Corrales para Cría de Aves – Sistemas de cría por adopción

Corrales para Cría de Aves
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Corrales para Cría de Aves

Los Corrales de cría

Para que los pichones puedan salir a comer durante el día, la sala de cría en su exterior deben contar con corrales para crías. A la semana de vida ya pueden ir a estos corrales. Deben ser de 8x 5m., aproximadamente cada 30 pichones, cercado con alambre gallinero de unos 0.90-1m. de alto, y por supuesto debe contar con pastura natural. Preferentemente trébol blanco, alfalfa o hierbas de hojas anchas.
El ejercicio diario de los polluelos es fundamental, este espacio es ideal para ello. Por lo general en estos corrales pasan su tiempo atrapando insectos, como ser las moscas.

Sistemas de cría por adopción
Algunos productores aconsejan colocar en estos corrales un macho, que es quien les da seguridad y les enseña a alimentarse. La ventaja de la adopción redunda en un menor laboreo, disminuyendo los costos en relación a la cría intensiva en recintos especiales. Por otro lado los polluelos sufren menos del estrés, se sienten más seguros y por ende se alimentan mejor. La adaptación de los pichones con este sistema se da más rápidamente.

Marcado Individual
Es conveniente que las crías se marquen e identifiquen desde muy pequeños. Se pueden colocar distintos elementos con el fin de poder señalar el sexo de los mismos. Existen diversos sistemas para el marcado de las crías. Para ello pueden emplearse desde métodos tan sencillos como anillos plásticos, pulseras, collares o más sofisticados como Microchips. El marcado también puede hacerse en la misma operación en que se realiza el sexado en una etapa posterior.

Sexado
Como los ñandúes no pueden diferenciarse sexualmente a simple vista, dado que carecen de un dimorfismo sexual acentuado, es necesario realizar el sexado por inspección de la cloaca. El sexado es aconsejable que se realice cuando los animales tienen entre dos y tres meses de vida, para ello se debe inmovilizar a las crías tomándolas de las patas y colocándolos de espaldas y presionándolos contra una superficie acolchonada. Haciendo la revisión de la cloaca se puede observar el pene en el macho o el clítoris en la hembra.

Control del Peso
Sería aconsejable el control del peso corporal en distintas etapas de la cría. Por ejemplo:
Al nacer, cuando tienen 15 días, 30 días, 60 días, 90 días y 180 días.
Cuando son más grandes es preferible que no se lleve a cabo el pesaje. Salvo por intervenciones clínicas o análisis sanitarios en general.

JUVENILES Y REPRODUCTORES

Corrales de Terminación

Después de los 90 días las crías son trasladadas a los corrales de terminación hasta la edad de faenado que podría ser entre los 10 y 14 meses. Los corrales deben estar cercados con alambrado romboidal de 1.5 m de altura y deben estar protegidos exteriormente por una cerca eléctrica para impedir el ingreso de depredadores. La disposición de los animales en los corrales debe estar en una relación de 80 animales por ha. Contando que la alimentación va a ser a base de pastura de leguminosas suplementada con alimento balanceado. Los ñandúes ya tienen desarrollado su plumaje por lo que podrán enfrentar muy bien la estación invernal. La alimentación debe planificarse acorde a la edad de las crías y debe incrementarse en el último mes con alimentos balanceados aptos para esta etapa con el fin de que aumenten rápidamente de peso. Los comederos deben colocarse preferentemente protegidos de la lluvia por refugios.

Corrales para  juveniles o adultos para reproducción

Los reproductores deben colocarse en corrales de 1 ha. con alambrado romboidal de 1,50 m de altura y deben estar protegidos exteriormente por una cerca eléctrica para impedir el ingreso de depredadores. También en estos corrales se colocan los juveniles de 12 a 24 meses para la reposición del plantel de reproductores. La carga de estos corrales es de 30 animales por ha., en una relación de 3 hembras por cada macho. La naturaleza del suelo no tiene gran relevancia, hay que evitar los espacios donde se acumula el agua y prever que no haya piedras, bolsas de nylon, alambres, cristales, astillas o cualquier otro elemento que los animales por curiosidad se puedan tragar, esto es importante de resaltar dado que puede ocasionar problemas graves e incluso la muerte de los animales.
Es conveniente tener los potreros dispuestos de tal forma que se permita trasladar animales de un corral a otro, a través de pasillos o corredores. En épocas dónde los animales están realizando su cortejo, no se deben realizar laboreos en las cercanías de los corrales, con máquinas de gran porte o demasiado ruidosas. También es aconsejable y preferible el mínimo ingreso a los corrales o la visita de personas extrañas al establecimiento durante este período.

Refugios
Por lo general el animal adulto no los precisa y es considerada su presencia, por muchos,  como de poca  utilidad para los animales mayores. Incluso a veces cuesta que los utilicen. En su gran mayoría, los criadores argentinos optan para tal caso de árboles de gran porte, que los protegen además del viento y la lluvia intensa, del granizo. Y no emplean los refugios

Reproductores
Los planteles reproductores se forman a fines del invierno. Se puede colocar un macho más (dependiendo de la agresividad del macho) a mediados de la temporada de postura. El macho construye el nido en el cual las hembras oviponen. Una hembra puede poner entre 15 y 40 huevos en la temporada reproductiva (primavera-verano), dependiendo de la edad y del estado nutricional. En algunos casos la postura es mayor. En promedio oviponen 15/20 huevos en la primera postura y 25/30 huevos en las siguientes y más de 30 en los picos productivos subsiguientes al 5º / 6º año de postura. Las hembras en su primera postura por lo general colocan huevos más pequeños y en una proporción mayor de infertilidad. Los ñandúes se alimentan con alimento balanceado, colocado preferentemente en comederos protegidos de la lluvia por refugios, complementado con forraje fresco  proveniente de las pasturas de corral. Debe contarse con una buena provisión de agua, por medio de bebederos. Hay quienes afirman que en pleno verano con un calor intenso consumen aproximadamente 8 litros de agua y una cantidad menor en invierno. Los bebederos, tienen que estar alejados de los comederos para evitar la contaminación de las aguas. Y las mismas deben renovarse diariamente.

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