Perro Fila Brasileiro
Fila Brasileiro: Canis familiaris
Familia: Cánidos.
Orden: Carnívoros.
Clase: Mamíferos
Descripción y origen: Esta raza poderosa, poco difundida, tiene ejemplares grandes con una alzada comprendida entre 65 y 70 cm, con cabeza ancha, potente, cuadrada, de hocico macizo, que tiene perfil superior recto y termina en trufa amplia de color negro o marrón. Los labios superiores, netamente colgantes, se superponen a los inferiores también carnosos de buena anchura. La dentadura, bien desarrollada, con cierre a tijera, se encaja en excepcionales mandíbulas.
Los ojos, almendrados, correctamente separados, no demasiado grandes, tienen expresión dulce y suave. Las orejas, colgantes, son finas y triangulares en forma de ‘V’. El cuello, muy grueso, corto, está perfectamente musculado y ostenta una curiosa papada en la garganta, ensanchándose al unirse con el tronco fuerte, con tórax ancho, profundo, de costillas arqueadas y cruz baja, que queda entre los omóplatos de extremos separados. La línea dorsal asciende progresivamente hasta la grupa, más alta y ligeramente inclinada. El par anterior está formado por extremidades verticales correctamente separadas a ambos lados del tronco, con antebrazos bien osificados y musculados. Los metacarpos se posan ligeramente inclinados.
Las extremidades posteriores más largas, pero comparativamente más ligeras que las delanteras, son rectas con angulaciones poco netas. Los pies tienen dedos fuertes, arqueados, con almohadillas plantares duras y espesas. La cola, gruesa en la raíz, se afina progresivamente, terminando a la altura del corvejón, pudiendo caer o llevarse alta ligeramente curvada. El pelaje, corto, liso, sobre una piel espesa, suelta en el cuello y el cuerpo, puede presentarse en todos los colores apreciándose los tonos arena uniformes y grises atigrados con máscara y orejas más oscuras. Seleccionados en Brasil, su patria de origen, proceden de los perros introducidos por los conquistadores españoles y portugueses, aceptándose su entronque con mastines, sabuesos, bulldog y mastiff.
Longevidad: Difícilmente supera los diez u once años.
Alojamiento: Necesita grandes espacios o al menos un jardín de considerable superficie donde expansionar la vivacidad de su temperamento.
Alimentación: Bastante parco y austero, ha de recibir una dieta proporcional al ejercicio que realice. Los animales de guardería, que viven en una casa de campo, se mantienen con una ración de 3.000 kcal/día. Pan duro, huesos porosos, carne, arroz y verdura hervidos serán los ingredientes básicos de su ración alimenticia.
Carácter y comportamiento: Dotados de un olfato excepcional, nobles, extraordinarios guardianes, pueden comportarse con agresividad y desmedida ferocidad en defensa de lo que consideran su territorio o sus bienes.
Cuidados diarios: Cepillado a guante de la capa y vigilancia periódica del estado de los oídos. Si existen legañas se limpiarán con un algodón humedecido en infusión de manzanilla amarga.
Reproducción: Se atiene a las normas válidas para todas las razas, aunque debe prestarse una atención especial al temperamento bondadoso y equilibrado de los reproductores, descartando ejemplares nerviosos o agresivos.
Enfermedades: El régimen de vida a la intemperie, que necesitan estos perros, induce una mayor incidencia de las parasitosis externas e internas, así como cierta predisposición a contraer afecciones epidémicas.
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