Por qué Ladran los Perros

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Por qué ladran los perros

Sucede que en muchas ocasiones nuestra querida mascota puede convertirse en un animal ruidoso y molesto sin aparente razón alguna. Lo que en realidad sucede, es que los seres humanos no comprendemos de inmediato la gran cantidad de razones por las cuales un perro ladra constantemente. El ladrido es la manera en que nuestros compañeros se comunican tanto con los miembros de su especie como con su dueño, expresando estados de ánimo, sentimientos o advirtiendo de algún peligro o persona extraña. Siempre hay que tener en cuenta que los perros son animales territoriales y por lo tanto ellos tienden a defender su espacio por medio de ladridos y gruñidos que los hacen ver más feroces ante su “agresor”.

“No me dejes solo, por favor”, “Cuidado, peligro”, “Alguien se acerca a la casa”, “Ahí viene el intruso”, son algunos de los mensajes que contienen esos persistentes y ensordecedores ladridos. Por esta razón debemos entender antes que nada que nuestro perro no intenta hacernos desesperar y enojar con su único medio de comunicación, ya que él sólo desea disfrutar de nuestra compañía ofreciéndonos todo su amor y protección.

Sin embargo, un perro que ladra demasiado e inoportunamente es uno de los principales problemas a los que los propietarios deben enfrentarse en una situación que suele acabar con su paciencia y sólo les deja la aparente salida de los gritos, los castigos y el uso de la fuerza; prácticas inhumanas que pueden dañar a su mascota.
La solución a este común problema se encuentra ni más ni menos que en las manos de cada persona, entendiendo el comportamiento de su perro y descubriendo las causas que originan la mala conducta.

¡AQUÍ ESTOY!
Los perros son animales
que aprenden con rapidez, formando hábitos encaminados a su beneficio y con más razón si alguno de éstos contribuye a llamar la atención de su dueño, ya sea de buena o de mala gana; no importa como, “la atención es la atención”. Así se le hable con delicadeza o se le grite con desesperación para que deje de ladrar, lo importante para tu perro es que de una u otra forma estás interactuando con él.
Si tu perro ladra para llamar la atención, simplemente hay que enseñarle que sus acciones tendrán el efecto contrario. Cuando estés ocupado o descansando y tu amigo comience a ladrar, ignóralo y dale la espalda alejándote de él. Cuando se calle, aunque sea por un momento, acércate pero sin verlo o dirigirle la palabra; con el tiempo aprenderá que los ladridos te alejan y que el permanecer en silencio te trae de vuelta. Cuando guarde silencio por periodos de tiempo más largos, de 30 segundos a 1 min., prémialo, ya sea con caricias o con comida. Este proceso debe repetirse diariamente hasta que la mala conducta haya desaparecido y el perro haya entendido que si se calla su amo le “hará caso”.

¡ME DA MIEDO ESTAR SOLO!
Tu mascota también puede ladrar cuando se encuentra sola en casa; aburrida y estresada por largos periodos de tiempo. Los perros son animales sociales y la mayoría de las veces no pueden entender porqué los miembros de su familia se van dejándolos completamente solos. Como resultado, se dan los ladridos a causa del estrés o simplemente por aburrimiento.
El único remedio para este mal es enseñarle a tu perro a tolerar la ausencia de sus dueños. Muchas personas cometen el error de pasar todo el tiempo con sus mascotas cuando se encuentran en casa, lo cual es contraproducente ya que cuando el dueño tiene que salir el perro siente que ha sido abandonado. Por esta razón es necesario que se intercalen periodos de juego con periodos de aislamiento, lo que le ayudará a tolerar la soledad sintiéndose más seguro cuando tú no estás en casa.
Es muy importante nunca olvidar proveerlo de juguetes masticables para evitar accidentes ya que debemos ocuparlo en alguna actividad que le divierta y le ayude a pasar el tiempo.

¡CUIDADO!
El ladrido como alarma fue la principal razón
por la cual los humanos domesticaron a los perros, por eso resulta irónico que esta razón ahora se vea convertida en un problema social. Un animal que ladra en presencia de intrusos puede ser muy útil en algunas ocasiones, pero si los ladridos son persistentes y no cesan después de algunas cuantas advertencias se convierte en un verdadero problema.
Si deseas enseñar a tu perro a ladrar solamente en el momento indicado primero debes armarte del equipo necesario: una persona que te ayude y un par de premios para recompensar al perro.
Sienta al perro al pie de la puerta y da la orden de “habla” al mismo tiempo en que la segunda persona desde afuera comienza a tocar la puerta; en ese momento premia a tu mascota y dile “gracias” o “buen perro”; quien se sorprenderá ya que está acostumbrado a que le gritan cuando ladra. Ahora mientras siguen golpeando la puerta, dale la siguiente orden: “callado” y pon frente a su nariz el delicioso premio (un perro no puede olfatear y ladrar al mismo tiempo), después deben dejar de tocar la puerta.
Poco a poco la “alarma canina” aprenderá de una forma divertida e interesante la relación entre las órdenes y lo que queremos que haga, ya sea avisar de la presencia de un extraño o quedarse callado.

¿QUÉ ERES, QUIÉN ERES, PORQUE ESTÁS AQUÍ?
Los ladridos constantes en un patio o en un jardín suelen ser una de las quejas más comunes entre los vecinos; un perro que ladra con el mínimo estímulo visual o auditivo del exterior; con cada persona o animal que pasa frente a su territorio no es precisamente “música para los oídos”.
Con frecuencia, el perro que vive afuera advertirá de los ruidos, personas o animales que vea o escuche, lo cual puede resultar molesto tanto para quienes pasan frente a la casa como para quienes habitan alrededor de ella. Dejar a un animal en el patio o en el jardín por mucho tiempo lo llevará a encontrar actividades que no precisamente son “apropiadas” para nosotros además de que se expone a una serie de peligros, como a ser envenenado, robado o a lastimarse con las plantas y alimañas que habitan en el jardín.
La única solución es enseñarlo a centrar su atención en juguetes masticables, tener más interacción con él y mantenerlo dentro de la casa aunque sea la mitad del tiempo que suele estar en el exterior; en conjunto los juguetes y las distintas actividades físicas y mentales que lleves a cabo con tu perro lo distraerán y le enseñarán cosas más divertidas que ladrar constantemente.

Por: Lic. Mariana Rocha Olivares

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