Es posible educar a un perro adulto
Algunos tips para mejorar la conducta de tu mascota doméstica
Hay una pregunta recurrente en muchas personas y es aquella que se interroga acerca de las posibilidades que tiene el amo de educar a un perro cuando éste ya es adulto. Si bien la pregunta es bastante común, su respuesta a veces se confunde ya que la mayoría de la gente piensa que esto es imposible. No señores, se puede adiestrar a un perro cuando dejó de ser cachorro y para saber cómo deberás leer el siguiente artículo.
Lo primero que debemos hacer es quitar ese prejuicio de que un perro adulto no puede ser educado y que por ende, realizar esta labor con un cachorro sería mucho más fácil. Esto no es cierto y adiestrar un perro adulto puede incluso llegar a ser menos complejo que hacerlo con un cachorro.
Los perros nunca pierden la capacidad de asombro ni sus ganas de aprender y por tal motivo la edad a veces no cuenta en función del adiestramiento de una mascota canina. Los perros adultos se presentan mucho más tranquilos que los cachorros y entonces obtienen una mayor capacidad de concentración, razón por la cual podrá resultarnos más simple tratar con un animal que ya haya crecido.
Muy bien, disipada esta duda y sabiendo que un perro adulto puede ser adiestrado sin presentar mayores inconvenientes, compartimos algunos tips que permitirán realizar esta labor de forma exitosa:
1- práctica de ejercicio: todos los perros necesitan hacer ejercicio de forma cotidiana. Los perros son animales llenos de energía y es necesario que la gasten y se cansen para que su organismo funcione correctamente. Lo que genera tal cansancio, es una capacidad de adaptación alta y en el momento de recuperar la energía, brinda la posibilidad de que el perro alcance altos niveles de concentración en función de su aprendizaje.
2- implementación de normas claras: el perro puede concentrarse totalmente pero si no somos claros en lo que pregonamos el animal no nos entenderá. La idea es poder presentarnos de forma firme respecto de lo que queremos y no salirnos de eso. Un ejemplo será más ilustrativo: si no quiero que haga sus necesidades al interior de la casa, la primera vez que lo hace es no, y lo será para siempre.
3- El ejercicio y las normas claras no son suficientes. Para que el círculo se complete, y podamos ir reciclando nuestras expectativas y las del perro en función de lo aprendido, debemos ofrecerle una pequeña recompensa al animal cada vez que nos obedece. De esta forma favorecemos el aprendizaje y por supuesto, las ganas del perro de realizar bien las cosas.
Por todo esto, es preciso desacreditar la tesis de que los perros por ser adultos ya no son susceptibles de ser educados. Con buena predisposición y atendiendo de forma correcta a los tips expuestos anteriormente, podremos llevar adelante una buena propuesta para que nuestro perro sea un canino perfectamente domesticado y podamos convivir en armonía con él.
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