
Algunos animales que no deben ser mascotas
Durante el Neolítico, al terminar la Era Glacial, el hombre modificó su forma de vida, siendo antes cazador y recolector, ahora accedía a una nueva forma de subsistencia a través de la agricultura. Ya establecido el sedentarismo, comenzó a experimentar la domesticación. La misma es un proceso de adaptación de una especie animal, ya sea por cautiverio o por atracción hacia los recursos alimentarios de una población, acabando por integrarse a la comunidad humana. Las primeras especies animales domesticadas fueron: perro (12.000 años con el hombre), cabra, oveja, cerdo, vacunos grandes como búfalo y cebú, alpaca, guanaco y llama, camello, aves de corral, caballo, conejo y demás especies utilizadas ya sea como recurso alimenticio, textil o utilitario.
Estas especies hicieron adaptaciones milenarias de su morfología genética, realizando una evolución “humanizada” natural o por manipulación del hombre a través de la crianza. Llegado este punto podemos decir que son especies domésticas.
Actualmente, la frivolidad humana, ha puesto de moda la posesión de especies no adaptadas, de carácter salvaje y exótico. El perjuicio provocado al animal cuando se lo extrae de su hábitat, muchas veces de la forma más cruenta (hacinados, ocultos, heridos), es extremo. Luego se lo obliga a una rápida adaptación que no siempre es factible, cuyo único propósito es la satisfacción humana de diferente índole. Ya sea para exponerlos en auténticas prisiones denominadas Zoológicos, en espectáculos cruentos llamados Circos, o para satisfacer al ego de algún excéntrico snob .
Las personas desaprensivas a veces no conocen la dimensión del daño que causan al comprar una mascota exótica, ya que estimulan ese comercio y ocasionan la muerte de miles de animales, por ejemplo, matan a una madre “bonobo” para acceder a su cría, sólo para enjaularla de por vida; mueren muchos peces y mamíferos acuáticos durante la pesca de una orca o un delfín que luego serán “estrellas” obligadas en un espectáculo marino. Son miles los ejemplos y todos dolorosos para las conciencias sensibles.
Por otra parte, el peligro al que se exponen los que adoptan estas mascotas no son menos graves: personas mordidas, niños devorados por una pitón “doméstica”, otras contaminadas con bacterias, parásitos y virus propios de ciertas especies, para las que el hombre no cuenta con defensas, ya que su sistema inmunológico no está adaptado al intercambio microbiológico con especies exóticas.
Por último, las reglamentaciones sobre el tema, prohíben, por ejemplo, la tenencia de animales silvestres como: tortugas y lagartos, pumas, monos, iguanas, gatos monteses, todas las serpientes y arañas, tatú carreta, zorros, entre otros. También los pájaros como: reina mora, zorzal gato y criollo, cardenal, rey del bosque, jilguero. Corbatita, siete cuchillos, calandria, ruiseñor, tucán, loros en todas sus variedades silvestres, guacamayos, búhos y lechuzas, y otras.
A esta norma se podría agregar otras recomendaciones muy útiles:
a) no adquieras artrópodos, peces y anfibios, cuya mordedura o picadura puede ser peligrosa
b) no adquieras reptiles, cocodrilos, lagartos, y caimanes que en estado adulto pesen más de dos kilos y todos los venenosos.
c) no adquieras mamíferos, primates y carnívoros de cierta peligrosidad por su peso y mordida
d) no montes un circo exótico en tu casa, no fomentes el sufrimiento, la muerte, la separación de familias de animales silvestres.
e) no compres mascotas, accede a la adopción de los abandonados.
Seamos humanos responsables, compañeros, más que dueños, amigos, más que amos.
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