Adopción de mascotas responsable

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Adopción de mascotas responsable

Cuando pensamos en traer una mascota a casa, es necesario comprender que se trata de un ser vivo y no un juguete que podemos guardar en una casa cuando ya nos aburrió. Un perro, un gato, un ave doméstica, un conejo, una tortuga –por nombrar las mascotas habituales– en general pueden estar con una familia durante varios años. Es necesario entonces considerar el concepto de adopción de mascotas responsable.

En efecto, cuando traemos a casa una mascota somos responsables por su bienestar, y por satisfacer todas sus necesidades. De esta manera, hay familias que –por ejemplo– deciden traer un cachorro “para los niños”, sin considerar que la vida promedio de un perro, en este caso, puede ser de unos 14 años. Un perro necesita atención, juegos, paseos, para estar pleno. Dejarlo todo el día solo en la casa porque los hijos crecieron y nadie tiene tiempo para la mascota, es lo contrario a una adopción responsable.

Así, las ganas de tener una mascota es apenas uno de los requisitos para tomar la decisión. También hay que considerar si se tendrán los recursos para alimentarlo y para cuidados veterinarios y vacunas, como también espacio en la casa acorde a sus necesidades, y el tiempo disponible para dedicarle.

En este sentido, se debe tener una profunda charla familiar antes de traer a la mascota, donde todos asuman el compromiso que les corresponda, y además se elija al tipo de mascota adecuada a la realidad familiar, teniendo en cuenta por ejemplo, el espacio disponible.

La realidad es que existen muchos perros y gatos abandonados en las calles porque la familia ya no quiere hacerse cargo de ellos, porque están viejos, porque los niños ya se han aburrido de ellos, porque están preñadas (en el caso de las hembras), entre otros crueles motivos. Se trata de la peor forma de maltrato. Se debe tratar de evitar llegar a hacer algo así con una mascota.

Las asociaciones protectoras de animales, además, han ido un poco más allá en los últimos tiempos, sugiriendo que no se deben comprar mascotas sino adoptar aquellas crías que nacen sin un hogar y que muchas veces son regaladas por estas mismas asociaciones, o por particulares cuya hembra tuvo cría.

Lo cierto es que algunos criaderos, en su afán comercial, exponen a las hembras a una gestación tras otra, mellando su salud y sometiéndola a una situación de sufrimiento, en el afán de lucrar con su cría. En todo caso, sería sensato visitar el criadero antes de comprar y procurar que sean respetuosos en el trato de los animales.

La tenencia responsable también implica realizar periódicamente tratamientos desparasitantes y mantener a la mascota en un estado de salud e higiene que haga que no represente un peligro sanitario para las personas y otros animales.

También es de dueño responsable aplicar productos para pulgas y garrapatas, que además previenen la transmisión de otros parásitos internos y la propagación a personas y animales.

La mascota debe ser higienizada de acuerdo a las necesidades de su especie, tener espacios limpios y sus deposiciones no deben ensuciar la vía pública o espacios privados. El dueño debe encargarse de limpiar de ser necesario. Al salir a pasear, se debe llevar una pala y una bolsa para estos fines.

En el caso de los perros, no deben deambular sueltos, se los debe tener con correa y bozal en caso de razas potencialmente peligrosas. Aún un perro amigable, podría tener una reacción inesperada.

En el caso de las hembras, durante su período de celo, deben permanecer en el hogar para evitar que queden preñadas.

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