La Paloma Mensajera de Competición

La Paloma Mensajera de Competición
5/5 - (1 voto)

La Paloma Mensajera de Competición

Paloma Mensajera de Competicion: Columba livia

Familia: Colúmbidas.

Orden: Columbiformes.

Clase: Aves

Descripción y origen: Aunque existen diferentes formas y variedades de palomas con gran capacidad de vuelo, resistencia a la fatiga y extraordinarias facultades de orientación, que las permite regresar al palomar desde puntos muy distantes, el grupo tratado es el denominado ‘smerle’, con cabeza convexa, uniformemente arqueada desde la punta del pico, de buena anchura. Los ojos, circulares, de buen tamaño y tono rojizo, están circundados de un anillo ocular blanco.

El cuello, fuerte y armonioso, se une a un pecho ancho, con quilla perfectamente formada, que soporta una excepcional musculatura torácica, responsable del vuelo. Las alas, de longitud correcta, han de estar impecablemente conformadas, así como la cola, de tamaño adecuado, que sobrepasa netamente en reposo las plumas más externas de las alas plegadas.

El plumaje azul, con franjas, básico, puede tener el extremo de las alas gris plomo o blanco, pero existen preciosos ejemplares negros o ‘martillados’ en pardo rojizo con cola y primarias alares blancas, mientras que los hombros y supracoberteras alares ostentan un fino dibujo, matizado de rojo y blanco. Su origen, muy antiguo, ha de buscarse en la paloma bravía sucesivamente seleccionada, si bien las formas actuales se desarrollan especialmente durante el pasado siglo en Europa Central y en Gran Bretaña.

Longevidad: Muy variable, según la intensidad y dureza del trabajo, o las competiciones en que ha de participar, se estima entre los diez o doce años, a pesar que su ‘vida útil’ sea mucho más corta.

Alojamiento: Las mensajeras, como cualesquiera de las razas ‘voladoras’, pueden albergarse cómodamente en palomares abiertos, bien protegidos, con dos nidales por pareja. Sin embargo, las construcciones especiales para estas aves incluyen puertas-trampa, que habitúan a las palomas a las llegadas de competición, potenciando de formas muy sofisticadas el afán por llegar ‘a casa’. Por otra parte la situación del palomar es casi más importante que sus propias condiciones cualitativas ya que ha de ubicarse en un lugar bien visible desde el aire, colocado cerca de puntos de referencia perfectamente diferenciables y en zonas que no impidan el vuelo y aproximación de estas columbiformes.

Alimentación: Como con las buchonas, cada aficionado posee su ‘fórmula secreta’. Debe basarse en una mezcla de semillas de excelente calidad, con o sin aportaciones de piensos y preparados especiales, que tendrá en cuenta los períodos de actividad, para aumentar el contenido proteínico y de lípidos asimilables, capaces de suministrar reservas energéticas adicionales.

Carácter y comportamiento: Fieles, caseras, magníficas voladoras y muy resistentes, no se muestran agresivas con otros congéneres, siempre que dispongan de espacio necesario y no exista superpoblación.

Cuidados diarios: El adiestramiento y manejo correcto de estas aves es toda una ciencia regulada, sometida en muchos países a reglas muy estrictas, que exigen consultar con las asociaciones colombófilas locales.

Reproducción: De acuerdo con las normas generales válidas para todas las palomas, es tal vez prioritario la formación de parejas, eligiendo previamente los ejemplares.

Enfermedades: Pueden contraer todas las afecciones típicas de estas aves, aunque se presenten mayormente heridas y lesiones musculares, por el tipo de vida a que son sometidas.

La Paloma Mensajera de Competición

Sea el primero en comentar

Deje una respuesta

Su dirección de E-mail no será publicada.


*