentales crónicas o incluso a tumores. Hay que revisar si hay estornudos con mucosidad o si estos son frecuentes, así como si nuestro perro se rasca la nariz o se frota la cara contra el suelo, muebles, su propia cama, etc.
Estornudo inverso. Consiste en una especie de estornudo que no sale, sino que se manifiesta con sonidos de ahogo, como si insuflara ruidosamente. Se debe revisar también si hay el reflejo de estar tragando continuamente (como si tragara flemas), si hay mal olor del hocico o la nariz, dolor, hinchazón en el puente de la nariz, respiración ruidosa, pérdida del apetito y/o de peso o aletargamiento (falta de ganas para hacer lo que antes hacía, como jugar).
Se debe acudir con el veterinario, quien hará un examen físico para revisar el tipo de descargas de nuestra mascota, el flujo de aire a través de los conductos nasales, la habilidad que tenga para respirar con el hocico cerrado, el tamaño y estado de los nódulos linfáticos, examen de la cavidad oral y de los ojos. También debe verificar si se debe alguna infección viral de las vías respiratorias. En caso de que se requiera un análisis sanguíneo, se tomará nota de las plaquetas (esto en caso de sangrado nasal) o incluirá un estudio especial para descartar una infección por hongos. Es posible también que el veterinario analice la descarga nasal al microscopio (citología), realice radiografías al cráneo, se incluya una biopsia del tejido nasal o, en casos especiales, mande a hacer una tomografía computarizada.
Obviamente, el tratamiento dependerá de los factores aquí mencionados, aunque se recomienda en casa lo siguiente: estar al pendiente por si nuestra mascota presenta alguno o varios de los síntomas aquí mencionados; en el caso de mucosidad, debemos limpiar la nariz. Como nuestras mascotas (al igual que uno) comen y se les antoja comer al oler la comida, es posible que no coman al no detectar olor alguno. Si calentamos la comida en microondas o utilizamos alimento de lata podemos animarle a que coma. Debemos también tener, como medida preventiva, el calendario de vacunación al día para evitar infecciones de vías respiratorias.
Picaduras de insectos. Si estamos cerca, sabremos que algo ha pasado al escuchar el ladrido/aullido de protesta y dolor de nuestro basset. Si notamos que está aletargado, tiene fiebre, nariz reseca, vómitos, inflamación general o en alguna parte de su cuerpo, llevémoslo de inmediato con el veterinario. Debemos saber qué tipo de alimañas son habituales en nuestra comunidad para saber a qué enfrentarnos. Si sabemos que hay abundancia de ellas donde vivimos, conviene fumigar periódicamente nuestra casa (atención: no deben estar ni mascotas ni humanos adentro) y en dado caso, tener a la mano algún antídoto (debemos saber con antelación cómo suministrarlo). Respecto a los piquetes de alacrán, existe una teoría acerca de suministrar varios dientes de ajo vía oral; no son patrañas, sino que se sabe que el ajo contiene una sustancia capaz de cortar los péptidos del veneno. Si optamos por este recurso, advertimos que es bajo la responsabilidad del lector y que debe hacerse en caso de emergencia extrema, por ejemplo, cuando no haya forma de llevar a nuestra mascota al veterinario.
Obesidad. Este es un tema que muchos dueños de bassets prefieren evitar, sencillamente porque muchas veces es difícil resistirse a esa suplicante mirada tan de basset y reprimirnos a darles “un bocado y ya”… lo cual sabemos que no es cierto. Como se ha mencionado, son glotones por excelencia y de nosotros como dueños depende que regulemos su peso. Veámoslo de esta manera: hay estudios que dicen que a un perro de mediana edad sólo basta con darles un 1% extra de su ración diaria para que con el tiempo, aumente un ¡25%! extra sobre su peso ideal.
Un perro con exceso de peso pueden mostrar dificultad para respirar o caminar, no toleran bien el calor o el ejercicio. El veterinario mismo nos dirá que nuestra mascota está pasada de peso, pero como sabe bien que es un tópico que puede lastimar susceptibilidades, a veces sólo hará comentarios casuales como: “hace varios kilos que no te veía”, y muchas veces nos lo dirá de manera directa hasta que nuestro orejón tenga cuerpo de foca. Debemos entonces armarnos de valor y preguntarle al veterinario (cuando llevemos a nuestro amigo animal a chequeos o a vacunación, corte de uñas o baño) si considera que está en su peso correcto. Como se ha dicho antes, hay estándares de peso pero cada basset es diferente (sobre todo aquellos ajenos a cuestiones de pedigrí, estándares raciales o certificados: el tipo de cosas que tienen más que ver con el valor monetario y no con el verdadero valor del corazón), lo pesará y nos dirá si necesita llevar una dieta especial (hay marcas que manejan líneas especiales para perros con sobrepeso), preguntará qué tipo de vida lleva nuestra mascota (poco o nulo ejercicio, abundancia de bocadillos, etc.). No se vale mentir al médico, ya que todos sabemos que los bassets no engordan al respirar: nosotros somos los responsables directos de su peso, ya sea porque los sobrealimentamos, les damos bocadillos a todas horas… o nos hacemos de la vista gorda cuando nuestros bassets una y otra vez roban comida de la mesa.
Dependiendo del caso, el médico sugerirá hacer análisis sanguíneos o incluso un uroanálisis (análisis de orina) para descartar que la obesidad se deba a algún trastorno como la diabetes, o a enfermedades de la tiroides. Para este tipo de enfermedades también existen marcas de alimentos que manejan líneas específicas.
Aparte de la dieta que el veterinario sugiera (nos indicará la cantidad exacta de comida a darle en cada toma, así como alguna marca de alimento específica, baja en grasas, con menos proteínas y con más fibra), es importante explicar todo esto a nuestra familia, para evitar caer en “tentaciones” y rompimiento de dietas. No todo debe ser motivo de tristeza y represión: podemos seguir dándole bocadillos… pero bajos en calorías, como trocitos de zanahoria o palomitas de maíz sin grasa. El veterinario sugerirá también el ejercicio, y si no nos es posible salir a caminar con nuestro orejón con regularidad, existen juguetes para jugar con él dentro de casa, ejercitarnos mutuamente y a la vez, pasar un buen rato. Por último, no hay que desesperarnos: hay que tomar en cuenta que se requiere de un promedio de 8 meses a un año, dependiendo del grado de obesidad, para que nuestra mascota alcance su peso ideal. Al igual que con los humanos, la clave está en la constancia y en no cejar. Cuando nuestra mascota alcance un sano peso (hay que llevar a nuestra mascota cada mes o cada mes y medio a chequeos), preguntemos al veterinario qué tipo de dieta debe llevar para mantenerse en ese peso. Tomemos en cuenta que si volvemos a caer en lo mismo que antaño, nuestra mascota engordará de nuevo.
¿ES USTED EL DUEÑO ADECUADO PARA UN BASSET HOUND?
Antes de leer los siguientes apartados, una indicación de vital IMPORTANCIA: independientemente a qué grupo de abajo pertenezca el amable lector, debe saber que los bassets son perros muy dependientes de su (s) dueño (s) y que no pueden estar solos por largos periodos de tiempo. Así lo indicaron una y otra vez las personas encuestadas. Si usted está fuera de casa por largos periodos de tiempo (jornadas laborales de más de 10 horas mas el tráfico para llegar a casa), NO le conviene tener un basset. Esto a excepción de que se las ingenie como la dueña de Fel, quien antes de ir al trabajo lo va a dejar a casa de sus padres, recogiéndolo al final de la jornada laboral. Otra opción es si hay más miembros en su familia que puedan estar a horarios diferentes (pero en forma continua) en casa.
En este apartado hablaremos de distintas combinaciones de dueños y bassets:
• El Basset y los niños
• Un terapeuta chaparrito.
• El Basset y los solteros
• El Basset y las parejas sin hijos
• El Basset y las personas mayores
• El Basset y las familias.
• El Basset y otros animales
El Basset y los niños: Este es un apartado especial, ya que (a excepción de una pareja sin hijos) todos los encuestados recomendaron ampliamente los bassets para los niños: es un perro que los adora, principalmente a los bebés. Es paciente y sumamente juguetón, y aunque no es guardián, cuida de ellos y nunca buscará lastimarlos. De hecho varios de los encuestados tienen niños que incluso han crecido con el basset y son los mejores amigos. Dado su carácter el basset es otra especie de niño más, se entiende perfectamente con sus compañeritos humanos: Jordan por ejemplo, es casi tan incansable como ellos y tolera bastante bien sus caricias rudas (que nunca sean con afán de lastimarlo), en el caso de Felipe y los sobrinitos de su dueña, son socios al momento de compartir bocadillos, o está Simón quien convive con un bebé de 14 meses. Incluso la traviesa Atenas hizo recobrar la confianza que su pequeño amito de cuatro años había perdido hacia los perros (en el pasado había sido asustado por uno). Está también Lola, quien prefiere estar al lado de su amita de diez años que al lado de los adultos. Como el dueño de Lola dijo: “la voz de los niños los atrae mucho”. Para los niños se recomiendan bassets de todas las edades, sólo que hay que tener cuidado con los extremos: un basset cachorrito podría ser lastimado accidentalmente por un niño, sobre todo si un adulto no supervisa a ambos (leer el recuadro sobre Algunas reglas para la sana convivencia entre niños y mascotas, que está más adelante), y un basset muy maduro será menos tolerante a los juegos y caricias bruscas y quizá se lastime al subir o bajar escalones o muebles. En cualquiera de los casos, siempre se recomienda la responsabilidad de los padres y la educación que ellos transmitan a sus hijos respecto al cariño, cuidado y respeto que su mascota requiere.
El Basset y los solteros: El basset está ampliamente recomendado para personas solteras. Incluso uno de los encuestados dijo que el pasear con un basset significa conocer a mucha gente interesante… No lo dudo, dada la simpatía que despierta esta raza: su aspecto amigable invita, literalmente, a que todo mundo quiera acercársele. Algunos de los encuestados son personas solteras y por lo mismo, disponen de TIEMPO para dedicárselo a su orejón. Uno de ellos incluso confesó experimentar una especie de “paternidad”, ya que el basset se convierte en alguien a quien uno desea cuidar y darle las mejores cosas; este tipo de personas suelen disponer de más ingresos para dárselos a su basset, ya se trate de collares, camitas, accesorios, platos especiales, etc. Para las personas solteras se recomiendan los bassets de cualquier edad, pero principalmente aquellos que superan el año de vida: debido a que estos solteros están fuera parte del día, conviene que tengan un basset mayorcito que sepa entretenerse solo durante ese tiempo. Recuerden que un cachorro requiere de atención continua que quizá no puedan darle y no sería bueno que se enojen porque el animalito hizo destrozos (en realidad exploró su entorno) o hizo sus necesidades dentro de casa.
El Basset y las parejas sin hijos: Como varios encuestados señalaron, el basset lo recomiendan a todo mundo. Las parejas sin hijos no son la excepción. Muchas veces se crea un vínculo muy especial entre ellos y su (s) basset (s), quienes suelen ser más que una mascota y se convierten en un miembro principal de su pequeña familia. Un basset les enseña a ser tolerantes por todas las “locuritas” que hacen (como alguien bien apuntó) y les hace reír y aprender muchísimo. Es un perro muy disfrutable y le encanta ser el centro de atención. Ahí tenemos a “Gonzalo”, un basset que rompe con todos los esquemas (aquellos estigmas de que los bassets “nunca aprenden ni obedecen”) y que aprendió durante sus primeros meses de vida al lado de sus humanos ni nada más ni nada menos que ¡26 comandos distintos! Algunos de ellos, son: “comer” (va a la cocina hacia su plato), “papá” (va hacia la puerta a buscar a su amo), “Morris” (va en busca de su hermano), “cara de oso” (increíblemente, ¡saca la lengua y arruga la cara!), y muchísimas otras cosas más, las cuales incluyen el sacar el juguete correcto de su canasta de acuerdo a la solicitud indicada. Para las personas casadas y sin hijos, se recomiendan los bassets de todas las edades, principalmente los cachorros, ya que disfrutarán mucho su crecimiento, travesuras y locuras etapa por etapa.
El Basset y las personas mayores: Aunque hubo encuestados que dudaron recomendar un basset a personas mayores dada la impetuosidad y fuerza que tienen (son perros bajitos pero robustos), el basset sí es recomendado a personas mayores, siempre y cuando éstas puedan valerse por sí mismas (incluso económicamente) y dispongan de la paciencia necesaria para manejar a este orejón tan especial. Para las personas mayores se recomiendan los bassets adultos, de preferencia mayores de cuatro años de edad: un basset de esta edad habrá terminado en parte su larguísima infancia y será un animal más calmado, sobre todo si tiene unos seis años. Resultará entonces un animal tranquilo, a quien la necedad no se le quitará (quizá se le acentúe), pero que no requerirá de paseos tan largos y que ya no querrá salir como bólido, sino que caminará al paso de su dueño. Un perro mayor es una estupenda compañía y siempre buscará estar echado cerca de uno. Lo que sí hay que señalar es que es muy factible que necesite más atención médica: se recomienda entonces revisiones semestrales por parte del veterinario (ver sección de Salud y Enfermedades); cumplida dicha rutina y aún cuando nuestro basset sufra achaques al igual que nosotros, por nuestra edad y padecimientos propios seremos más comprensivos y no será difícil tener también una rutina especial para sus tratamientos y posibles medicaciones.
El Basset y las familias: Esta es la combinación perfecta, ya que al basset le encanta estar rodeado de gente que lo quiere: sabe perfectamente que es el centro de atención y que recibirá de cada miembro un trato diferente y no por menos especial. Sabrá con quién jugar, a quién pedirle caricias, a quién hacerle bromas y por supuesto, a quién pedirle comida. Además de que siempre habrá alguien que lo defienda al cometer alguna “fechoría” (robar comida, mordisquear alguna cosa). Para las familias se recomiendan los bassets de cualquier edad, principalmente los que tienen más de ocho meses de vida, ya que será un animal más independiente e igualmente juguetón. En el caso de que deseen un cachorrito, los padres deberán tomar en cuenta de que lo más seguro es que ellos mismos tengan que educarlo, enseñarle dónde hacer sus necesidades, alimentarlo, bañarlo y limpiar y componer los pequeños destrozos que haga. Hay padres que no están dispuestos a encargarse de “un hijo más” y que se cansan y terminan por deshacerse del inocente basset. Cuidado con esto: como se indica en el recuadro de abajo, todos deben hacerse responsables de la mascota y NUNCA deshacerse de ella. Por otra parte un basset mayor (que pase de los seis o siete años, por ejemplo), requerirá tal vez de cuidados especiales (más visitas al veterinario, suplementos vitamínicos), por lo que si se decide adoptar a un basset adulto se recomienda que tanto los padres como los demás miembros se hagan responsables del cuidado de su mascota.
Pero sin importar la edad que tenga nuestro basset, siempre tendrá esa chispa y vitalidad característica y será, en todos los casos, el amigo animal más querido y simpático que uno pueda desear.
El Basset y otros animales: Los bassets, como se ha venido mencionando, poseen un carácter magnífico, que los hace excelentes compañeros no sólo de humanos, sino de compañeros de su misma raza o de otra diferente. Tratándose de perros que gustan de estar en jauría, no será raro que al ir caminando en la calle traten de hacer amistad con cuanto perro se topen, sin importar si es un Chihuahueño o un Gran Danés. Sólo hay que tener cuidado con aquellos perros (y personas) que no sean tan amigables y que rehúsen cualquier trato con nuestro orejón o incluso busquen lastimarlo. Pueden entonces convivir sin mayor problema con otros perros, tal es el caso de Lola, que convive con un Rottweiler o de Hércules, Tequila y Cleo, que comparten casa con un San Bernardo y un Bulldog. Por otra parte Ana, Lolita y Petrona, viven con una Collie, la cual se ha “abasseteado”, como dicen sus dueños y que incluso imita a sus amigas orejonas: “come como “bassetauro”, hace lo que quiere, cree que es extraordinaria y cuando le doy una orden incluso me mira con cara de basset ¡y eructa!… demasiados años con bassets”.
QUIÉN NO DEBERÍA TENER UN BASSET
Esta sección es un complemento de la anterior. Aunque se mencionan casi todas las combinaciones anteriores, no se hace de manera contradictoria, sino que se trata de indicar por qué en algunos casos no conviene tener un basset (o mejor dicho, no le conviene al basset vivir con uno).
• El Basset y los niños.
• Algunas reglas para la sana convivencia entre niños y mascotas
• El Basset y (algunos) solteros.
• El Basset y (algunas) parejas sin hijos.
• El Basset y las personas obsesivas con la limpieza.
• El Basset y las personas impacientes.
• El Basset y las personas que “mueren” por tenerlo.
• El Basset y las personas mayores.
• El Basset y otros animales.
El Basset y los niños: Dada su baja estatura y cuerpo alargado, muchos niños se sienten tentados a montarlo como caballito y a jalarle las orejas. Al respecto, la MVZ Certificada Mónica Vallejo nos dice: “La columna canina está diseñada para cargar cierto peso, el de su cuerpo, así que se PROHIBE TERMINANTEMENTE montarlo, ya que podemos causarle lesiones serias como protusión de discos intervertebrales. Se prohíbe también jalar la cola (es una extensión de su columna) o sus apéndices (orejas o genitales), no solo porque también se puede lastimarlo, sino porque el basset puede confundir esto como una conducta de agresión (de hecho lo es), y puede protestar y llegar a lastimar a quien lo está agrediendo”. Se ha señalado que el basset NO es agresivo. Cierto, pero su paciencia tampoco es infinita y no es posible que admita el maltrato.
En una anécdota contada por una dueña de bassets, nos dijo que su niño se lanzó sobre un basset dormido, cuando ella le había advertido que nunca se debe perturbar el sueño de un animal; como resultado de tal brusquedad el sorprendido basset mordió al pequeño, quien aprendió así una ruda lección.
NUNCA permita que sus hijos maltraten a un animal, empezando por su propio basset u otras mascotas: debe saber que la gran mayoría de las personas que cometen delitos (incluyendo el asesinato) tienen antecedentes de maltrato y crueldad contra los animales.
El Basset y (algunos) solteros: Así como se ha señalado que las personas solteras disponen de más tiempo y recursos para su basset, también puede ocurrir que tengan un estilo de vida nada hogareño y que casi nunca estén en casa. Los bassets, es necesario recalcarlo muchas veces, son perros a quienes no les gusta estar solos por largos periodos de tiempo. Un basset solitario se convertirá en una sirena de aullidos y ladridos que molestarán a todo el vecindario o que hará los destrozos más variados, desde pequeños enseres hasta destrozar muebles (dato verídico). Si usted es soltero (a) pero no tiene tiempo más que para su trabajo y para sí mismo, por favor NO adquiera un basset. En ese caso opte por una planta (y aún así, cuídela, por favor).
Por otra parte, una advertencia para los solteros que están por cambiar de estatus: verifiquen que a su pareja o a donde van a mudarse acepten perros, en especial los bassets. Por desgracia no es raro recibir reportes de gente que está por casarse y que la novia o el novio no tolera al perro y quieren deshacerse de él. O que a donde van a mudarse no aceptan animales. Recuerde: NUNCA ABANDONE A SU BASSET, YA QUE USTED ES TODO SU MUNDO.
El Basset y (algunas) parejas sin hijos: Me refiero a aquellas personas que deciden tener un perro para “ensayar” la idea de tener un niño. Son las clásicas personas que antropomorfizan a su perro, esto es, que lo tratan como a una personita (mimándolo en exceso y a la vez regañándolo como a un niño). Esto siempre es en detrimento del animal (ver el artículo de “Mi perro, ¿mi niño?” en www.alrescate.org ). Y lo que usualmente ocurre es que cuando tienen sus propios hijos, descuidan a su basset (lo relegan al jardín o azotea y hasta se olvidan de alimentarlo) o terminan por abandonarlo en un albergue o regalarlo a quien sea. UN BASSET ES PARA TODA LA VIDA y siempre debe ocupar un lugar especial en la familia.
El Basset y las personas obsesivas con la limpieza. Importantísimo. Si usted pertenece a alguno o varios de los siguientes patrones:
• No le gusta que los animales vivan dentro de casa
• No le gusta que estos le brinquen encima
• No le gustan los perros que ladran mucho o que tienen un ladrido fuerte y profundo
• No le gusta limpiar babas, lagañas, vómito, heces u orina
• No le gusta que su mascota se suba a los muebles (cama, sofá)
• No le gusta tener que limpiar o barrer pelos sueltos
• No le gustan los perros que (valga la redundancia) “huelen a perro”
• No le gusta que su perro le roce con su cuerpo (por aquello de los pelos, babas y la mugre).
• O si piensa que un basset es “sólo un animal”….
Nunca tenga un basset (y quizá ningún perro, gato u otro mamífero). El basset, definitivamente, NO es para usted.
El Basset y las personas impacientes. Otro punto clave. Todos y cada uno de los encuestados han confirmado lo ya dicho en la literatura sobre la raza: los bassets son perros necios, testarudos, tozudos. Si lo que está buscando es un animal obediente, que aprenda fácil y rápidamente cosas varias (desde comandos básicos –siéntate, camina, etc.-, hasta trucos como “dar la patita”), el basset tampoco es para usted. Y si aunado a esto es de las gentes que se desesperan con facilidad, que se enojan cuando las cosas no están en su lugar, que se altera porque por enésima vez el basset bajó las cosas de la mesa (cosas que ahí sigue usted dejando a su alcance… ¿quién es el necio?), que ya se hartó de que siempre se suba al sofá a pesar de haberlo bajado cientos de veces, que le fastidia tener que lidiar con un animal que continuamente reclama atención… Por favor, no tenga un basset. Van a sufrir mucho ambos, sobre todo el pobre orejón que no tiene la culpa de ser tan testarudo.
El Basset y las personas que “mueren” por tenerlo: Este apartado es un poco difícil de explicar y tiene mucho que ver con aquellos bassets que son abandonados, descuidados o que nunca encuentran un hogar permanente. Hay personas que ven un basset, ya sea en vivo o en un anuncio de zapatos y se enamoran de la raza. Buscan fotografías, indagan en internet para saber dónde obtener uno, compran figuritas de la raza (cerámica, resina, muñecos de peluche), o incluso se reúnen con personas que tienen un basset. Todo esto está bien y no es criticable: muchos dichosos dueños de bassets han pasado por un proceso similar. El problema está en que algunas personas a las que hago mención no están realmente preparadas para tener uno. Incluso están aquellas que no se dan cuenta de que solamente están atraídas por el aspecto de un basset, por sus orejas pendulosas, por su característico andar, por su cuerpo alargado, por sus ojos dulces y de aspecto tristón o por su aspecto de eternos cachorros… pero nada más. Muchas veces no están interesadas o preparadas en lidiar con la necedad de la raza, con los pelos sueltos, con las babas, con el olor, con la dependencia hacia sus dueños y con otras características que son el pan diario de quien posee un basset. Lo malo es que en cuanto estas personas se topan con todo esto, deciden deshacerse del basset. Se aconseja entonces leer el apartado que sigue a esta sección y que se titula Desventajas de tener un basset, con el fin de que estas personas dejen el romanticismo a un lado y sean también realistas al momento de querer tener un perro de esta raza. Una persona que no está dispuesta a lidiar con todo lo que implica tener un basset y que se ha descrito a todo lo largo de esta guía, debe abstenerse de tener uno: muchos casos de abandono o rechazo a un basset tienen que ver precisamente con expectativas falsamente idealistas o irreales respecto a esta raza.
El Basset y las personas mayores: No es una contradicción este apartado: un basset sí puede ser una estupenda mascota para una persona mayor, con la excepción de que:
1) dicha persona padezca de algún impedimento para caminar bien (artritis, invalidez, fracturas varias, problemas degenerativos del sistema óseo o en articulaciones), ya que no podrá sacar a pasear a su basset o éste tironeará tanto que podría tirar y lastimar a su dueño,
2) la persona se vea imposibilitada para atender las necesidades más básicas del animal (alimentarlo, darle de beber, asearlo)
3) la persona no tenga la fuerza suficiente para controlar al animal (ya sea al pasearlo o si éste le brinca encima)
4) la persona no cuente con los recursos económicos para atender a su perro.
En cualquiera de los casos anteriores, tampoco se recomienda tener un basset.
El Basset y otros animales: Los bassets, como se ha venido diciendo, son perros simpáticos y extremadamente cariñosos. Suelen llevarse bastante bien con otros perros salvo las siguientes excepciones:
• Cuando un macho (o incluso hembra) no está esterilizado tiende más a jerarquizar (dominar) a otros perros, sobre todo cuando ya se han apareado alguna vez (atención: ver apartado sobre Esterilización). Hubo varios testimonios de dueños de bassets machos dominantes que no toleran la presencia de otros machos, sean de la raza que sean o de alguna raza en específico y llegan incluso a ser agresivos. Otro motivo más para esterilizar a nuestro basset.
• La competencia: aunque son perros que originalmente andaban en jauría, podrán pelear entre ellos cuando se trate de alcanzar un premio o presa (me refiero por ejemplo a las competencias de rastrear conejos que están a salvo en una jaula o incluso a la pelea por un bocadillo o juguete).
• Otros animales, sobre todo si son más pequeños que él: esto es de suma importancia para aquellos que tienen otras mascotas pequeñas en casa y son de diferente especie (reptiles, aves, roedores). El basset es un sabueso innato cuyos instintos aflorarán a la primera oportunidad y perseguirá a “presas” más pequeñas que él, causándoles daño o incluso la muerte. MUCHO CUIDADO si tenemos otro tipo de mascotas, ya que lo más seguro es que no se lleven: mejor resguardémoslas en un lugar seguro y evitemos “experimentar” para “ver si se llevan”, pues se acarrearán consecuencias funestas. Alertemos a nuestros niños de NUNCA llevar a cabo dichos experimentos.
VENTAJAS DE TENER UN BASSET
Las ventajas de tener un basset, como se verán a continuación, son muchas, y están basados en el testimonio directo de dichosos dueños de bassets. Por supuesto, alguien que ama a su perro y lo acepta como es, destacará sus principales cualidades.
• Un basset nunca te desprecia.
• Son alegres.
• No son agresivos.
• Se entregan por entero.
• Son muy inteligentes.
• Son excelentes compañeros.
• Te hacen reír: son muy divertidos.
• Son sociables.
• Son muy tiernos y cariñosos.
• Son compatibles con los niños.
• Son carismáticos.
• Son hermosos.
Un basset nunca te desprecia: Sea cual sea el carácter de su amo, el basset siempre da compañía y fidelidad: así le hayan llamado la atención por alguna travesura, siempre buscará estar cerca. Por otra parte, si usted ha tenido un día malo, el basset lo presentirá y se acercará con cuidado para confortarle y hacerle sentir el rey del mundo. Como comentó el dueño de Cleo: “a veces siento que (mi basset) me lee, sabe cuando estoy de buenas o de malas. Antes tuve otros perros y nunca me encontré la personalidad que tienen estos orejones… es como tener otra hija o hermana”
Son alegres. Aunque hay quien piensa que es un perro de expresión triste, el basset tiene un espíritu enorme que lo hace disfrutar la vida en toda su extensión: son sumamente alegres y optimistas y cada día ofrece nuevas oportunidades para realizar muchas cosas interesantes y es este entusiasmo que contagia a sus humanos y que a su vez, los hace felices también. Al regresar a casa después del trabajo, ofrecerán toda una fiesta de bienvenida que hará que su cansado amo se sienta querido y confortado ante tales demostraciones de cariño y alegría pura: “son tan testarudos que terminan por ganarse tu corazón”, como alguien mencionó.
No son agresivos. Hay otras razas que por naturaleza son desconfiadas o que tienden a la agresividad (ver el apartado inicial de Neotenia y los bassets), pero salvo contadas excepciones, los bassets son amigueros por naturaleza y buscan siempre la amistad humana o de otro compañero animal, razones por las cuales son ampliamente recomendados para familias. Raramente morderán a alguien (si lo hacen es porque han sido maltratados y no confían mucho en la gente) y muchas veces lo harán jugando, sobre todo si son cachorros.
Se entregan por entero. Esta raza da amor incondicional, porque como mencionó una de las personas de la encuesta “él te cuidará y acompañará siempre”. Son perros adaptables y tolerantes con sus humanos, poseen una sensibilidad especial y aunque pareciera que viven para autocomplacerse, en el fondo lo que más desean es tener felices a sus humanos y darles todo su corazón.
Son muy inteligentes. Como alguien de la encuesta dijo: “son como Einstein”, haciendo alusión al genio físico matemático que en su infancia fue considerado con bajo coeficiente intelectual. El basset es un perro testarudo y no siempre obedece órdenes, razón por la cual hay gente que duda de su inteligencia… Pero, ¿qué mayor prueba de inteligencia que la de un perro sibarita como el basset que decide elegir a qué obedecer y a qué no? Son perros que planean muy bien sus acciones (así sea robar bocados o juguetes o incluso, usurpar camas) y que transmiten muchas cosas con la mirada y que sólo se interesan en aquello que ellos deciden que vale la pena. A Frodo, por ejemplo, le gusta estudiar los rostros de los cuadros que están en la pared de la sala, pero cuando se siente observado por sus dueños, de inmediato deja la mirada perdida, como si no viera nada. Otro ejemplo es Gonzalo, de quien ya se habló y quien entiende 26 comandos distintos, uno de ellos consiste en que cuando su dueña le pregunta “¿no pipí?”, (si orinó la maceta) y él brinca y ladra: significa que no lo hizo y se dirige a la maceta para demostrarlo y esperar su premio; si al contrario, lo hizo, se agacha y se esconde debajo de la mesa.
Son excelentes compañeros. Son perros muy apegados a sus dueños, y siempre están al pendiente de los mismos: así estén en medio de una siesta, se levantarán de inmediato si su amo se pierde de vista y buscarán estar siempre cerca de él, esté haciendo lo que esté haciendo (“son franelitas”, dijo un encuestado). Con un basset se tiene un vínculo especial, no sólo para comer y darle un bocado, sino para reír con todas sus ocurrencias (“dan alegría al hogar”, dijo una encuestada), para tomar largas caminatas o cuando uno está triste, ellos lo perciben y se hacen solidarios: tratarán de hacerlo reír a uno o lo empujarán con la pata o con el hocico como diciendo: “hey, no olvides que me tienes a mi”.
Te hacen reír: son muy divertidos. Dijo el dueño de Lola: “Siempre te reciben con gran felicidad, con muchos lengüetazos y a veces te muerden los tobillos para que no te vayas… es comiquísimo”. Un basset tiene un rostro tan expresivo que hará gestos varios que te divertirán mucho. O correrán de improviso para ver tus reflejos, o harán cosas tan suyas que no podrás reprimir una sonrisa: Cleo, por ejemplo, cuando era época de lluvia y su cobija se mojó, ella diligente y graciosamente la sacó de su casa para no mojarse, como nos contó su dueño. Es necesario para ello tener buen humor, ya que de plano se apropian del mejor sofá o incluso de tu cama. Alguien comentó que “nunca te van a faltar anécdotas que contar… desde lo que comen, cómo se acuestan, cómo saludan, cómo viajan…”
Son sociables. Son perros que saludan y quieren a todo mundo. Rara vez serán agresivos con una persona, a menos que asocien a dicha persona con un recuerdo que les cause temor o con un recuerdo negativo. Sólo se supo que unos cuantos bassets llegan a ser dominantes y hasta ariscos con otros machos, pero fuera de ello les encanta la gente y otros perros.
Son muy tiernos y cariñosos. Como dijo una de las personas encuestadas respecto a la pregunta de por qué tener un basset y no otra raza: “es muy fácil de contestar cuando te das la oportunidad de convivir unos instantes con ellos”. Este cariño lo dan en grandes dosis sobre todo si uno está triste, ya que será sensible y casi preguntará qué nos pasa, se recargará o nos lamerá para confortarnos. Incluso si uno está enfermo, nuestro basset lo percibirá, aún cuando no está dentro de las razas que se usan como animales de terapia: así lo mencionó una de las personas de la encuesta al mencionar cómo su basset detectó que algo andaba mal en su humano y “avisó” a la familia que había un problema.
Son compatibles con los niños. Muchas de las personas encuestadas tienen niños, los cuales han crecido con estos bassets (incluso una de las encuestadas tuvo esta raza desde niña): los bassets adoran a los niños y se entienden perfectamente bien con ellos, de acuerdo a varios testimonios que ya se han ido comentando. Teniendo los cuidados necesarios (ver la sección de El Basset y los niños) pueden ser los mejores amigos del mundo.
Son carismáticos. Más de una persona expresó que es un perro que expresa muchas emociones (“al que sólo le falta hablar”, como ya se mencionó) y que son casi como personas (sin afán de antropomorfizarlos). Tienen un garbo especial y un lenguaje corporal tal que expresan un sinfín de emociones –son muy ocurrentes- y que dejan maravillados a más de uno. Esto hace que sean sociables y bonachones y literalmente conquisten a cualquiera con su forma de ser, juegos y camaradería. Como el dueño de Ayron comentó: “tienen triple identidad, ya que en la calle –las personas- pueden decir: a) ¡mira un perro salchicha!, b) ¡mira un Hush Puppies! (sí, ya sé que no son zapatos), o c) mira… (qué bonito, qué travieso, qué guapo…o ¡qué caro!), comentarios que nos hacen ser padres orgullosos, perdón, dueños orgullosos de estos canijos orejones”.
Son hermosos. Esto es algo en lo que todo mundo estará de acuerdo. El basset es una de las razas que siempre llama la atención por su porte, colorido, ojos expresivos, orejas pendulosas, cola en alto y garbosa, pelo lustroso y aire simpático.
DESVENTAJAS DE TENER UN BASSET
En esta sección, más que describir a las “desventajas” que representa tener un basset, más bien quisiera referirme a aquellas características tan comunes en tantísimos bassets que para algunas personas pudieran significar un impedimento para tener un basset porque no están preparados (ni interesados) en lidiar con lo siguiente:
• La necedad.
• ¿Es un perro guardián?
• El olor.
• Las babas.
• Los celos.
• La demanda de atención (posesividad).
• Los ladridos y aullidos.
• Brincos y rasguños.
• Las heces.
• Las enfermedades.
• Alergias.
• Gastos.
• Salidas (de los dueños).
• Para los que viven en lugares pequeños.
La necedad: Esto es algo que todos los dueños de bassets señalaron, no propiamente como una desventaja, sino como una característica muy propia de la raza y que puede sacar de quicio a aquellos que no sean precisamente pacientes o aquellas personas que son impositivas u obsesivas con el orden (ver sección Quien no debería tener un basset) y que quieren que su mascota siempre les obedezca. El basset no se caracteriza por ser obediente. Así de simple, y no debe nunca confundirse con desafío o peor aún, falta de inteligencia.
Contrario a esto, hay que subrayar que los bassets son sumamente inteligentes, tanto así que son independientes y acostumbran hacer lo que ellos desean cuando así lo estiman conveniente. Se ha dicho desde un inicio que son perros sumamente bonachones, así que sería bastante raro que el basset sea agresivo y se rehúse a obedecer sólo por desafiar a su amo . Es entonces que cuando un basset no obedece una orden, ignora a su amo (cuando lo llama o lo regaña o le pide que deje de hacer alguna travesura), o se rehúsa a jugar, sólo se está comportando como cualquier otro basset.
Por tanto, si usted quiere un perro obediente, o que obedezca siempre o a la primera orden, nunca adquiera un basset.
¿Es un perro guardián? Los bassets poseen un ladrido fuerte y penetrante que puede intimidar a más de uno… pero hasta ahí. Los bassets no son guardianes en lo absoluto, así que si pensaba en adquirir un perro para cuidar su propiedad, olvídelo: lo más seguro es que haga migas con los extraños y los ladrones.
El olor: Esto es un apartado especial, porque es algo que casi nunca, con seguridad, se mencionará en sitios de internet sobre la raza o incluso en la literatura sobre la misma. Cuando más se dirá que tienen un olor especial y que son perros de jauría… y hasta ahí la pista. La realidad es que los bassets, como buenos sabuesos, tienen un olor un tanto penetrante, más que otras razas y por desgracia, no es raro que haya personas “delicadas” que se resistan a que su basset viva dentro de casa por “sucio y apestoso” y se deshagan de su pobre orejón o lo releguen al jardín. Debido a su origen, los bassets poseen un pelaje liso y especial que es protegido por aceites naturales producidos por glándulas de la piel para repeler el polvo y la lluvia, y esto es la causa principal de su olor característico. En una ocasión leí en una página de internet el correo de una persona que quería saber cómo disminuir el olor de su orejón. La respuesta fue la siguiente: bañarlo… ¡diariamente! Pobre basset. Los baños (ver sección correspondiente) efectivamente reducen el olor… durante varios días, pero tampoco se aconseja bañarlos frecuentemente (a excepción de que se traten de baños medicados recomendados por el veterinario debido a una afección en la piel), ya que los bassets tienen una piel delicada y se les podría irritar y causarles una afección (ver sección de Enfermedades de la piel).
Por otra parte, se debe mencionar que si se les deja sin bañar durante muchas semanas, es bastante posible que el roce de su cuerpo deje marcas de mugre en su sitio de dormir e incluso en muebles y paredes. En cambio, los baños de sol ayudan a paliar con el olor, siempre y cuando no sean tan prolongados (ver sección de Cáncer de la piel) y el cepillado ayuda un poco. También sirve de mucho el limpiar y lavar con frecuencia sus camitas, recubrimientos y fundas de los sillones donde duerman. Pero jamás espere que el olor desaparezca por completo: debe saber que a los encuestados este punto no les importa mucho que digamos y no es raro que incluso duerman en la cama de sus dueños. Como conclusión, si usted quiere un perro que no “huela a perro”, olvídese del basset.
Las babas: Punto clave que tampoco se menciona mucho cuando se habla de la raza. No es que esta raza babee y jadee todo el tiempo (a menos que esté agitado por la emoción, el juego o el ejercicio), pero por ejemplo, si el basset ve o huele algo apetitoso (cuando se cocina, se le va a dar de comer o se abre esa misteriosa caja mágica llamada refrigerador –heladera-), comenzará a salivar y la baba formará gruesos hilos que caerán al piso… para horror de las personas obsesionadas con la limpieza y el orden. Pero hay situaciones peores, y es cuando el basset sacude su cabeza… y las babas aterrizan en los muebles o en la ropa o cara de su dueño. Esto último es más común cuando se les lleva de paseo, así que se aconseja que cuando el basset se detenga repentinamente y estire su cabeza, se tomen precauciones para esquivar esos ramalazos de baba.
Otra forma en que el basset babea es al beber agua, pues no sólo lo hace de forma ruidosa, sino que es posible que la derrame un poco y no es raro que al terminar se acerque hasta donde está su amo, sacuda su cabeza… y lo “bañe” de babas. Y eso no es todo, porque incluso es posible que frote su hocico contra las piernas de su amo o los muebles de la sala o living para secarse. Todo esto sonará horrible para quien no tiene un basset o para quienes tienen fijación con la limpieza en sus casas y posesiones, pero para un dueño de basset esto es pecata minuta y es el pan de todos los días… es algo que aceptarán con buen humor y que pocas veces les causará aversión o desavenencias.
Los celos: Aunque los bassets son perros de jauría y muy sociables con otros perros, pueden ser celosos cuando se trata de recibir caricias y atención. Disputarán por ser los únicos en recibir atención de sus humanos favoritos e incluso lanzarán algunos mordiscos de advertencia a los otros perros que también quieran ser acariciados. No es algo que deba asustarnos, sino que se debe tomar en cuenta que el basset suele sentirse el centro de atención (por su simpatía, por las bromas perrunas que acostumbra hacer) y que ocasionalmente, llegue incluso a haber pequeños zafarranchos o gimoteos con tal de ser el único en ser acariciado. Otro punto de celos es respecto a la comida: cuando el basset come, “desconoce”, esto es, su comida es sagrada y aunque tolere bastante bien que su dueño meta la mano en su plato, no ocurrirá lo mismo con otros perros.
La demanda de atención (posesividad): Aunado a lo anterior, los bassets son muy dependientes, así como posesivos e insistentes en cuanto a llamar la atención. Es posible incluso que usted no pueda hacer pequeñas tareas (estar leyendo en su sofá favorito, haciendo labores de casa o trabajando sobre una mesa) sin que llegue su basset y lo empuje con el hocico, se recargue en usted, le rasguñe para llamar la atención o de plano le brinque encima para hacerse notar. Esto es algo con lo que cotidianamente viven los dueños de bassets y suelen disfrutar: como uno de los encuestados dijo “me sigue mucho, ¡hasta parece mi sombra!” Aunque también hay que señalar que hay bassets más demandantes que otros (debe haber unos cuantos que tal vez “se comporten”, y es posible que un buen porcentaje de éstos tengan dueños estrictos o fríos). Si usted es una persona poco afecta a demostrar sus emociones o a recibir efusivas muestras de cariño (los rasguños de un basset también se consideran como tales), o si detesta a los perros “encimosos” y demandantes, olvídese de tener un basset.
Los ladridos y aullidos: A lo largo de este texto se ha mencionado que el basset tiene una voz potente y melodiosa. Ladran cuando están contentos o cuando llaman la atención, algunos (no todos) ladran a los extraños y también ladran a las visitas (a manera de ruidoso pero afectuoso mensaje de bienvenida). Aunque así lo pareciera, no son perros que “aúllen a la luna”, sino que el aullido lo producen cuando están tristes porque no se les hace caso (muchas veces sólo gimotean sin cesar) o porque sus dueños no están en casa. Esto último puede ser un serio problema para aquellos que tienen vecinos que no amen precisamente dichas manifestaciones operísticas y puede ocasionar, en consecuencia, enemistad con ellos o hasta disputas. Como no tiene caso vivir así, se aconseja que se tomen las medidas necesarias para corregir este problema (ver la sección Problemas de conducta en el basset y soluciones posibles) en vez de considerar en deshacerse de su orejón. Eso sí, si a usted mismo no le gustan los perros ladradores (muchísimos lo son) y menos los que tienen un ladrido penetrante, tampoco adquiera un basset.
Brincos y rasguños: No todos los bassets lo hacen y como se ha visto en la sección de Salud y enfermedades, tampoco conviene mucho que lo hagan. Sin embargo, la realidad es que muchos de ellos adoran saltar sobre uno y gustan también de clavar sus gruesas uñas en nuestras piernas. No es raro escuchar decir a un buen número de dueños de bassets que tienen varios moretones y magulladuras en las piernas y/o espalda. Con tal de demostrar efusividad (“¡tanto tiempo sin verte!”, parecieran decir… así sean unos cuantos minutos de ausencia), brincarán sobre sus dueños e incluso les rasguñarán las piernas o la espalda. Son perros efusivos, sin duda. Aunque puede educárseles para que no hagan esto, pocas veces se consigue. Claro, hay que aclarar que no todos lo hacen.
Las heces: Se ha dicho que son una especie de perros grandes con patas cortitas, lo cual tiene también otro significado: son perros que van varias veces al baño y hacen gran cantidad de heces fecales (aviso importante para los quisquillosos). Debe tomarse esto en cuenta sobre todo si se vive en un departamento o si no hay un patio donde puedan hacer sus necesidades. Algo más, a un basset no le gusta ir al baño a un lugar que está sucio (así se traten de sus propios desechos), por lo que si este espacio es reducido, no será raro que haga en otro sitio… como el interior de la casa.
Las enfermedades: Aunque es cierto que un basset bien cuidado, que lleva una dieta sana (tiene el peso adecuado), hace ejercicio, (ver sección Cuidados que requiere un basset), es amado y es el centro de atención (creo que esto último lo escribió un basset), será sano por muchos años. Pero también es cierto que, al igual que la inmensa mayoría de los perros de raza, son propensos a ciertos padecimientos (ver sección de Salud y enfermedades), ya sean congénitos o por la edad, falla en los cuidados o alimentación no adecuada. Esta propensión (la cual puede conllevar gastos fuertes) puede ser motivo para que alguien que desee adquirir un basset se rehúse a hacerlo.
Alergias: Respecto a las personas que padecen alguna alergia, lo que se recomienda es que acudan a un alergólogo u otorrinolaringólogo para saber qué tipo de alergia se padece (es decir, a qué), ya que puede haber alergias de tipo alimentario que nada tengan que ver con el basset. En dado caso se recomienda lavarse las manos (e incluso la cara) con frecuencia y tomar el medicamento prescrito durante el tiempo que indique el médico (aparte de antihistamínicos, también existen vacunas especiales). Hay que tomar en cuenta que algunos médicos prohíben tener mascotas, lo cual queda a consideración del lector: yo padezco de una alergia controlada con medicamentos y puedo convivir perfectamente con mis animales de compañía. Como ya se indicó en el apartado de Enfermedades de la piel de la sección de Salud y enfermedades, existen también champús especiales para perros con dueños alérgicos. Pero si usted o alguien de su familia padece de una alergia y tienen sus dudas respecto a adquirir un basset, mejor no lo adquiera: el consenso debe ser de acuerdo mutuo para evitar daño al basset (relegarlo, descuidarlo o abandonarlo).
Gastos: Como dijo una de las encuestadas (y que por cierto tiene varios bassets): “se gasta más dinero que con otra clase de perros”, lo cual es cierto: se gasta en champús especiales, en corte de uñas, en comidas especiales (si se compra de una marca en especial por mayor calidad, por dieta o por un padecimiento especial), en consultas, y a partir de los seis años de edad, es un perro que como dijo una de las encuestadas “da más trabajo que otras razas” (ver sección de Salud y enfermedades). Si bien esta misma persona manifestó que todo el dinero invertido en un orejón lo vale total y absolutamente, todo esto debe también tomarse en cuenta al momento de adquirir un basset.
Salidas (de los dueños): Un punto interesante: una de las encuestadas manifestó ver sus salidas limitadas porque como el basset es un perro grande –ya se explicó por qué-, no se le puede llevar escondido a varios sitios (restaurantes, hoteles, etc.). En el caso de salir (de viaje), se recomienda encargar con alguien a nuestro basset, sea un familiar de confianza o una pensión (muchos veterinarios cuentan con este servicio), lo que implica un gasto extra.
Para los que viven en lugares pequeños: Es una realidad que cada vez es más frecuente vivir en una casa o en un departamento que sean pequeños. El basset es un perro bajito y alargado que puede adaptarse, como ya se ha dicho, a vivir en cualquier lugar… pero a veces el dueño no está muy de acuerdo. Ocurre que un basset ocioso que viva en un lugar pequeño tendrá más a la mano todo: objetos personales de sus dueños, mesas de centro bajitas (mesas ratonas), etc., y será más dado a echar guante de ello. Otro problema puede ser que las paredes del lugar donde vivimos sean compartidas con las de los vecinos y que ellos escuchen claramente los fuertes ladridos, gimoteos o aullidos de nuestro basset. Algo más a considerar al vivir en un lugar pequeño, es que el basset “tropezará” continuamente con sus dueños y si nos encontramos de frente en un pasillo estrecho, por ejemplo, o pasa el basset o pasamos nosotros… y lo más seguro es que el basset pase primero, pues son obstinados. En caso de que nosotros seamos los obstinados, debemos tomar en cuenta de que el basset no podrá darse la vuelta, dado su cuerpo alargado, y tendrá que caminar “en reversa”. Esto suena gracioso, pero quizá no lo sea mucho si estamos apurados por salir de casa o por contestar el teléfono y el basset se nos atraviesa. Se ha dicho que son como una sombra, así que querrán seguirnos a todos lados, atravesándosenos o interponiéndose en el camino. Todo lo mencionado en este apartado no es para desanimar a nadie, sino para que se tenga muy en cuenta al vivir con un basset.
PROBLEMAS DE CONDUCTA EN EL BASSET (y soluciones posibles)
Todo basset es adorable, pero también tienen su “talón de Aquiles” y pueden ocasionar desavenencias, enojos y desesperación a sus dueños. Se mencionarán a continuación cuáles son los principales problemas de conducta que puede haber en un basset y algunas soluciones para ello. Aunque son perros testarudos que no obedecen a la primera orden, es de bastante utilidad el llevar a nuestro orejón con un entrenador serio, responsable y calificado (preguntar a nuestro veterinario, a otros dueños de perros y pedir referencias) o consultar a un etólogo canino (especialista en conducta) para sortear mejor los problemas de comportamiento que puedan presentarse.
• La dependencia.
• Enseñarle a ir al baño (donde debe).
• Correr como loco… a saludar a un amigo.
• Viajes en coche (mareos, babas y brincos).
• Los aullidos, gemidos y lloriqueos.
• Los saltos y rasguños.
• ¿Un basset cascarrabias?
• Los hurtos misteriosos (el basset glotón).
• La necedad.
• La curiosidad (destrozos).
• La coprofagia (ingestión de heces).
• El basset maltratado.
La dependencia: Como ya se mencionó, los bassets son bastante dependientes, pero como uno de los encuestados dijo: “(eso ocurre) en la medida que (como dueño) lo permitas”. Cleo, por ejemplo, siempre está tratando de llamar la atención, pero si ve que su dueño está ocupado en otra cosa y la ignora, buscará otro entretenimiento. Un basset también puede ser dependiente y excesivamente encimoso por aburrimiento. Si no encuentra nada interesante que hacer o si nunca se juega con él, buscará a como dé lugar hacerse notar e incluso será lo que el dueño de Petrona llama “basset POC” (posesivo, obsesivo, compulsivo).
Soluciones posibles.- Establecer horarios de juego, en donde haya una palabra o frase clave que le haga saber que se le dará toda la atención (“busca tu pelota”, “¡vamos a jugar!”, etc.). Si usted está ocupado, también debe haber una frase especial que indique que no hay juego: “no”, “quieto”, “abajo”. Debe decirse con voz ronca y firme, al tiempo que se le aparta sin lastimarlo. Se le deben dar también algún juguete para que se entretenga: una pelotita de goma hueca con croquetas adentro, una botella de plástico (Feli adora aplastarlas; una indicación: retirar las etiquetas y tomar en cuenta que con este juguete hará ruido), siempre y cuando no sean los juguetes con los que sólo jugamos con él. O sacarlo un rato al patio o jardín (si estos son muy pequeños, no se recomienda porque será contraproducente: si siente encierro o es por tiempo prolongado, comenzará a sentirse solo y a gemir). Si hay mucha ansiedad, convendrá (ni modo) sacarlo a pasear un rato; piense que al menos usted también se libera un momento de las tensiones y preocupaciones.
Enseñarle a ir al baño (donde debe): Esto es algo con lo que todo dueño debe lidiar, y antes que nada se recomienda disponer de tiempo y de paciencia (mucha), para que nuestro basset aprenda. Tenga confianza de que así será y también de que los adultos aprenden con mayor facilidad que los cachorros.
Soluciones posibles.- Desde que el basset pisa nuestra casa (cachorro o adulto), hay que llevarlo al lugar que previamente hemos destinado para que haga sus necesidades (patio, jardín, etc.), ya que con la emoción inicial de estar en un lugar nuevo, es posible que le den ganas de orinar. Estemos cerca de él sin presionarlo y esperemos un rato. Una vez que lo haga, hay que premiarlo con caricias y palabras. Él se volverá a olisquear sus desechos y eso estará bien, porque aprenderá que ahí es donde debe hacerlos. De no hacer esto se corre el riesgo de que “le gane” dentro de casa e identifique ese lugar como el correcto… y continúe haciéndolo ahí. Ahora bien, si esto ya ocurrió, no desesperemos: si lo pescamos en el acto, hay que reprenderlo sólo con palabras (“no, eso no se hace”), enseguida colocaremos papel periódico (u otro absorbente) sobre los orines hasta que los absorba, de inmediato limpiaremos perfectamente ese lugar (nunca con productos a base de amonio, pues la orina los contiene y el efecto es contrario a lo que se desea) y llevaremos el periódico mojado (o los desechos sólidos) al lugar donde nuestro amigo debe hacer sus necesidades, para que con el olfato lo identifique como “el lugar”. NUNCA le restriegue el hocico contra los desechos, pues aparte de ser una acción bastante tonta no conseguirá más que el perro le tenga miedo y que haga del baño a escondidas… donde no debe.
Correr como loco… a saludar a un amigo. Los bassets son amistosos por naturaleza y cuando salimos con ellos y ven a otro perro, seguramente querrán acercarse a saludarlo… a veces jaloneando a su dueño y con riesgo de que ambos sean arrollados.
Soluciones posibles.- Esto no lo hacen todos los bassets, pero si el nuestro sí, debemos tener meter parte del brazo dentro de la agarradera de la correa y afianzar el resto de la misma a nuestra mano y muñeca. Si nuestro basset jalonea, tirar hacia abajo y darle una orden (“¡alto!”, “¡detente!”) y ser firmes tanto con nuestra mano como con nuestra orden. Una vez que obedezca (y si consideramos que es seguro acercarse al otro perro), caminemos hacia el amigo canino deteniendo a nuestro a nuestro basset si intenta correr de nuevo. Conviene entonces enseñar (con los bassets hay que hacer repeticiones múltiples, porque sí aprenden) comandos básicos cuando estemos paseando con ellos: “alto”, “camina”, “ven”, “vamos”, “sube”, “baja”, etc. En dado caso conviene también acudir con un entrenador profesional para que nos enseñe a educar a nuestro basset. Respecto a esto último, como recomendación especial debemos acompañar a nuestro perro a los entrenamientos, ya que de lo contrario es posible que sólo obedezca al entrenador y no a nosotros.
Viajes en coche (mareos, babas y brincos): Hay bassets que se marean en coche, otros que detestan viajar en él y otros más que lo disfrutan tanto que se la pasan saltando de una ventanilla a otra.
Soluciones posibles.- Si tenemos un basset cachorro, conviene acostumbrarlo desde el inicio a viajar en coche. Si nuestro coche es lo suficientemente amplio como para que quepa un kennel (transportadora), conviene más que vaya dentro de este. Para evitar los mareos se recomiendan pastillas contra el mareo de las de uso humano (verificar la dosis con el veterinario), así como no darles de comer ni de beber antes de viajar. Para evitar que vaya saltando de un lado a otro, en caso de que vaya en el asiento trasero o en el del copiloto, existen cinturones especiales para mascotas que se adaptan al asiento del coche. Y respecto a las babas… conviene mejor llevar un trapo o franela para limpiarlas, y también en caso de que llegue a vomitar a medio trayecto.
Los aullidos, gemidos y lloriqueos: Ya sea porque se sienten solos (cuando los dueños salen a hacer actividades varias, o a la hora de dormir), los bassets pueden ser bastante fastidiosos al aullar o gimotear de forma incesante. Son perros muy dependientes de su dueño y, aún cuando puedan entretenerse solos, muchos se alteran cuando no ven a sus humanos a la vista.
Soluciones posibles.- Se debe acostumbrar al basset a estar solo (por ciertos periodos, NO todo el día) y esto debe hacerse paulatinamente: para un perro no existe la noción del tiempo, cuya medición es un invento humano. Esto se necesita hacer desde que el basset llega por primera vez a nuestra casa. Para tener éxito en la estrategia que a continuación se detalla, se necesita también disponer de tiempo, ya sea durante las vacaciones, una tarde o un fin de semana. El objetivo es enseñarle que siempre regresaremos, que no nos vamos para siempre, cosa que él no sabe y que le puede causar angustia que se traduce en aullidos y gimoteos. Para ello, se recomienda ampliamente el siguiente ejercicio, el cual resultará cansado y aburrido, pero con el cual se obtienen estupendos resultados:
1. Salir de casa (como acostumbremos hacerlo, diciendo “adiós” o tomando nuestro portafolio) y cerrar la puerta… para entrar inmediatamente después.
2. Salir de casa y cerrar la puerta, pero ahora tardar unos 15 segundos en entrar.
3. Salir de casa y cerrar, para entrar nuevamente un minuto después.
4. Salir de casa y cerrar, para entrar a los cinco minutos.
5. Volver a salir de casa y cerrar, para regresar a los 10 minutos.
6. Repetir los pasos 1 a 5.
7. Salir de casa y cerrar la puerta, y ahora tardar 20 minutos en regresar.
8. Salir de casa y cerrar la puerta, y regresar a la media hora o 40 minutos.
9. Salir de casa y cerrar para volver una hora después, la cual será nuestra meta final.
Observaremos que en el paso uno, ni siquiera daremos oportunidad a nuestra mascota para que chille, porque entraremos de inmediato. Con los pasos subsecuentes, aprenderá a que siempre, siempre regresaremos e incluso se aburrirá de tal ejercicio y se dedicará a hacer su vida de perro. Este ejercicio, insisto, es tedioso y se requiere de tiempo y disposición para hacerlo, pues da magníficos resultados. Si llegamos al paso 9 y nuestro perro aún gimotea o aúlla, debemos repetir más tarde o al día siguiente todos los pasos. Otra cosa que sirve es dejar algo que entretenga a nuestra mascota: una grabación con nuestra voz, la radio encendida (en una estación donde transmitan noticias, no música) o un juguete especial que sólo se de en esas ocasiones. Dicho juguete puede ser una carnaza, una pelotita de goma hueca con croquetas dentro, o mejor aún (algo que a mi me ha dado magníficos resultados), un hueso de fémur de res –cocido- con el cual se entretendrá durante horas (no se astilla, es sabroso y les limpia los dientes). Dichos juguetes se les deben dar al menos dos minutos antes de salir, pues si se les da mucho antes o justo antes de salir, la angustia de nuestro perro será tal que se olvidará por completo del juguete y… aullará de nuevo. Otras técnicas que llegan a funcionar consisten en silbar fuerte ya estando en la calle, para distraerlos, o una vez alejados varios pasos de la casa, marcar a la misma para que se distraigan con el timbre del teléfono.
Ahora bien, si gimotea a la hora de dormir (sobre todo cuando no duerme en nuestra habitación), se recomienda establecer rutinas para evitar esto. Se debe jugar con él un rato (sin agitarlos demasiado), acariciarlo y mimarlo y después darle de cenar. Inmediatamente después se le debe indicar con una frase especial que es hora de ir a la cama (por ejemplo, “a dormir”) y acostarlo en su camita e instarlo para que ahí se quede (por ejemplo, “ahí quédate”, “shhh, duerme”), utilizando una voz baja y suave para luego apagar la luz. Es importante sacarlo antes al baño: puede gemir porque necesita salir a hacer sus necesidades o incluso, si tiene sed (si este es el caso darle poco agua, porque si no querrá salir al baño en la madrugada y si uno no lo atiende, hará sus necesidades dentro de casa). Si aún con esto se levanta, se le debe tomar gentilmente por el collar al tiempo que se repiten las frases antes mencionadas y se le lleva a su cama. Después de esto y si aún gimotean un poco, más vale ignorarlos hasta que terminen por dormirse. Es importante no ceder a sus ruegos, porque si no, lo repetirán cada noche y a cada hora.
Los saltos y rasguños: Como se ha dicho antes, no todos los bassets lo hacen, pero muchos que son efusivos les encanta hacerlo. Ya se mencionó en la sección de Salud y enfermedades que no conviene que lo hagan, ya que puede afectarles a su columna y articulaciones. Es difícil que un basset saltarín deje de hacerlo, y más cuando le encanta clavar sus garras en nuestras piernas, pero vale la pena intentar lo siguiente.
Soluciones posibles.- Mostrarle un pequeño bocadillo e indicarle que se siente, esto se hará con una frase y un gesto, que puede ser mostrando con el índice el suelo. Esto llevará tiempo y no se le dará el bocadillo hasta que lo haga. Por supuesto y por cuestiones de peso, no se debe abusar de los premios, así que paulatinamente cambiaremos el bocadillo por caricias, las cuales se dejarán de dar si el basset “reincide” y vuelve a saltar. La indiferencia “mata” a un basset, así que si no obedece, conviene ignorarlo un poco (no tocarlo, hablarle ni hacer contacto visual) y después intentarlo de nuevo. Por otra parte, también es de utilidad decirle “¡abajo!”, a la vez que se levanta la rodilla y se le esquiva: esto tiene que repetirse todas las veces posibles (intercalado con breves episodios de indiferencia) hasta que el basset ya no salte. Estas tácticas a veces no funcionarán, y esto por dos razones: si uno no es perseverante o si se tienen dos o más bassets saltarines.
¿Un basset cascarrabias? Esto sorprenderá a muchos, y más cuando han estado leyendo lo sociables y bonachones que son. Esto ocurre cuando los bassets son mayores y en aquellos que se acercan a la vejez; pero no necesariamente ocurre a todos. Si es un basset solo, será más celoso de su dueño, gustará menos de jugar y si comparte con otros, le molestarán los ladridos y el alboroto que los más jóvenes puedan causar.
Soluciones posibles.- Paciencia, aceptación y mucho amor. Nadie es igual que hace diez, quince o treinta años, y lo mismo pasa con los bassets. Parecerán menos tolerantes y serán más pasivos, pero su carácter prevalecerá. No hay que regañarlos ni mucho menos castigarlos o relegarlos: son muy vulnerables y lo único que se logrará será su desconcierto y un sentimiento de tristeza y decepción de su parte.
Los hurtos misteriosos (el basset glotón): Se ha mencionado que para tener un basset saludable se le debe cuidar su dieta. Pues bien, esto es algo que a él le tiene sin cuidado y, como si estuviera emparentado con los hobbits de Tolkien, un basset es un sibarita que adora la comida. Y no necesariamente espera a que su dueño lo complazca, ya que son perros independientes, buscan satisfacer esos “pequeños placeres de la vida” y no es raro que roben comida… directamente de la mesa. La dulce Alelí, por ejemplo, tiene el sobre nombre de “contorsionista”, ya que se ha vuelto famosa en las reuniones de bassets en su natal Argentina (las llamadas basseteadas), por hacer equilibrios y malabares para robar una buena porción de torta de la mesa. Un basset se las ingeniará siempre para conseguir lo que quiere: se parará de puntas, se trepará, jalará manteles y se esconderá calladamente a degustar el botín sin que nadie sospeche nada… hasta que alguien repare en la desaparición de una porción de comida.
Soluciones posibles.- Esto, para empezar, debe tomarse con buen humor. Está bien, sé que no siempre es posible y menos cuando el basset dio un mordisco al platillo principal y los invitados están por llegar; pero créanme, después del desaguisado, uno ríe muchísimo por la “hazaña” de nuestro orejón amigo, y más por toda la planeación que se toma para ello: son definitivamente muy inteligentes. Se le debe de reprender, pero debe ser en el momento mismo de la fechoría, ya que después no hay remedio. Se le debe decir con voz ronca y firme: “no, eso NO se hace”.y poner cara seria (cosa que pocos dueños de bassets logran, ya que el basset es tan gracioso que es posible que nos gane la risa). Y si ya se robó un pernil, no tiene caso arrebatárselo con enojo: ¿querría alguien comer un pernil seriamente mordisqueado? La mejor solución entonces, no es la correctiva, sino la preventiva: no debemos dejar nunca comida sola y mucho menos a su alcance (a las orillas de la mesa, encimera de la cocina o muebles bajos). Si vamos a salir, guardemos y pongamos fuera de su alcance cualquier alimento: recordemos que La Nariz le dirá dónde están los manjares (esto incluye dulces en envolturas de plástico), también sirve bastante el retirar o enrollar los manteles, ya que tienden a jalarlos.
La necedad: Como se dijo en la sección anterior, esta es una característica de la raza… que puede causar muchos dolores de cabeza a quien no está acostumbrado a lidiar con un perro testarudo. Puede uno estar ocupado corriendo de un lado a otro en casa… y el basset no se quitará aunque se tropiece con él. Podrá uno llamarlo y no hará caso. Podrá uno pedirle que haga algo (o que deje de hacerlo)… y fingirá no haber escuchado (razón por la cual equivocadamente algunas personas creen que son tontos). Un basset necio en realidad hace gala de una gran inteligencia.
Soluciones posibles.- Antes que nada, la aceptación. Al basset se le debe no sólo aceptar, sino amar por ser como es. Como sabiamente dijo una persona de la encuesta: “al basset se le quiere o se le detesta, no hay término medio”. Como ya se dijo no son tontos, ni remotamente y también se debe tener muy en cuenta que, sobre todo en la calle o a campo abierto menos obedecerán debido al poderoso estímulo olfativo. Por otra parte, el que sean tercos no significa tampoco que nunca obedezcan: se les debe repetir más de dos veces una orden, primero con voz normal y luego con mayor firmeza (firmeza no es sinónimo de enojo), y ellos obedecerán. Incluso funciona el tomarlos por el collar o empujarlos con nuestro cuerpo (cuando por ejemplo, se les pida que se retiren de un lugar), hacer contacto visual (es más fácil que nos haga caso si nos mira a los ojos a que atienda a una voz histérica: la nuestra) o quitarles el objeto que no quieren soltar a la vez que se les dice “no” con voz firme y profunda. Para pedirles que no ladren, se debe emplear una frase especial (“no ladres”, “a callar”) e incluso tocar su cuerpo –sin golpearle-, sobre todo la parte posterior de la cabeza a la vez que se dice dicha frase a fin de llamar su atención. Algo a considerar: lo que uno le permita desde el inicio hacer a un basset (subirse a los sillones, por ejemplo), lo hará siempre. Si uno no desea que entre a ciertas partes de la casa (habitaciones, baño), hay que cerrar las puertas. Como conclusión, la clave es la paciencia, la disciplina y la persistencia.
La curiosidad (destrozos): Como buenos sabuesos son investigadores y a más de uno le vendrá a la mente un basset disfrazado de Sherlock Holmes siguiendo un rastro. Cierto… pero hay más aún. Esa curiosidad puede llevarlo a averiguar qué hay escondido en el cesto de basura… y regar su contenido e incluso comer algo que haya encontrado adentro (sí, lo dejo a su imaginación); o también puede querer probar la consistencia de un objeto (bolígrafo, teléfono celular, cables o incluso muebles y ropa). Esto sobre todo ocurre principalmente durante su infancia y Bella es un ejemplo de esto: como cuenta su dueña, de cachorra era un remolino que iba de habitación en habitación, corriendo y “acabando con todo: plantas, peluches, muebles de madera, zapatos, almohadas y… pare usted de contar” . No todos los bassets son así, pero muchos de ellos sí lo son y deberá usted estar preparado ante un meteoro de este tipo. Tome en cuenta que un basset aburrido tiende más a causar estragos, sobre todo cuando está solo en casa: cuentan los especialistas en conducta animal (etólogos) que cuando esto ocurre es durante la primera media hora a partir de que han salido sus dueños. Después de esto, el basset hace su “vida de perro” y se olvida de los daños cometidos… razón por la cual no entenderá por qué su amo está enojado al encontrarse con semejante escena.
Soluciones posibles.- Algo que sirve de mucho es la esterilización (ver más en la sección de Salud y enfermedades), sobre todo si se hace durante el primer año de vida de nuestro basset y servirá para calmar muchos ímpetus que muchas veces vienen con la llegada del celo. Si se le va a dejar solo un buen rato, hay que aislarlo de zonas potencialmente “riesgosas”: cerrar la puerta de acceso a la sala (living). Por otra parte, se deben poner a salvo y a buen resguardo todas aquellas cosas (principalmente objetos pequeños) que llamen su interés y que estén a su alcance. Es más fácil retirar las “tentaciones” a lidiar con un basset que insiste en querer tomarlas. Se le debe llamar la atención y retirarle si sube las patas a la mesa, por ejemplo. Eso sí, nunca se le deben de dar “juguetes” que sean del mismo material que los muebles de la casa, por ejemplo, un carrito de madera (aparte de que podría astillarlo y tragarse un trozo) o zapatos y ropa vieja: un perro no distingue entre una prenda de marca y un trapo astroso. Los juguetes, por tanto, deben ser exclusivos para perros y de materiales que no se astillen o desprendan. Otras formas útiles de distracción se mencionan en el apartado de esta misma sección titulado Los aullidos, gemidos y lloriqueos.
La coprofagia (ingestión de heces): Esto es algo que no es raro que ocurra en bassets jóvenes o aquellos bassets que han sido maltratados y/o abandonados y que han pasado hambre y miseria. Para el dueño es una situación que es desagradable y que puede causar rechazo hacia el pobre orejón. Esto tiene que ver muchas veces con una dieta abundante en proteínas y grasas, las cuales no se aprovechan en su totalidad y cuyo exceso se desecha en las heces fecales. Para el cachorro las heces pueden tener un olor muy atractivo y no dudará en comerlas . En el caso de bassets que han pasado maltrato y hambrunas, padecen algo llamado “pica”, que es un trastorno que los hace ingerir la mayor cantidad de comida posible (incluyendo vómito y desechos fecales, suyos o de otro perro), ya que viven con la incertidumbre de cuándo volverá a comer de nuevo.
Soluciones posibles.- En primer lugar debemos verificar el tipo de alimento que le estamos dando: si es alto en grasas y proteínas, si le estamos dando a nuestro basset una cantidad mayor a la que debería (de acuerdo a su edad y talla) o si le estamos dando muchas veces al día (y ya no es cachorro, por ejemplo); conviene entonces preguntar al veterinario sobre el tipo de alimento, cantidad y frecuencia con que hay que alimentar a nuestro basset. Por otra parte, aunque hay personas que rocían los desechos con sustancias químicas o picantes, no se recomienda por varias razones: en primera, por salud de la persona (hacer eso significa estar muy de cerca de las heces), y en segundo, porque se puede dañar el sensible sistema olfativo de nuestro basset al irritarlo de esa manera. Se recomienda entonces estar al pendiente de cuándo va a defecar nuestro perro para vigilarlo sin que se dé cuenta; una vez que lo haga y olfatee sus desechos (o antes de que los olfatee y los coma), debemos presentarnos para retirarlos de inmediato. Si lo atrapamos en el acto, se le debe decir “NO” con voz gruesa y fuerte, y tirar un poco del collar, sin pegarle y mucho menos cometer la tontería de restregarle la nariz contra las heces. Cuando nuestro perro (durante días debemos vigilarlo) no ingiera sus heces, se le debe premiar con un bocadillo especial y decirle “buen perro”, para que también sepa que hay otro tipo de alimentos mejores que las heces. Otra solución que propuso uno de los encuestados que pasó por esta situación, consiste en adicionar a las croquetas un puño de cereal alto en fibra para que los desechos sean “menos apetitosos”. En el caso de bassets maltratados o abandonados, es muy importante darles mucho cariño para que tengan la seguridad de que nunca les faltará amor, cobijo y alimento.
El basset maltratado: Más que un apartado, este es un tema que necesitaría todo un libro aparte, ya que este tópico no sólo es serio, sino que es difícil de tratar y por desgracia es un fenómeno que ocurre con más frecuencia de la que nos imaginaríamos. Algunos de los bassets de la encuesta habían tenido dueños anteriores que los habían descuidado, maltratado y finalmente, abandonado, como fue el caso de Alelí, Jordan, Tom, Morris, Frannie y Phoebe. La historia de cada uno de ellos muchas veces no ha sido del todo descifrada, sino que sus actuales dueños poco a poco se han ido dando cuenta de las penurias que sus queridos bassets han padecido. En ocasiones estos bassets son voluntariamente entregados por el dueño original (sin confesar si los golpearon, por ejemplo), o a veces el dueño actual lo ha adoptado de un albergue (donde el dueño original lo fue a abandonar) o incluso son recogidos directamente de la calle, a donde han sido lanzados después de que el animal “no cumplió las expectativas” del infame dueño. Lo que he observado es que estos bassets desechados son el triste resultado de adquisiciones intempestivas (gente que ve a un cachorro primoroso afuera de un centro comercial, tienda de mascotas o anuncio del periódico) o de regalos inesperados: amigos, familia o parientes “bienintencionados” que compran y regalan un cachorro con la idea de satisfacer el capricho de un niño, de quedar bien con la pareja o de congraciarse o ganarse a alguien allegado. Y todo esto ocurre por no tomarse ANTES la mínima molestia de consultar, en primer lugar, a la familia o persona acerca de si realmente cuidaría a un basset; segundo, de averiguar si cubrirá las necesidades del perro (alimentación, comida, cama, vacunación, etc.); tercero, de si está de acuerdo el resto de la familia y cuarto, si dispondrá de tiempo para dedicarle a su nueva mascota (para jugar, educarla, sacarla a pasear, etc.). Como este proceso no sucede, el resultado viene totalmente en detrimento del basset, pues esos dueños suelen ser personas que muchas veces no tienen idea de lo que significa convivir con un basset, como se ha leído en toda esta guía. Un basset que no es atendido, amado y aceptado dentro del núcleo familiar sufrirá de indiferencia y abandono (será un adorno del jardín o será relegado a la azotea) y que incluso será agredido (con gritos, malas palabras o acciones), pateado, azotado y golpeado por gente cuya impaciencia raya en la crueldad. Como resultado la personalidad de un perro tan bueno como el basset será reprimida en lo más profundo de su ser y posiblemente su instinto de supervivencia aflorará: se volverá agresivo o se volverá extremadamente nervioso y tímido, características ajenas a un basset sano.
Soluciones posibles.- Todos merecemos una segunda oportunidad, y un basset que es arrojado a la calle, abandonado en un albergue o entregado por sus dueños, no es la excepción. No mentiré: no siempre es fácil lidiar con un animal que reiteradamente ha sufrido maltrato por parte de los humanos y que no confía mucho en ellos. Hay bassets que son tan nobles que son ellos mismos quienes se dan otra oportunidad para confiar y aman de inmediato a sus nuevos dueños. Con estos bassets la transición es suave, porque aunque quizá se muestren tímidos al inicio, aprenderán rápidamente a confiar de nuevo: para ello es necesario no realizar movimientos bruscos cuando uno esté cerca de ellos, o alzar la voz. Es posible que detectemos que son desconfiados con ciertas personas (ciertos hombres, ciertas mujeres, o que portan cierto tipo de ropa) y que incluso les ladren. Debemos tocarles suavemente el lomo a la vez que los calmamos con voz suave, para que sepan que estamos con ellos y que no permitiremos que les hagan daño de nuevo.
Pero hay otros bassets que, o han padecido vejaciones por años o han pasado de un dueño a otro, lo que termina por hacerles mella en su carácter y pueden morder, impedir que uno se les acerque o aullar lastimeramente cuando tratamos de acariciarlos. Incluso gemirán más cuando se les deja solos o cometerán más fechorías en nuestra ausencia. Para ellos necesitaremos disponer de tiempo y de mucha, mucha paciencia. Hay que ser firmes con ellos y emplear las tácticas antes descritas en esta sección de Problemas de conducta, pero no debemos de gritarles (pueden asustarse tanto que se orinarán encima) o amenazarlos, ya que una de dos, manifestarán mucho miedo o se jugarán el todo por el todo y tratarán de mordernos. Se aconseja, en cualquiera de los casos mencionados, la esterilización para evitar la agresión por posesividad (del nuevo entorno). Posteriormente debemos ganar su confianza y esto debe ser hablándole con suavidad y acercando la mano a su rostro, despacio y sin miedo. No se le debe mirar directamente a los ojos, porque como su instinto de supervivencia está muy sensible, lo tomarán como agresión. Se les debe acariciar por periodos cortos de tiempo y se les debe premiar con algún bocadillo y con palabras cada vez que se dejen tocar sin intentar agredir. Poco a poco descubriremos qué no les gusta y qué les trae malos recuerdos (la lluvia, escobas, pisadas fuertes, que les toquen alguna parte específica de su cuerpo, etc.).
Es importante salir a pasear con ellos, de preferencia con un arnés (ver sección de Cuidados que requiere un basset), ya que es una estupenda forma de interactuar con nuestro basset, ya que no sólo se entretiene ante un nuevo mundo (muchos bassets maltratados no saben lo que es un paseo), sino que confía en su nuevo dueño y en que ahora sí las cosas van a salir bien. El paseo servirá también para enseñarle algunos comandos básicos (“camina”, “alto”, “corre”, etc.) y cada vez que obedezca, se le debe premiar con muchas caricias y palabras. Respecto a la alimentación, es posible que necesite ser alimentado varias veces al día, pues suelen ser perros que presentan desnutrición, y debe ofrecérsele la comida con la mano, enseñándole a saber esperar (muchas veces literalmente devoran su comida e incluso ingieren sus propias heces; ver la sección anterior de coprofagia) o a veces a darle de una en una sus croquetas, hasta que poco a poco sepa hacerlo y hasta que confíe en uno de forma tal que podamos meter la mano en su plato o podamos acariciarlo mientras come sin que gruña. Importante: este proceso requiere de mucha paciencia, como ya se dijo, pero también de aceptación y mucho amor; no debemos desanimarnos, ya que es un proceso que puede tomar semanas o meses y que es posible que necesitemos invertir más dinero en recuperar la salud de este orejón. Pero lo más importante es que la mejor recompensa nos la dará nuestro basset al otorgarnos el doble de amor. De esto trata toda esta guía, de evitar el maltrato y abandono, cuyo origen está no sólo en la incultura y barbarismo de mucha gente, sino que es perpetuada por gente que reproduce de forma irresponsable a sus mascotas y que, aún cuando las trate bien, no se detiene a pensar de que son los culpables directos e indirectos del maltrato, abandono y sobrepoblación animal.
DÓNDE PUEDO ADQUIRIR A UN BASSET.
Aquí me referiré a los mejores lugares para tener a un amigo orejón, siendo la principal de ellas la adopción. Se mencionarán también a los criaderos, dando algunas recomendaciones acerca de acudir con un criador profesional y honesto. Se alertará también sobre los llamados “criadores de traspatio”, que son personas nada honestas y que lucran con los animales en detrimento de los mismos y de las personas a las que se los venden.
La adopción: Esta es la mejor opción quizá para adquirir un basset. Aunque usted no lo me lo crea, con periodicidad nos llegan reportes de bassets que por razones varias no tienen un hogar, ya sea porque han sido abandonados en la calle (dato verídico), porque sus dueños no pueden seguirlos cuidando (no supieron lidiar con la raza, o supuestamente les causó alergias, o se van a mudar, etc.). Las razones son muchas.
¿Qué mejor que darle un hogar a un basset que carece de este? Un animal que es adoptado tarda muy poco en adaptarse a su nueva casa y a las rutinas de sus dueños; es un animal que seguramente necesitará más cariño y paciencia pero que dentro de poco le dará el doble de amor. Si usted está interesado en darle una segunda oportunidad a un animalito cuyas esperanzas de tener un hogar se desvanecen día con día, por favor no dude en contactarnos para darle ese basset que tanto desea tener. Recuerde que en muchas ocasiones estos bassets vienen de hogares “de ultimátum”: si no encuentran hogar para su basset, los dueños lo pondrán a dormir (sacrificar) o se lo regalarán al primero que pase (dato por desgracia verídico) o lo abandonarán a un antirrábico o un asilo de animales. En el antirrábico será definitivamente sacrificado, en ocasiones por medios cruentos y en el asilo permanecerá en una especie de prisión durante meses o años, y si no es dado en adopción será sometido a la eutanasia (muerte por inyección). Así que no lo piense más y si quiere un basset, adóptelo por favor.
Para mayor información sobre esta excelente alternativa, en México por favor escriba al correo: [email protected] y en Argentina, no deje de visitar y escribir a la página www.mundobassetero.com.ar Si usted radica en otro país, en internet encontrará muchas asociaciones animalistas que den animalitos en adopción, incluso infórmese acerca de los albergues y protectoras de su localidad: créame que no se arrepentirá.
Criaderos (serios) especializados. Hay personas que desearán tener un basset cachorro, y los que se dan en adopción la mayoría de las veces son perros de más de ocho meses de edad. Existen criadores serios y profesionales cuya pasión auténtica no es lucrar con la raza sino obtener buenos ejemplares. Datos importantes a considerar: un criador profesional estará afiliado a la Asociación Canófila Mexicana (ACM) y será alguien quien tiene instalaciones limpias e idóneas para la cría, no agota en cada celo a las hembras y tiene un criterio cuidadoso para las cruzas (no es el clásico que pone anuncios de “busco novio para mi basset” para conseguir parejas) y conoce profundamente sobre los árboles genealógicos.
A continuación se mencionan las características que debe tener un criador profesional:
• El criador profesional tiene un criadero registrado, bien establecido y siempre permitirá la visita dentro de sus instalaciones, las cuales serán adecuadas (limpias y bien acondicionadas para los animales).
• El criador profesional entrega a los cachorros sanos, desparasitados y vacunados (tres dosis de la vacuna múltiple) y nunca menores a los dos meses de edad (suelen entregarlos a los 3 o 3 ½ meses de edad)
• El criador profesional responsable le explica al comprador que la seguridad del cachorro es primero: dará recomendaciones de salud, por ejemplo, de no sacarlo con frecuencia a la calle y de que posteriormente le apliquen la vacuna antirrábica.
• El criador profesional comprometido elabora un contrato especial de compra venta (importante), en donde se especifica lo siguiente: la fecha de venta, la fecha de nacimiento del cachorro, los nombres completos y registrados del padre y de la madre, sus números de registro, número de registro de la camada, la raza y el color del ejemplar. En ese contrato también se especifica que el cachorro se encuentra en perfecto estado de salud y se compromete a correr con los gastos médicos en caso de que el animalito enferme en un lapso de 15 días a partir del momento de entrega . En caso de fallecimiento, se comprometen a reponer el ejemplar o devolver el dinero de la compra . Este contrato está básicamente encaminado a proteger tanto al comprador como al vendedor, pero principalmente al cachorro.
• El criador profesional honesto se comprometerá a dar asesoría (de por vida del basset) al nuevo propietario sobre las necesidades del cachorro, por ejemplo, cómo ayudarle a adaptarse a su nuevo hogar. Esto es por vía electrónica o telefónica y nunca negará un consejo ni se desentenderá del animalito. Incluso estará en contacto con los nuevos dueños y solicitará informes periódicos sobre su estado de salud (incluyendo fotografías), esto con la finalidad de saber que el basset está plenamente integrado a la familia y lo están cuidando bien.
• El criador profesional responsable advertirá al comprador (y esto se incluirá en el contrato) que en caso de detectar y comprobar maltrato, desatención y desnutrición en el perro, podrán quitárselo al dueño irresponsable y sin reembolso alguno del dinero pagado por el ejemplar.
• El criador profesional responsable entrega un manual de cuidados básicos, donde se establecen condiciones sobre cómo dar un trato digno al cachorro. Incluso, en caso de no poderlo tener más con nosotros, el criador profesional responsable se ofrecerá (y hasta exigirá) a ser tomado en cuenta como primera opción para recuperarlo, e incluso se comprometerá a devolver el monto íntegro pagado al momento de la compra.
Dónde NO adquirir un basset (ni ninguna otra raza). Este es un apartado fundamental, ya que sin querer podemos estar fomentando el que haya tantos animales en la calle, sean de raza, criollos o cruzas. Jamás compremos perros en la calle o en establecimientos de dudosa calidad o incluso en tiendas de mascotas (las camadas las suelen obtener no de criaderos establecidos, sino que compran camadas completas sin importar la pureza o procedencia a altos costos y muchas veces sin garantías; esto es, que no es raro que vendan animales enfermos).
El criador de traspatio. Se le llama así a la persona que busca obtener un ingreso extra al criar de forma continua, informal, sin conocimientos y descontrolada a una o varias razas de perros. Son los que venden en mercados de animales o afuera de centros comerciales o incluso en plena calle. Suelen tener a los cachorros ya sea en jaulas sucias o en la cajuela del coche e incluso con “padres a la vista”, y no es raro ver que la hembra esté agotada, con problemas severos de desnutrición y hasta maltrato que se reflejan en su pelo y aspecto en general. Lo siguiente le costará creerlo, pero es totalmente cierto: los cachorros que no son vendidos son ahogados o sacrificados de otra forma o lanzados a la calle o puestos a reproducir al igual que sus padres. El criador de traspatio vende cachorros incluso a la décima o hasta vigésima parte del precio que en una tienda o en un criadero, acepta rebajas y le importa un comino quién se los compra, siempre y cuando paguen. Es por ello que mucha gente regatea y compra un animal y no tiene la más mínima idea ya no digamos de las características de la raza, sino de las necesidades básicas de su perro recién adquirido. Por ello a las semanas o pocos meses el animal es arrojado a la calle a su suerte y en un reducido porcentaje se quedará en casa y será bien tratado.
NO FOMENTEMOS LA CRUELDAD E INCULTURA QUE ORIGINA AL ANIMAL CALLEJERO (de raza o cruza) QUE ES MALTRATADO Y ABANDONADO AL COMPRAR A CRIADORES DE TRASPATIO.
El criador aficionado: Es un poco diferente al anterior, ya que no suele reproducir a su mascota esperando una retribución monetaria. Pero las consecuencias pueden ser igual de funestas. Estamos hablando de la persona que quiere cruzar a su mascota “siquiera una sola vez” (a veces por falsos mitos relacionados a la salud y la reproducción), o porque “tiene ganas” (alusión a las necesidades de apareamiento) o porque quiere que tenga cachorritos “una vez, al menos” (queriendo quizá satisfacer en realidad deseos propios relativos a la maternidad), o porque “todo mundo” (léase hermanos, parientes, amigos, conocidos) “quiere un cachorrito igualito al mío” (cuando a último minuto de los supuestos seis cachorros apartados medio mundo se arrepiente por razones varias y solamente un par de personas quieren un cachorro). ALTO. Pensemos por favor, pero como dueños razonables y responsables: ¿qué va a ser del resto de la camada? El criador aficionado, como rara vez logra colocar a TODOS los cachorros en BUENOS hogares, suele recurrir a anuncios en medios impresos (gacetas de animales, periódicos, anuncios pegados en la puerta de la casa o del consultorio del veterinario, etc.) y no es raro que llegue a los extremos del criador de traspatio y termine por venderlos en la calle… donde los cachorros adquirirán enfermedades y no será raro que fallezcan a consecuencia de las mismas.
Estos criadores bisoños creen que la crianza es algo sencillo: sólo basta juntar a la hembra en celo con el macho (a veces con un poco de ayuda) y listo, a dejar que la naturaleza siga su curso. Casi nunca se detienen a pensar en los gastos generados por la alimentación o suplementos vitamínicos que requiera la hembra gestante o si se requiere de una costosa inseminación o si tiene ella un problema de salud que le afecte su preñez, o en los cuidados que pueda requerir su basset, el aumento de las visitas al veterinario o que requiera de urgencia una cesárea (nada raro en esta raza, lo que genera más gastos). No tienen idea de las líneas consanguíneas ni saben si la hembra y/o el macho tienen problemas de salud, genéticos o hereditarios y aún así los cruzan. No saben que las cruzas deben seguir un rígido criterio de selección y que por “experimentar”, muchas veces salen ejemplares (cachorros) que no cumplen con los estándares de la raza (de temperamento o de aspecto en general), y que van en detrimento de la misma y que les pueden complicar la vida a los cachorros por no considerar estos criterios (que sólo son algunos).
Por otra parte, muchas veces tienen la torpeza de que una vez que nacen los cachorros, todo mundo los toca o incluso los sacan a la calle. Peor aún, cuando no logran colocar a todos ellos, recurren a nefastas tiendas de mascotas (se tienen reportes de varias de ellas que tienen en pésimas condiciones a los animales, no solamente de limpieza, sino que no les ponen siquiera agua o que mezclan a los enfermos con los sanos o ni siquiera están vacunados: hay mucha gente que se ha quejado de que el cachorro se les murió, en trágica agonía y hospitalizado, de una enfermedad prevenible con la vacunación a tiempo). A otros más se les hace fácil hacerle igual que el criador de traspatio y llevan a los cachorros (incluso a la madre) a los centros comerciales. Uno puede diferenciar a unos de otros porque en el caso del de traspatio la hembra está descuidada y los cachorros en un tapete sucio, por ejemplo, y en el caso del aficionado, que los lleva primorosamente arreglados con moños y la madre (en caso de que la lleve), está mucho mejor cuidada.
Pero en ambos casos el resultado es el mismo: raramente unos y otros se fijarán en quién les compra al cachorro (nunca pedirán datos sobre los compradores, y aunque lo hagan no verificarán su autenticidad) y no tomarán medidas básicas preventivas de salud como la vacunación. En términos burdos, ambos caen en lo mismo y en un abrumador porcentaje, en detrimento del animal.
Por otra parte, el criador aficionado, aún cuando tenga mucho cuidado en entregar a los cachorros a personas responsables, nunca se pone a pensar en si dichas personas querrán también reproducir a estos cachorros (o si se trata de criadores de traspatio) y en si tendrán el mismo cuidado en seleccionar buenos dueños para esta segunda generación. Por este motivo el criador aficionado, por más que jure y perjure que es “responsable”, no se da cuenta de que también es responsable directo e indirecto del destino de todas las generaciones que se deriven de una sola hembra o macho, su propio basset, y que es causante también de que haya animales abandonados, perros callejeros, perros mestizos (porque se cruzaron con alguno de los descendientes de su mascota) y todos los problemas sociales y de salud que esta situación conlleva.
También es importante indicar, en ambos casos, que al menos en México el comercio de animales en la calle está penado por la ley.
LO QUE SE ESPERA DE UN BASSET A DISTINTAS EDADES.
De 0 a 1 y medio años. Una enorme inquietud por conocer y explorar todo su entorno. Son sumamente cariñosos, juguetones y grandes caminadores. A partir de esta edad hay que tenerles mucha paciencia y educarlos, sobre todo a cuáles son las zonas públicas y prohibidas dentro de casa, dónde hacer sus necesidades y de establecer reglas y educación para evitar futuros destrozos. Desde esta edad hay que enseñarles a poder estar solos por periodos de tiempo (ver sección Problemas de conducta del basset y algunas soluciones). Alguien mencionó que es como “tener un niño en casa, en toda la extensión de la palabra”. Hay que tener especial cuidado con lo que se llevan a la boca (evitar enfermedades gastrointestinales o ingestión de objetos puntiagudos); para ello hay que levantar y poner a salvo objetos “tentadores” (objetos personales, trapos de cocina, cubos de basura, etc. Hay que llevar al pie de la letra su calendario de vacunaciones y desparasitaciones, pues a esta edad son muy vulnerables a las enfermedades.
De los 2 a los 4 años. En esta etapa los bassets todavía son cachorros, no en cuanto a su cuerpo, sino en cuanto a su carácter. Conviene que ya estén esterilizados porque pueden acarrear algunos dolores de cabeza a sus dueños: las hembras atraen mucho a los machos, sus periodos son abundantes y los machos pueden llegar a ser dominantes y a aceptar únicamente a las hembras. De lo que se puede esperar es “compañía, puro juego y cariño”, como dijo una persona encuestada, ya que el carácter del basset ya está bien formado y la educación ya ha sido asentada y establecida: se puede pasear mejor con ellos en espacios públicos. Hay que tener cuidados desde el inicio con esta raza, ya que a esta edad pueden aparecer los primeros problemas de salud. A esta edad se saben los dueños de la casa, “seguirán siendo testarudos pero maravillosos… no hablan, pero en ocasiones pareciera que te miden y reaccionan como otro ser humano”, apuntó uno de los encuestados.
De los 5 a los 8 años. A esta edad e incluso un poco antes, la euforia de cachorro habrá pasado, no así sus ganas de seguir jugando, por lo que “a pesar de comportarse como adultos no dejarán de agradar a sus dueños y tendrán una perralidad bien definida”, expresó la dueña de Bella. Ocasionalmente llegarán a cometer alguna travesura, pero pasarán más tiempo con sus humanos, seguirán siendo sociables y serán más cariñosos, dóciles y calmados: habrán establecido una complicidad tal que sabrán expresar perfectamente “qué quieren, cómo lo quieren y cómo darse a entender”, como dijo otra de las encuestadas. Las enfermedades del inicio de la vejez es posible que hagan su aparición, pero mientras tengamos una rutina sana de cuidados con ellos, se puede pasar bastante bien esta etapa en la que dormirán más y serán quizá un poco celosos con sus dueños. Como definió perfectamente una de las encuestadas: “es la plenitud de la vida, podemos esperar todo lo que deseamos de un basset”.
Más de 9 años. El basset se vuelve más sedentario y los paseos se reducen para evitar agotarlos, más si adolecen de su columna o de sus extremidades. Necesitarán mayores cuidados y visitas al veterinario y los suplementos vitamínicos le ayudarán mucho. Tendrá canas en su rostro y cuerpo (que quizá hayan aparecido desde hace algún tiempo), pero siempre mantendrán intacto su espíritu aventurero. Comentaba la dueña de Feli: “es un amigo fiel, cada día nos complementamos más. Sólo mirándonos nos entendemos más y más con el paso del tiempo… le encanta rastrear y sigue jugando con sus botellas de gaseosas cual cachorro, pero por menos tiempo”. Nadie es para siempre, pero quizá esta frase no es tan cierta, porque como otra persona dijo: “del cero al infinito (sólo) podemos esperar el amor incondicional”. Nuestro basset, viva el tiempo que viva siempre estará en nuestros corazones, porque saben muy bien como robárnoslos.
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