Paloma Buchona – Características de la especie

Paloma Buchona
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Paloma Buchona

Paloma Buchona: Columba livia doméstica

Familia: Colúmbidos.

Orden: Columbiformes.

Clase: Aves

Descripción y origen: Existen numerosas variedades de este tipo de paloma que, al parecer, ya se conocía en el siglo XVII. Salvo excepciones, como la ‘Slenker’, la ‘Holandesa de Amsterdam’ o la ‘Marchenera española, suelen ser aves grandes de peso importante que al volar juntan la parte superior de las alas produciendo un castañeteo típico. El tamaño desmesurado del buche, que al hincharse adquiere proporciones increíbles, da nombre a estas palomas, aunque la estirpe valenciana, criada y seleccionada en una región de España tradicional por su afición y dedicación a estos pájaros, no ostenta un volumen de ‘pecho’ tan exagerado como los de los ejemplares ingleses u holandeses.

Durante las exhibiciones, tanto los machos como las hembras pueden ‘hincharse’, aunque los primeros alcanzan mayor perímetro. La aparición de una hembra induce al pavoneo de los machos, que son cortejadores impenitentes, recibiendo por ello el apodo de ‘buches ladrones’. Las competiciones de vuelo, trabajo o atracción de palomas son torneos en los que se evidencia la cuidadosa selección de los ejemplares, además del sacrificado entrenamiento a que son sometidos por sus cuidadores.

Longevidad: Unos doce años, aunque la vida ‘deportiva’ de los grandes machos no suele superar los seis o siete.

Alojamiento: Requieren palomares especiales, provistos de trampilla para recontar las palomas foráneas atraídas. Muy aptas para instalaciones de terrazas, deben disponer de varios nidales para cada pareja y espacio suficiente que evite los duelos incruentos entre los machos. Los palomares-jaulón, que pueden albergar una pareja, son muy adecuados para estas columbiformes.

Alimentación de la paloma buchona: Existe toda una tradición compuesta por pequeños secretos sobre las fórmulas más adecuadas para nutrir a las ‘buchonas’. Fundamentalmente, se debe distribuir una serie de granos de maíz, trigo y cebada partidos, a los que se adjunta cacahuetes verdes troceados, habas secas pequeñas, algarrobas, arroz, guisantes, cañamones y semillas de adormidera. Aunque no les gusta demasiado, se les habituará a consumir verdura fresca, finamente picada, complementando la ración con presas vivas: trocitos de lombriz roja, pupas de mosca de la fruta o mosca del vinagre y ninfas de hormiga.

Carácter y comportamiento: Muy apegados a su palomar, exclusivistas y ‘donjuanes’, los machos han de ser vigilados para evitar que ‘roben’ las hembras de los palomares adyacentes. Las razas autóctonas españolas debieran merecer un mayor apoyo oficial y privado para su expansión y exportación.

Cuidados diarios: Si se mantienen confinadas, es muy conveniente permitirles salir ‘a volar’ durante dos o tres horas diarias, siempre las mismas. El alimento se distribuirá al anochecer y nunca debe faltar agua limpia. Como en todas las aves cautivas es importante extremar la higiene.

Reproducción: No se separa de las características generales de la especie en cuanto al apareamiento, duración de la incubación y crecimiento de los polluelos, aunque en muchos casos los machos pueden descuidar sus turnos de ((empollar’. Si los padres no calientan correctamente a los pichones, se utilizarán parejas de padres adoptivos.

Enfermedades:  La paloma buchona Padece las clásicas afecciones de las aves en cautividad, siendo frecuentes las parasitosis exteriores e interiores propias de las columbiformes.

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