Como Escoger un Cachorro de Pastor Aleman

Como Escoger un Cachorro de Pastor Aleman
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Como Escoger un Cachorro de Pastor Aleman

90 DIAS PARA ESCOGER EL CACHORRO DE PASTOR ALEMAN – FOTOS

La ilusión de todo criador de la raza Pastor Alemán u Ovejero Alemán, como los conocemos en América Latina, es criar “aquel perro”, cuya imagen se fija luego de mirar, leer, conocer, analizar, divagar, amarlos y admirarlos en una exposición local; esta imagen, fija en nuestra mente, se convierte en una agradable “obsesión” que los criadores buscamos encontrar y proyectar en la camada que esta a punto de nacer.

Cuando los pequeñuelos nacen y la cuidadosa madre desgarra firmemente el cordón umbilical y lame nerviosamente a todos, provocando el primer aliento de vida de un ser de cuerpo alargado, color negro, extremidades cortas, de uñas algo claras, con trufa y almohadillas de color sonrosada, de oídos y ojos cerrados, que tienen solamente su olfato como sentido de supervivencia, para encontrar las mamas de su madre; nos atrevemos a soñar “legítimamente” que tenemos ante nuestra vista el futuro VA, el sobresaliente, la prolongación y la fama  de nuestro Criadero como seguramente soñó el mismo Walter Martin o Erich Oschler, anhelo que se mantiene celosamente guardado entre labios, y pocas veces se escapa mientras crece la camada entre gemidos, calor y miradas celosas del criador, que comienza a ver cualidades y defectos.

A continuación me permito compartir con Usted amigo lector la experiencia de haber transitado en esta apasionante aventura de la selección de un futuro reproductor de mi criadero.

Los cachorros a los 10 días de nacidos terminan la fase que define la literatura como vegetativa e inician la nueva fase de transición, su tamaño se ha duplicado, a partir de los 13 días comienzan a abrir sus ojos, no oyen todavía y entre dormidos y enganchados a las tetas de su madre que se disputan palmo a palmo, como lo harán en la pista de exposiciones o en la cría selectiva cuando trasmitan sus características genotípicas y fenotípicas. Recuerde siempre, que es indispensable mantener el calor de su madre y un ambiente limpio donde el cachorro se desarrolle, para darle la fortaleza que le permita comenzar a sostenerse por si mismo en pie.

Posteriormente en la fase denominada de impregnación, aproximadamente entre el 20avo. y  60avo. días, la influencia de la madre en su desarrollo sensorial y neurológico, así como la mano del criador, son guardadas en su receptivo cerebro. Cabe aquí analizar dos aspectos, el uno la alimentación y el otro el escogitamiento del cachorro para cría y exposición.

Bueno, comencemos con la alimentación que nos servirá en la crianza diaria, en el día a día.  Así, inicia el proceso de destete, cuando el criador debe enseñar al cachorro a comer por si mismo; recomiendo para ello, que a los 20 días de nacida la camada con un promedio de 5 cachorros, se debe mezclar 100grs. de alimento especial para destete con una cantidad similar de agua muy caliente, en un tercer recipiente dejar enfriar la mezcla por unos 20 minutos, una vez hidratada se vuelve una suave papilla; posteriormente acudir donde los cachorros, untar suavemente la papilla en sus bocas, y de a poco los motivados cachorros devoraran si no en la primera, seguro en la segunda o tercera ocasiones.

Este procedimiento lo repetimos todos los días, pensando que aproximadamente el día 30avo. los cachorros comerán por si solos y absolutamente seco el alimento de destete hasta los dos meses, para ello programemos quitar una décima parte de agua y aumentar una décima parte de alimento de destete desde el primer día que iniciamos este proceso de alimentación, hasta el día 30avo., cuando cada uno los cachorros coman 300grs aproximadamente de alimento de destete sin ninguna mezcla con agua caliente.  Prosiguiendo el proceso de destete, a partir del 30avo. día la madre será separada de a poco de sus cachorros en un periodo de 6 días aproximadamente, esto es, dividiremos las 24 horas que pasaba con los cachorros para 6 días y entonces cada día la separaremos 3 o 4 horas, aumentado las horas de separación paulatinamente hasta que ellos, los cachorros, estén sin su madre en el día 36.  Durante todo este proceso y después siempre habrá agua fresca y libre para el consumo de la camada.

Una vez cumplidos los dos meses, mezclaremos durante una semana el alimento de destete con el alimento para cachorros (el cual se dará hasta los 15 meses), los cachorros dispondrán del nuevo  alimento seco  racionando su alimentación en 4, 5 o hasta 6 veces al día lo que controla cualquier tipo de obesidad, durante un tiempo limitado de 15 minutos; en todo caso también se puede alimentar libremente “free” hasta los 3 meses de edad, pero se deberá cuidar el sobrepeso o la obesidad, porque podría causar problemas de sobre crecimiento, de huesos y articulaciones en el futuro, por ello este ultimo método debe ser realizado solamente por criadores experimentados y cuidadosos, la ventaja de esta forma de alimentar los tres primeros meses es conseguir que se evite stress al comenzar sus vidas, diarreas por sobrealimentación y competencia alimentaría; ayudándonos a observar  mas rápida y claramente problemas en su desarrollo, como por ejemplo faltas de asimilación o defensas naturales contra parásitos o simplemente alguna patología que aqueje al cachorro, respecto a otros que se encuentran en optimas condiciones

Volviendo al apasionante tema del escogitamiento del cachorro, lo separamos en dos periodos de tiempo, el primero entre el 30avo. y  45avo. días, cuando los cachorritos empiezan a denotar un alargamiento de sus pequeñas extremidades lo que les da un aspecto esbelto, se insinúa un tipo aerodinámico, se comienza a mostrar el cachorro de estilo moderno que buscamos, y que mantenemos guardado celosamente en nuestra mente.

Entre los días 35 y 39avo. de crecimiento el cachorro en la mayoría de los casos es una miniatura de lo que será de grande, llamamos a los “sabios” a opinar, quienes normalmente nos dicen que están “lindos, fuertes y sanos”, algunos nos dicen que “están bien rojitos y fuertes de hueso” pero sigue la inquietud, la inseguridad es fuerte y solo la experiencia personal en la crianza, la intuición u olfato, la “suerte” de criador que ama la raza nos ayudaran a tomar la decisión acertada.  Comparamos con las camadas anteriores, hasta el mas pequeño detalle es hurgado, buscamos en libros respuestas a preguntas que solo nosotros mismos nos efectuamos, el Standard es mordisqueado con la misma ansiedad que lo hacen los cachorros con nuestras “bastas del pantalón” al jugar con ellos en el criadero,  los conocimientos se ponen a prueba, vemos adelante, atrás, caminando, su perfil, pelo, color, pigmentación y hasta medimos manualmente sus diminutas grupas y angulaciones anteriores, manoseamos sus posteriores y gastamos con nuestra mirada constante su línea superior, analizamos todo como “verdaderos jueces”, y esperamos encontrar, esa semejanza con el perro que esta guardado en nuestra mente, que en algún momento se nos metió a fuerza de constancia, lectura, experiencia, amor, vivencia en otras latitudes geográficas y sobre todo por mirar, mirar y mirar perros, educando el ojo como dicen los “expertos”.

Entre los días 35 al 39 (no más de los 45), donde tenemos que pasar el primer filtro, tomar la primera decisión de quedarnos con uno, varios o ninguno, los cachorros están en un ajuste general aceptable, su mordida correcta en tijera puede verificarse, sus dos testículos normalmente son palpables y han descendido, su temperamento se muestra de tal forma que podemos “predecir” el futuro del mismo, incluso podríamos utilizar para este fin el conocido “test de Campbell”.  Este primer filtro descarta los cachorros, que por consideraciones particulares de sexo, tipo, construcción generalísima, carácter, etc., no serán parte de nuestro criadero. Cuando el cachorro es vendido o regalado a buen amigo en este tiempo la literatura denomina “partida precoz”.

El segundo filtro lo ubico en el día 90, tiempo cuando tomo la segunda decisión respecto de los cachorros preseleccionados hasta los 45 días de nacimiento, a pesar de los costos y la dificultad que significa vender un cachorro de 90 días; pero se compensa con el placer de mirar que la preselección del cachorro de 45 días, se ratifica y podemos haber escogido el futuro perro(a) de cría.  Su anatomía general es más evidente, y se aproxima a nuestra imagen ideal, además durante todo este tiempo se debió observar cotidianamente la ratificación de su temperamento juguetón, mordedor, travieso, libre, su relación con perros incluso de mayor tamaño sin medir consecuencias pero manteniendo la jerarquía de la manada que se expresa en el carácter y equilibrio del cachorro, su instinto de caza cuando toma un objeto y huye a un rincón defendiéndolo de sus otros hermanos o congéneres, el gruñido leve que marca su territorio, su actitud cuando sale de la perrera y el criador provoca lo agarren de sus bastas y luego corre, dejándose alcanzar y quedándose quieto para que ellos triunfen, o esconderse para que siempre estén atentos, como algún día estarán en situación similar buscando en la pista a su “llamador”. Cuando el cachorro es vendido o reglado a buen amigo en este tiempo la literatura denominada “partida tardía”.

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