Ibis Sagrado Ave de Largo Pico Arqueado

Ibis Sagrado Ave de Largo Pico Arqueado
Califique este post

Ibis Sagrado Ave de Largo Pico Arqueado

IBIS SAGRADO: Threskiomis aethiopicus

Familia: Tresquiórnidos.

Orden: Ciconiformes.

Clase: Aves

Inconfundibles aves de unos 65 cm de longitud y casi un metro de envergadura alar, que tienen largo pico suavemente arqueado, con cabeza y cuello negros, prácticamente exentos de plumaje. El resto del cuerpo tiene plumas blancas, que se oscurecen en los extremos de las alas y la cola, que tiene un color negro hollí­n caracterí­stico. Las patas, largas, terminan en dedos unidos por una membrana interdigital vestigial, casi inexistente. Machos y hembras son aparentemente iguales. Viven libres en colonias irregulares integradas por parejas de crí­a y jóvenes desparejados en África, Asia occidental y, esporádicamente, en paí­ses sudorientales de Europa.

Longevidad: Pueden alcanzar cifras cercanas a los veinte anos.

Alojamiento: El ibis sagrado, desaparecido de muchos lugares en los que habitan tradicionalmente, no puede considerarse en peligro de extinción, pero, sin embargo, su adaptación a grandes jardines arbolados es un esnobismo de aficionados, que disponen de grandes parques en climas suaves, templados o subtropicales. Fácilmente adaptables, se familiarizan rápidamente con sus nuevos hogares, amplios, abiertos, cubiertos con varios árboles de gran aporte, aunque parecen sentir especial predilección por los pinos de copa ancha. Deben protegerse del frí­o durante inviernos crudos y requieren algún estanque somero en el recinto que les ha sido dedicado.

Alimentación: Omní­voro y carroñero, puede nutrirse con reptiles, batracios, insectos, desperdicios orgánicos, así­ como animales en putrefacción, insectos necrófagos, etc. En cautividad se adapta a consumir todo tipo de residuos de cocina, recortes de carne, pececillos e incluso huevos de codorniz hervidos o crudos.

Carácter y comportamiento: Sociables y, generalmente, pací­ficos, pueden compartir el hábitat con otras aves de parque sin entablar disputas, aunque, ocasionalmente, puedan enzarzarse en alborotos más espectaculares que efectivos. No desdeñan la compañí­a de otras especies que reposen en los árboles y se habitúan a la presencia del hombre llegando a domesticarse de forma casi increí­ble.

Cuidados: Necesitan amplias superficies arboladas en zonas abiertas protegidas, que durante inviernos crudos o épocas de vientos fuertes se sustituirán por recintos abrigados, cerrados, pero bien ventilados. El capí­tulo de la nutrición no presenta problemas especiales, aunque hayan de evitarse las materias en descomposición, que pueden originar olores sumamente desagradables.

Reproducción: Las parejas eligen en la copa de un árbol alto un lugar en el que construyen su nido, que puede estar próximo al de otras parejas, pero siempre en una masa arbórea suficientemente densa. Ramas, fibras vegetales y otros materiales conforman el receptáculo de los dos a tres huevos blanco azulados con motas pardas, que pueden ser incubados por ambos progenitores durante tres semanas. Los polluelos, cubiertos de un plumón grisáceo abandonan el nido posándose en las ramas próximas, a los quince dí­as, mucho antes de ser capaces de volar. La pareja, muy solí­cita, alimenta a sus pequeños hasta que éstos son capaces de volar y procurarse el sustento.

Enfermedades: Parecen mostrarse muy sensibles a enfriamientos y desarreglos intestinales, más frecuentes en climatologí­as diferentes de las de su área de distribución.

Si te gustó el artículo Ibis Sagrado Ave de Largo Pico Arqueado no dudes en compartirlo con tus amigos…

Sea el primero en comentar

Deje una respuesta

Su dirección de E-mail no será publicada.


*