Pez Acara Azul – Aequidens Pulcher

Pez Acara Azul Aequidens Pulcher
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Pez Acara Azul Aequidens Pulcher

Acara Azul: Aequidens Pulcher.

Familia: Cí­clidos.

Orden: Peciformes.

Clase: Peces óseos

Descripción y orí­genes: Conocido antiguamente como Aequidens latifrons, este tranquilo y pací­fico cí­clido alcanza una longitud de 15 cm y tiene el clásico cuerpo perciforme, alto, comprimido lateralmente, con cabeza de tamaño proporcionado y perfil convexo. La aleta dorsal larga, más ancha en su extremo distal, se muestra bordeada de un ribete anaranjado muy tí­pico. El color dominante del cuerpo es pardo oliváceo o gris oscuro, con vientre más claro y reflejos verde azulados distribuidos en numerosas escamas de los flancos y en estrias en la cabeza.

Transversalmente se aprecian entre cinco y ocho bandas negruzcas muy variables, salvo una mancha circular negra en los flancos, situada sobre la cuarta franja vertical. No existe dimorfismo sexual evidente. Durante la época de celo y reproducción las parejas ostentan una coloración mucho más brillante, de forma que las escamas parecen 'encenderse' con luz propia.

Viven libres en aguas nitidas profundamente plantadas de vegetación subacuática en los cursos lentos de Panamá, Colombia, Trinidad y Venezuela.

Longevidad: Pueden alcanzar siete u ocho años de vida en óptimas condiciones de mantenimiento aunque se citan excepcionalmente registros más altos.

Alojamiento: Necesitan un acuario grande de 120 l como capacidad mí­nima, que podrá acoger un grupo de 8 a 12 ejemplares, aunque se separen las parejas que se vayan formando, demostrando su afán de procreación. El fondo posterior, decorado con pizarras planas o escorias para simular un ambiente rocoso, se escalona hasta la cara vista con terrazas que contengan suelos alternos de grava silicea de grosor medio y arena silí­cea fina mezclada con turba. Requieren aguas atemperadas entre 22 y 26 C, bastante blanda 6-12 DH y de pH muy amplio, que podrá oscilar entre seis y ocho.

El ambiente ha de estar profusamente decorado con raí­ces pulimentadas y gran cantidad de vegetales sumergidos, situados en rincones y fondo, de forma que dejen amplios espacios de evolución. También es muy aconsejable dotar al tanque de una buena capa de plantas flotantes que tamicen la iluminación intensa.

Alimentación: Esencialmente carní­vora, deben administrarse presas vivas vanadas. que podrán ser excepcionalmente sustituidas por alimento seco del comercio.

Carácter y comportamiento: Tal vez puedan considerarse como los cí­clidos más pací­ficos incluso durante la reproducción, pues se limitan a defender el territorio elegido sin acosar al resto de congéneres hacia un rincón del acuario. Puede compartir con especies afines grandes tanques de cí­clidos.

Cuidados: Mantenimiento de las constantes climáticas y de una perfecta nitidez del medio con sifonados y aportes periódicos de agua nueva.

Reproducción: Es preferible aislar la pareja formada en un acuario de unos 80 I bien decorado con rocas y plantas que se mantendrá a 25 6 26 C. La puesta sobre rocas o piedras del fondo es protegida por ambos progenitores, que eliminan los huevos 'velados'. Los alevines reciben el alimento triturado por los padres aunque es convemente suministrarles infusorios y nauplius de artemia.

Enfermedades: Generalmente son peces robustos, pero la necesidad cotidiana de presas vivas aumenta los riesgos de introducción de las anomalí­as clásicas de los peces tropicales: punto blanco, costiasis y saprolegniasis.

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