Cómo cuidar a una salamandra
Cómo cuidar a una salamandra. Mascotas exóticas
¿Te gustaría adoptar a una salamandra como mascota pero no sabes qué cuidados específicos necesita? La siguiente nota resolverá algunas de tus dudas.
Quienes adoran a las salamandras están de acuerdo en una misma cosa: estos anfibios son animales hermosos. No sólo son sus colores llamativos los que contribuyen a su belleza, sino también es la innegable ternura de su rostro la que las vuelve irresistibles.
Si quieres convertirte en el nuevo dueño de uno de estos ejemplares, aquí te presentamos algunas reglas de cuidado y mantenimiento para que aprendas a proporcionarle el trato que se merece.
Cinco consejos para cuidar de una salamandra en el hogar
1. Prepárale una pecera
Independientemente de que decidas adoptar una salamandra terrestre, acuática o semi-acuática, el mejor sitio para mantenerla será siempre una pecera para reptiles. Se trata de un recipiente rectangular que puede adquirirse muy fácilmente en cualquier tienda de mascotas.
La capacidad más aconsejable de un acuario para albergar a un animal de estas características está estimada en los 38 litros o los 10 galones, ya que esta medida le otorgará el espacio suficiente para desenvolverse sin limitaciones físicas.
2. Crea escondites
Cuando montes el escenario en el que tu salamandra habitará por el resto de su vida, no olvides dotarlo de los famosos “escondites” para estos anfibios.
Si bien es cierto que estos pasajes acostumbran a verse muy bien a la vista, no se trata aquí de una cuestión estética sino más bien, de una finalidad terapéutica: las salamandras son animales que se estresan con facilidad, por lo que necesitan dirigirse a sus pequeñas cuevas para relajar su mente y recuperar la armonía.
3. Colócale una bombilla
Un dato que necesitas tener muy presente a la hora de brindarle a tu nueva mascota una mejor vida es el de dotar a su morada de iluminación artificial. Este elemento es clave, puesto que, como la salamandra vivirá dentro de tu hogar, perderá la noción de los días y de las noches, tiempos que deberás aprender a recrear a través de la iluminación.
La idea es que te esmeres por recrear su hábitat natural para que se sienta a gusto bajo tu cuidado. Evita colocar la pecera bajo el sol para que el agua no se caliente.

4. No la toques
Muchos dueños de salamandras afirmaran que la tentación de manipular a su mascota es irresistible. Sin embargo, deberás aprender a controlar este impulso si quieres que tu compañera goce de una vida sana.
Se ha comprobado que muchos de los aceites que las personas poseemos en nuestras manos pueden ser sumamente perjudiciales para las salamandras. Por eso, si no quieres ocasionarle enfermedades, higienízate siempre con agua y jabón.
5. Aliméntala por la noche
Por último, un dato fundamental que debes conocer acerca de la vida de las salamandras es que son animales de hábitos nocturnos. Por lo tanto, procura alimentarla durante la noche, ya que es el momento en el que se encuentran más activas.
Como puedes ver, tener una salamandra puede ser divertido si te lo tomas con responsabilidad.
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