Información general sobre las Aves Marinas

Información general sobre las Aves Marinas
Califique este post

Información general sobre las Aves Marinas

LAS AVES MARINAS

Para conocer lo que es un ave marina debemos partir de lo que es un ave en general y llegaremos a una conclusión paradójica: que el ave marina es en realidad todo lo contrario de lo que  es un ave que tiene que volar , pues el ave marina , en el otro exrtremo, se tiene que sumergir, y  solo sabiendo lo que caracteriza a un ave `podremos llegar a saber lo que es un ave marina y su interesante adaptación a un medio , la mar, que en principio, no fue concebido por la naturaleza para las aves.

Hace 140 millones de años, procedente de un reptil arqueosaurio, un Tecodonto, aparece el archeopterix, que como ustedes saben es un fósil que se encontró en Baviera en el año 1.861. Tenía el tamaño de un cuervo y puede clasificarse como un reptil por su larga cola ósea, sus dedos con uñas, costillas abdominales, pico con dientes, esqueleto pesado, era un reptil planeador, pero tenía el sello inconfundible de las aves, es decir, las plumas, era un reptil con plumas o una proave con caracteres reptilianos.  Podríamos decir , pues , que las aves en realidad  son  unos reptiles glorificados por las plumas, no por el vuelo , porque anteriormente había muchos reptiles voladores, algunos como el Pterodon  que media 9 metros de envergadura y  volaba como los albatros actuales, planeando, y  ya eran marinos y muchos de estos reptiles debían de comer peces en exclusividad. Lo primero que  nos encontramos , pues, es con la triple evolución que tuvieron  que desarrollar las aves marinas que como aves evolucionaron de un reptil que vivía en tierra, luego conquistaron  el  aire y por fin vuelven a la mar.

Pronto nos encontramos con fósiles de aves marinas. Son bien conocidos el Ichtiornix parecido a uno de nuestros actuales charranes , que vivía en  las costas de Norteamérica durante el periodo Cretácico, hace 100 millones de años y Hesperornix, un ave ya tan marina que había perdido todos los huesos del ala, excepto el húmero por lo que carecía incluso de la capacidad de volar, era una gran buceadora y su aspecto sería parecido a uno de nuestros araos comunes o al actual colimbo. No obstante, ambas aves tenían dientes y una articulación reptiliana en la mandíbula, aunque puede considerarse ya muy próximas a las aves modernas que ya se esbozaban a finales del Cretácico, hace 60 millones de años. Y así

hasta llegar a las actuales 8.600 especies de aves, que es el grupo más numeroso de vertebrados después del de los peces y que habitan en todos los continentes, en todos los ecosistemas y en todos los  mares , desde la oscuridad de las cuevas como los  guácharos que saben ustedes que localizan las presas por ecolocación,  como con  un rádar,  lanzando unas ondas cuyos ecos recogen las vibrisas de sus picos; o viviendo en el suelo para nunca despegar jamás de él, como los avestruces, o los  kivis  ; o viviendo en el aire por el contrario,  para no tocar jamás la tierra, como sucede con el poético vencejo, que se alimenta, se aparea y duerme en el mullido colchón de una térmica, y solamente tocan la tierra para criar, haciendo el nido (también de briznas recogidas en el aire) en una cornisa o debajo de una teja de un edificio, para que el pollo se pueda tirar al vacío y ya no volverá a tocar tierra en su vida, con la excepción señalada.

Hay aves  de todos los tamaños desde el zunzuncito,  un colibrí cubano que pesa 1´8 gramos o nuestro petirrojo, tambien  un pequeño pajarillo, hasta el avestruz con sus 100 kilos. Viven en la  mar, en todas las partes de la mar, a donde regresaron como les decía antes, para hacerse únicas, excepcionales en algo como ese albatros, maestro en el vuelo, el alcatraz y el pelícano, expertos en la zambullida o el pingüino que aquí anticipamos que es un ave ya tan marinera que va a vivir más como una foca que como un ave y que ha perdido su capacidad de volar incluso, que es una actividad que a todos se nos antoja como genuina del ave, olvidándonos a veces de que tambien vuelan los murciélagos, las ardillas voladoras, los peces voladores y que volaron muchos reptiles  y otros vertebrados extinguidos; y que tambien  vuelan  los insectos, pero aquí si que tenemos  ya que empezar a matizar  y  a admitir que las aves sí que tienen una anatomía diseñada y  enfocada  única y exclusivamente para el vuelo, lo que no tiene el murciélago, por ejemplo, que sus alas están tan mal concebidas que incluso tienen que dormir cabeza abajo para poder plegarlas. Tampoco el hecho de poner huevos determina al ave, pues  ponen huevos los reptiles,, los insectos, los gusanos, los caracoles, e incluso algún mamífero como el ornitorrinco  y el equidna.

Tampoco, con ser un conspícuo y generalizado atributo más del ave, el tener un pico córneo,  es exclusivo  de ellas, pues excepcionalmente  otros vertebrados como el ornitorrinco  también lo tienen. Y a pesar  de tener tantas características compartidas con otros grupos zoológicos, estas máquinas voladoras de nuevo diseño, son muy uniformes entre sí, es decir, nosotros las reconocemos sin dudar y las  comparamos  sin ningún temor  a  equivocarnos un águila con una gaviota, y una gaviota con un jilguero. Piensen,  por ejemplo, que los reptiles son muy distintos,  que  un lagarto difiere mucho de  una culebra y ya no digamos una culebra de una tortuga o de un cocodrilo. Aún mas diferentes entre sí son los mamíferos y en muchos aspectos equívocos, siendo frecuente aún hoy día creer que los delfines son peces  y en personas poco versadas que los quirópteros son aves. La diferencia que hay entre una jirafa con una  musaraña o con un  lobo o entre el lobo y una foca  son enormes.

Decíamos al hablar de Archeopterix que serán  las plumas las que definirán al ave, incluso al ave menos ave, que es el pingüino, que no vuela  y que tiene plumas aunque tan transformadas que mas bien parecen pelos, pero conviene recordar que el pelo y la pluma son lo mismo, es decir, son faneras, que parten  de una excrecencia  de la piel y al igual se van transformando en algo sin vida, en lago necesitado de sustitución. Las plumas, pues,  sí que definen al ave, por ser exclusivas de este grupo zoológico.  Cubren el cuerpo, conservan el calor y el frío, son ligeras, livianas, resistentes y suaves y,  principalmente, prolongan el cuerpo y los brazos, es decir, las alas y la cola en una enorme superficie de sustentación sin la cual el vuelo sería imposible.

Comprendemos pues, ya que  hemos definido al ave como portadora de plumas que podamos afirmar que gracias a ellas es la máquina voladora cuya anatomía se adaptó y especializó  en el vuelo.  Decíamos que el reptil precursor estaba en la tierra, que  pisaba la tierra, y para elevarse al cielo como ave comprendemos que tenía que aligerarse, que debía hacerse menos pesada, pero ¿cómo?, ¿cómo luchar contra la gravedad? pues  primeramente ahuecando sus huesos , neumatizándolos , llenándolos de travéculas con aire que sustituyese a  la médula que rellena el esqueleto de todos los vertebrados, que pesa.

Los huesos del ave , por el contrario, son muy ligeros y resistentes. En la fragata, que es un ave que mide más de 2 metros de envergadura, los huesos pesan 114 gramos solamente, algo menos que la totalidad de sus plumas.
Sin embargo, y  ya que nos vamos aproximando al ave marina, que tendrá que hundirse  para bucear, debemos destacar que  esos huesos y esas plumas  son una especie de chaleco salvavidas, que le impedirían la inmersión de no ser por los cambios anatómicos que el ave buceadora tuvo que conseguir en contra a veces del propio diseño del ave voladora.  Estas se  aligeraron colocando las plumas encima de su cuerpo, como  les decía antes, extendiendo aerodinámicamente su superficie.

Las aves tienen las plumas voladoras en el cubito y en el radio y en los metacarpianos de la muñeca y en los dedos,  y en el húmero normalmente carecen de ellas. Presentan las patas con escamas, en recuerdo a su ancestro el reptil.  Los grandes músculos pectorales se asientan en una quilla o esternón, y de ellos parten otros antagónicos que mueven el húmero, que a su vez mueve el resto de huesos del brazo y mano, uno de los músculos  bajaría el ala y el contrario la subiría. Dentro de esta potente musculatura idónea para el vuelo están los sacos aéreos, en número de nueve, muy especializados y preparados para enfrentarse a tan grande demanda metabólica y de oxígeno respiratorio como demanda el vuelo, que exige mucho más esfuerzo que el correr.

Todo lo contrario de lo que necesita un ave marina que no puede estar llena de aire como están las aves ” normales”. Los sacos aéreos constituyen un sistema propio de las aves para tener siempre aire fresco disponible en vuelo. Primeramente el aire inspirado pasa a  uno de los sacos aéreos traseros y de allí a   los pulmones, que  en lugar de tener bronquiolos tienen unos parabronquos, que realmente lo único que hacen es servir de conducto del aire fresco al saco aéreo anterior y de ese saco aéreo anterior se expiraría al exterior del cuerpo. Es algo así como una doble, pero muy eficaz respiración. En apoyo de la cual. necesitan también un sistema circulatorio de alta presión y rendimiento aunque sustancialmente sea parecido al de los mamíferos. La tasa de latidos cardiacos es extremadamente rápida y sorprendente en el ave.

Un pavo durmiendo da 93 pulsaciones por minuto, un gallo 250 y un chonchín da 500 pulsaciones por minuto, que aumenta a la increíble tasa de 1.000 pulsaciones por minuto en vuelo. También  necesita una rápida digestión para procesar una dieta rica en energía. Eso de comer como un pajarito, pues, no es cierto. El propio chochín come diariamente un 30% de su peso y algunos colibríes, como el zunzucito, incluso su peso diario. También necesitan un sistema nervioso muy desarrollado, porque imagínense  ustedes las rápidas decisiones que tienen que tomar para capturar una presa en vuelo, o para huir, y una aguda visión para enfrentarse  a difíciles problemas en ese vuelo de alta velocidad.

Decíamos que todo ello es para volar, pero ¿ en qué consiste  ese milagro de volar?, ¿por qué se lanzaron las aves a volar? Pues las aves se lanzaron a volar porque el aire era un medio inexplorado y poco explotado, lleno de insectos que ofrecían un magnífico  alimento ; porque en el aire se  facilitaba la huida fácilmente ; porque permitía la prospección   de nuevas áreas de cría y beneficiarse en las migraciones de un clima benigno durante la mayor parte del año,  cambiando de un sitio a otro de residencia.  Dos teorías pretenden explicar  por qué voló el ave. La cursora: eran animales corredores bípedos , tenían palmas para palmotear y cazar insectos y al aumentar de tamaño y funcionalidad esas protoalas  se capacitó  al animal para batirlas  en el aire y volar después activamente. Teoría arbórea: aprendieron a escalar árboles, a saltar entre ellos dejándose caer como con paracaídas y por último volando también  de forma activa.

Ya sabemos por que volaron y como se  justifica la necesidad del vuelo pero, ¿sabemos lo que es el vuelo?. Ni aún hoy, con la película de alta velocidad, se ha llegado a desentrañar la maravilla que es el vuelo y a resolver aerodinámicamente todos los problemas que las aves resuelven. Primeramente hay un ángulo de ataque que es ese ángulo marcado con alfa que según sea mas o menos marcado suben más o menos en vertical,  Pero el problema que tiene es que si aumenta el ángulo de ataque se producen turbulencias y el ave caería de cabeza al suelo. ¿Cómo lo resuelven? Pues lo resuelven con unas plumas suplementarias que presentan en el codo , que es el álula, y además con esas plumas que tienen en  las puntas de las alas en forma de “dedos”, tan Patentes en águilas, cigueñas y buitres.

Hay muchos tipos de alas, pero vamos a ir ya particularizando en las aves marinas para no perdernos. Las hay que tienen las alas similares a las aves que se alimentan en vuelo, como las golondrinas y los vencejos; se llaman “ de alta velocidad” y  son propias  de aquellas aves marinas que hacen grandes migraciones como los limícolos ,charranes y gaviotas. Su sección es bastante plana y  la relación que existe entre el ancho y el largo bastante alto, es decir, son mucho más largas que anchas y las tienen  dirigidas hacia atrás para evitar vórtices en las puntas del ala. Otras, las alas de planeo, que son  propias del albatros, de la fragata, del alcatraz, que son aves oceánicas planeadoras, presentan una relación de tipo altísimo y son planeadores dinámicos, no pasivos como nuestros buitres o nuestras cigüeñas que ascienden sobre una térmica como saben ustedes, sino activos, como luego veremos, en un vuelo que verdaderamente sí que es un milagro de belleza y de técnica.

También existen aves marinas de  alas anchas con alta maniobrabilidad,  como pueden ser las de los halcones, las de nuestros azores, águilas, águila pescadora; tienen unas hendiduras terminales como ven ustedes y el álula en el lugar correspondiente .Y por último el vuelo de aleteo, el vuelo batido de las anátidas, patos, cisnes, serretas…
La cola modifica la corriente de aire que llega a las alas y actúa como timón de profundidad y como freno, hace las maniobras rápidas y precisas. La cola se abre y cierra como un abanico o bien se tuerce. Las aves marinas que son grandes voladoras, recuerden la gaviota, tienen las colas muy cortas, tanto que muchas veces usan las patas palmeadas como gobernadoras del vuelo, especialmente para aterrizar.

Una de las aplicaciones más interesantes del vuelo es la emigración, que no es propia o exclusiva de las aves pues  también migran  las anguilas, los salmones, los peces e incluso las mariposas. Yo me he encontrado en la mar con migraciones multitudinarias de mariposas,  y en Galicia tenemos la Estaca de Bares, que es un lugar privilegiado para observar y estudiar las migraciones de las aves que estivan en Europa y que invernan en nuestras costas y en las de Africa, e incluso por la Estaca pasan aves sudamericanas y de otras procedencias que recalan allí.

La migración ha podido ser estudiada desde hace ya muchos años por medio del anillamiento de las aves.  Se capturan las aves cuando son pollos, en los nidos o de adultas, se les pone una anilla y se sueltan. Se controlan con nuevas capturas por medio de redes japonesas o por otros sistemas, recogiendo y procesando las anillas y aprovechando para anillar las capturas no anilladas .

La migración es un proceso que de siempre ha despertado la curiosidad del ser humano. Viene de migrare, que es el traslado voluntario, el cambio de residencia de una persona, en ese caso de un animal, y tiene que tener las siguientes características: es un desplazamiento, pero solamente uno, no uno cualquiera. Ahí tienen ustedes la migración de la cigüeña, que  inverna en ciertas zonas de Africa, y al llegar la primavera pasa al estrecho de Dardanelo y Bósforo por una parte y masivamente por el Estrecho de Gibraltar parta acceder a sus zonas estivales de nidificación y no hace otro viaje. Es regular en el tiempo, están esos pasos de primavera o de otoño o más correctamente, el paso prenupcial y el paso  postnupcial.

La migracion está relacionada con las estaciones, pero tampoco tiene que ver realmente con ellas sino con los procesos de cría: ahí tienen ustedes el chorlito  de la figura, que hace una migración circular, desde Norteamérica, en un viaje de más de12.000 kilómetros hasta La Pampa argentina, para volver, no por la misma ruta, sino por otra que es la que está fuera, en un recorrido como les digo circular. La migración es regular en el tiempo y es regular en el espacio también, van de aquí para allá, pero siempre en distintas residencias, que además tienen que ser antagónicas pues no viene a cuento salir de una residencia que tenga la temperatura baja para ir a otra que tenga la temperatura similar o que tenga poco alimento para ir a otra donde escasea; por lógica  tendrán que ser antagónicas, tendrá que ser totalmente distintas. Y además es un movimiento masivo, no emigra una o dos aves sino que emigra toda la especie.

¿Cómo se orientan nuestras aves en esos enormes desiertos líquidos sin apenas referencias visuales, en esas tierras que parece que no conocen? .Se orientan por la vista, reconociendo lugares conocidos. También llevan el viaje impreso en sus genes, y esos  genes son lo que traen a la laguna de Antela , a la desaparecida y añorada y orensana laguna de Antela, las últimas cigüeñas de Galicia. Hace 50 años que se desecó  el manso lagunazo y aún media docena de cigüeñas oyen su llamada. Se orientan  por la enseñanza recibida de unos a otros , en las bandadas y
las aves tienen un sentido prodigioso del tiempo, un reloj biológico portentoso en sun cerebro y se orientan  con el sol por el día y por las estrellas, especialmente la polar en la noche e incluso se orientan con el cielo nublado. En el experimento  de la figura el sol entra a la izquierda por la ventanita y el ave levanta el vuelo con
un ángulo alfa , pero si ese sol se desvía por medio de un espejo sigue tomando ese ángulo alfa con lo cual se demuestra que se orientan por él.
Hoy se habla mucho del magnetismo como sistema de orientación y se ha demostrado que las ballenas se orientan por medio de la magnetita que tienen en su  cerebro y la paloma mensajera  también tiene magnetíta..

Las aves marinas desarrollan  un comportamiento social, es decir,  son gregarias, ¿y por qué son gregarias? son gregarias porque se viaja mejor, es decir, se pierden menos individuos en una bandada que si fuesen solos,  se orientan mejor,  hay una protección mutua contra los enemigos pues  un depredador atacará a una paloma, pero un bando multitudinario de palomas le parecerá una masa mucho más respetable,  más difícil de combatir . También las aves marinas son gregarias por esa curiosa ley de probabilidades que dice “estamos muchos, malo será que se me coman a mi” y claro es que siempre se comen a uno, lo que pasa es que al que se lo comen no lo suele contar.  Donde hay muchos hay también mayor facilidad para encontrar pareja y muchas mas facilidades para escoger la mejor, para seleccionar el mejor padre, el mas dotado genéticamente para bien de la especie, que es lo que interesa. Mayor facilidad para luchar contra el frío, por medio de las típicas ruedas que hemos visto en la Antártida.  También mayor facilidad para encontrar el alimento pues cuatro ojos ven mejor que dos y siempre hay algún miembro de la bandada dispuesto a descubrirlo y a avisar a los demás y a compartir el festín, lo que en la mar es muy conocido, basta recordar los bandos de gaviotas que siguen la estela de nuestros barcos o los ataques masivos de muchas aves sobre los cardúmenes.

Un ave marina debe contar, y no es una tontería que voy a decir, por lo menos con un atributo  para ser considerada como tal, que es vivir en la mar, pero dentro de la mar, ¿dónde? ¿en la costa, en sus proximidades, en la zona intermareal? Otra pregunta: ¿basta con comer peces para poder ser considerada  un ave como marina,?, peces marinos  me refiero o ¿basta con no vivir jamás tierra adentro sino en el litoral?   Tienen ustedes al halcón de Eleonor cuya fase melánica  o negra es una preciosidad y que podemos ver criando  en las islas Columbretes y otros archipiélagos mediterráneos.

Es una pequeña falcónida , un  pequeño halconcito que vive exclusivamente durante nuestros inviernos en ciertos acantilados costeros de Madagascar, y que de repente ,en la primavera, siguiendo la llamada de la especie levanta el vuelo, sobrevuela la costa de Somalia, remonta el Mar Rojo, entra por el estrecho de Suez y   llega a la península de Sinaí ,y allí recala, para seguir  bordeando el Mediterráneo  y nidificar en las islas Baleares, en las islas Columbretes  e incluso en las islas Canarias. ¿Cabe ave más marinera que ésta?, más marinera imposible porque incluso las aves que crían en Canarias no regresan  a la isla Malgache cruzando el continente, por el camino más corto como se podía     suponer, sino que deshacen el camino volado, es decir, vuelven a subir la  costa noroccidental  africana, vuelven a cruzar el estrecho de Gibraltar, vuelven a pasar por Sinaí, solo que ahora en el sentido contrario, en el sentido de vuelta, en un viaje de 24.000 kilómetros Pero el halcón de Eleonr es un ave que vive en la mar pero no come nada de la mar, come murciélagos, come insectos, come pequeñas avecillas migrantes, y la verdad es que no sabemos si debemos o no podemos considerarla un ave marina.

Tenemos el águila pescadora que si que come peces, y que  raramente nidifica en el interior sino habitualmente en la costa, su alimentación mayoritariamente es de peces marinos. Son aves migratorias que nidifican en las costas españolas, aunque sus nidos se puede contar con los dedos en el Mediterráneo, dada su escasez.  A pesar de lo dicho tanto  el halcón de Eleonor como el águila pescadora no están preparados para sobrevivir en la mar, porque si caen al agua se mojan, se hunden y  mueren, luego no nos sirve para calificar de marinas el que las dos rapaces citadas vivan en la mar y ni siquiera que se alimenten de pescado o de recursos  marinos. Ahora, quizás, ambas características si que nos irán  acercando  y perfilando lo que es el ave marina., que además de lo dicho debe poseer unas patas adecuadas para nadar o para conseguir alimentos , como son las patas de las gaviotas o del arao,
palmeadas como las de los patos, o la de los limícolos que sirven para escarbar en los fangos marinos y capturar los pequeños artrópodos, crustáceos y demás animalillos de los que se alimentan.

Necesitan también unos picos adecuados, dime que pico tienes y te diré quién eres, y en el caso de las aves marinas tienen desde el adecuado para excavar en el  fango como el de la avoceta, largos para pescar como el de la serreta, o como el del cormorán el segundo por arriba a la izquierda o como el de alcatraz, del que luego hablaremos, o incluso aquellos picos  idóneos para filtrar el fango, como el del flamenco que curiosamente presenta una convergencia adaptativa con la ballena que como  ven en la figura tienen el mismo sistema de ingerir alimentos  porque ambos  son filtradores de plancton:  Toman  en el agua dentro de la boca y la filtran a través de las barbas que en ambos casos, delimitan sus aberturas bucales, con toda la reserva que la palabra barba me sugiere en la presente comparación. Ya tenemos, pues, un ave que vive en la mar, que come de la mar y que tiene un pico y unas patas adaptadas, a diferencia del halcón de Eleonor y del águila pescadora,  para aprovechar y relacionarse con el medio marino, para aprovechar al máximo sus recursos. Pero aún podemos decir que estas aves son poco marinas , pues tenemos que llegar al ave que sea capaz de bucear, es decir, al ave que es capaz de convivir  con dos medios tan antagónicos que el agua es 800 veces más densa que el aire, pero además piensen que en la mar el ave es mucho más ligera que el agua y le cuesta  hundirse, pero que también es mucho más pesada que el aire y le cuesta despegar del agua. Entonces estamos en condiciones ahora de decir, que ya que  medio vamos sabiendo lo que es el ave marina, que  nos vamos a tener que acercar al ave que deja  de ser un poco ave para convertirse un poco en pez. No les digo más por ahora, pero lo que sí les digo es que a continuación vamos a clasificar las aves marinas por su marinidad , que discurrirá en el parrafo siguiente, a mi juicio, de menos a más.

Vamos a clasificar las aves marinas en costeras, y son principalmente los limíocolos, correlimos, zarapitos, archibebes, chorlitos, ostreros…Recorren largas distancias para invernar en parajes de  climas más suaves y su régimen alimentario consiste en pequeños moluscos, gusanos y crustáceos, lo que les obliga a mantenerse en la zona de flujo y reflujo de la marea, como esos correlimos que cuando sube la ola salen corriendo y cuando baja también salen corriendo para precisamente capturar los animáculos que ha dejado al descubierto la ola en su retroceso. Las gaviotas, charranes, pelícanos, patos, ánsares y cisnes se incluyen dentro de las semicontinentales, y  se distribuyen por todo el mundo. Piensen ustedes en la gaviota reidora (Larus ridibundus)  que se puede ver aquí en España pero también en Estados Unidos, Venezuela, Centroamérica y  en toda Europa.

Los charranes que como decía antes vuelan 40.000 kilómetros todos los años y que se ven  tanto en la Arctica como en la Antártida.  Las aves  semicontinentales no pierden de vista las costas, porque acuden por la noche para descansar en ellas, sin embargo, sus patas palmeadas les facilitan la natación e incluso el buceo. Prefieren mares poco profundos. Las aves semipelágicas como son  los  araos, alcas, frailecillos y  el alcatraz;  salvo cuando se reproducen,   que lo hacen en tierra naturalmente, pasan  el resto del tiempo entre los límites de la línea de costa y la plataforma continental que, al ser muy ancha en el Atlántico norte,  se explica que araos y alcas se encuentren distribuidos entre Europa y Canadá e incluso Groenlandia. En invierno bajan a aguas templadas y luego regresan al norte,  Son magníficos nadadores y buceadores, pero sin embargo vuelan mal y debido  a ello no se alejan mucho de las costas y prefieren bucear a volar. Tenemos también las aves pelágicas,  que son vigorosas, planeadoras y veleras. Cabalgan sobre las corrientes de aire generadas sobre las olas para vigilar la mar; pasan el día volando y de noche duermen en la mar. Se pasan años sin ver tierra, a la que , como hemos dicho solo tienen que volver a poner sus huevos. Albatros, fulmares y rabihorcados son sus principales protagonistas.

Y ya por último, los pingüinos,  que no vuelan, si acaso se puede decir que “vuelan dentro en la mar”, en inmersión, solamente nadan y bucean, en tierra están  erguidos y  casi viven más como una foca que como un  ave. Y ya que hemos mencionado las focas, decirles que los mamíferos marinos se han llegado a adaptar a su medio aun más que la más marina de las aves; son aun más marinos los mamíferos que las aves. Las focas vuelven a tierra para criar como hacen las aves  pero los cetáceos por ejemplo  una orca, no vuelven a tierra para nada, paren en la mar y la tierra es para ellos su tumba, como sucede en los casos de varamientos masivos de cetáceos que se dan de vez en cuando en los más diversos litorales del mundo .Para mi  y a la altura de las líneas en  que estamos, podemos resumir que las aves marinas son de tres tipos: las voladoras como el albatros ; las voladoras y buceadoras, como son el alcatraz, cormorán y  el arao; y las buceadoras exclusivas, como puede ser el pingüino.

Para poder ser voladoras necesitan primero unos huesos muy ligeros, después una glándula esteatopigea eficaz,  que es una  glándula que está encima de la cola, encima de la cloaca ,llena de grasa lubrificante que las aves se reparten con el pico impregnando las plumas para que al bajar a la mar no se moje el cuerpo, así impermeabilizado. El albatros es el paradigma del ave voladora, fíjense ustedes esa ala tan quebrada y es  que excepcionalmente tiene plumas  también en el húmero , constituyendo una excepción en el mundo ornítico. El albatros es el rey de las brisas, de los vientos y de  las tempestades. No podrían volar en las zonas de calma chicha, porque ellos aprovechan las más pequeñas corrientes  de aire viento en sus fantásticos vuelos, no las térmicas como hacen  los buitres, las cigüeñas que tienen unas grandes alas para flotar  en las térmicas, no,  ellos van desde el  seno a la cresta de la ola y al  llegar a la cresta de la ola siguen levantándose partiendo láminas de aire y al llegar al cenit, empiezan a balancear las alas de un lado para otro, de izquierda a derecha, cortando  nuevas láminas de aire para finalmente  caer en picado, dibujando  torbellinos y barrenas en el aire, en un vuelo que quienes hemos tenido el privilegio de ver, no se nos olvidará jamás. No vuelven a tierra en muchos años y su alimentación es carnívora, per aún  son muy aves en  el concepto que vamos empleando de comunión con la mar, lo más que hacen es capturar  calamares  someros en  la superficie del agua.  El ave que vuela y bucea necesita además de lo dicho para el ave voladora unos poderosos cristalinos y una membrana adicional en los ojos,  una membrana nictitante a modo de gafas de buceo.

Pero vamos por partes y fijémonos en un ave que vuela y se lanza desde el aire para capturar el pescado a cierta profundidad, el alcatraz, (Sula bassana),. Se lanza desde 60-80 metros de altura y  el impacto que se produce contra el agua, y por este motivo el pico del alcatraz carece de orificios nasales y respira ………………………………
por la comisura del pico, por que en caso contrario la gran presión del agua en el choque le reventaría los pulmones. Naturalmente, el cerebro lo tiene también asentado en una especie de cojinetes, una especie de suspensorios para que tampoco sufra.  A pesar de esta aproximaciones a la vida acuática  no bajará a gran profundidad, tan solo a unos 3-4 metros , pues el alcatraz es mixto, volador y buceador. Sus huesos son neumáticos, están huecos aun,  y su forma aerodinámica en el vuelo de saeta nos habla de su vocación de proyectil pero nada más. Un problema añadido a favor de este maestro de la zambullida es que desde el aire ve un pez en un lugar, en el que debido a la refracción de la luz entre dos medios tan dispares como son el agua y el aire, lo ve pero no está el pez ahí; no se sabe como este animal se tira, no donde ve al pez, sino donde tiene que estar el pez.
Otra ave mas buceadora, y por tanto menos voladora y quizá mas marina es el cormorán, (Phalacrocorax s.p.). El cormorán vuela relativamente mal, en un a trayectoria rectilínea,  a poca altura del agua,  y es un ave en extremo paradójica.Tiene uno de los esqueletos menos neumatizados del mundo ornítico y por eso pueden bucear hasta los 20 metros de profundidad. No son como los alcatraces, que ven los peces desde arriba, sino que cuando tienen hambre se sumergen y ¡ale¡, a  cazar peces, ayudándose de un sistema muy primitivo y poco perfeccionado de buceo, que es con las patas, plegando las alas a lo largo del cuerpo para hacerlo más aerodinámico. Pero les decía que es un ave paradójica, pues  resulta que se moja, que  no se puede impermeabilizar, que no puede impermeabilizar su plumaje pues, caso extraordinario en el mundo de las aves, carece de la glándula  esteatopigea que todas las demás tienen, precisamente para bucear mejor, mojándose, porque el ave que no se moja tiene una cámara de aire que es contraria al buceo,  que la hace flotar. Entonces, la glándula esteatopigea sólo la pueden tener las grandes buceadoras o las grandes voladoras, pero no las que son como el cormorán, que  tiene que secar sus alas oreándolas al sol, aunque su vocación  sea bucear a su aire o a su estilo,  pero bucear hasta el extremo de que existe incluso un cormorán áptero en las islas de Galápagos,

Otras aves menos voladoras y más buceadoras, por tener ya los huesos con médula, es decir, que los  han tenido que compactar, que hacerlos  más pesados, lastrándolos así son los álcidos o verdaderos pingüinos, con sus colores negro y blanco. Son el “pingüen”  de los naturalistas franceses del  XVIII y del XIX,  muy distintos a los pájaros bobos o pájaros niños que los marineros de Magallanes observaron asombrados en sus andares vacilantes en el estrecho que luego dió nombre a su descubridor. Nosotros tenemos los últimos pingüinos o araos (Uria aalge)o pitorros, que les llaman, en Galicia. Para bucear emplean las alas aún  no transformadas en aletas como el pingüino , empleando las patas como timones. Prefieren bucear a volar y ese ha sido el ocaso de los pingüinos  gallegos junto a su curiosa bilogía: ponen un solo huevo que es un huevo piriforme, en forma de pera, y lo ponen sobre la roca pura y dura. Es un huevo que gira sobre sí mismo, y lo cementan con sus deyecciones y cuando el pollo aun no sabe volar, lo llaman sus progenitores desde abajo, desde la mar, y el pollo se tira a ver si tiene la suerte de caer sobre el agua, pues muchos de ellos se revientan contra las rocas. Y por fin, un ave que no vuela , que vuela bajo las aguas como les decía: el pingüino, que es  un torpedo viviente, y  que, indudablemente  es un ave muy marina pero menos ave, al fin y al cabo,  que las que hemos tratado antes. Usan sus alas para propulsarse, en superficie avanzan  delfineando como los cetáceos, como los delfines  también. Sus aletas se igualan a las aletas de los mamíferos marinos. En tierra son torpes, andan sobre la panza, otros erguidos, y en su adaptación a la mar bajan a grandes profundidades y migran a larguísimas distancias. Sus plumas tienen una especial consistencia y más se parecen al pelo que a la pluma, aunque como les decía antes son lo mismo, proceden de las escamas de los reptiles, las escamas transformadas de los reptiles, faneras también. Por convergencia, aparecen las aletas en los pingüinos. Tienen ustedes en la figura , de arriba abajo, las aletas de los mamíferos, la aleta de un pez y abajo la aleta de un alca.. Ell cúbito y el radio, es pequeño y ancho, formando esa aleta que les sirve para bucear, que es prácticamente de  lo que viven y lo que hacen, bajando hasta 200 metros de profundidad, es decir, más ao al menos igual que el delfín mular.

Ya estamos ante un ave que solamente me queda que repetirles a ustedes, que si tiene pelo, si tiene aletas, si bucea más que el delfín es porque ya ha olvidado sus antecedentes de ave para convertirse en usuario de un medio que nunca se pretendió para un ser volador por antonomasia. En este medio tienen que beber el agua marina con alto contenido en sal y el riñón no es capaz de excretar este exceso salino, como nosotros somos capaces en cierto grado, y necesitan unos riñones suplementarios que son las glándulas de la sal que están  alojadas en unas oquedades del cráneo y  son auténticos riñones para filtrar la sal.

Por eso verán ustedes, si se fijan en  las gaviotas , por ejemplo, como aves marinas próximas y familiares a nosotros, que se presentan con una gota de agua casi permanentemente en el pico. Es de un agua hipersalina que están filtrando por medio de las citadas glándulas de la sal. En las aves buceadoras el espacio muerto anatómico se ha reducido al máximo; dicho de otra manera, tienen el cuello sumamente corto, es decir, el oxígeno inspirado entra directamente en los pulmones, al contrario que el cisne , que tiene un cuello muy largo, eso se denomina en fisiología animal espacio muerto anatómico, pues  apenas  sirve para nada, aunque en anátidas, ardeídas, gruiformes y demás aves tenga otras utilidades el tener el cuello largo.

Estos animales de cuello muy corto, el arao, los pingüinos han eliminado espacios para irrigar y en apnea, es decir, conteniendo la respiración, el pingüino pasa  de 500 pulsaciones en superficie a 20 en inmersión; un verdadero prodigio. Y en esos mares tremendos donde los fríos cuajan la sangre, viven los pingüinos con las patas desnudas sobre el hielo. Otro prodigio es el calentamiento de estos  miembros a contra corriente.

En el dibujo ven ustedes una arteria que manda sangre caliente a las extremidades, pero va cediendo el  calor a la vena, a la sangre venosa, que retrocede por debajo, de modo que cuando la sangre llega a las patas o a las aletas solo  están a un grado sobre cero, mientras que el cuerpo del ave está a cuarenta,. La explicación es clara ¿por qué se tiene frío? Pues porque estamos más calientes que el medio ambiente. Si estuviésemos más fríos que él tendríamos calor y eso es lo que hacen los pingüinos y las aves marinas, como pueden ver ustedes en la figura referente a una gaviota en el que el aire está a 20 grados y el ave está a 38, pero según se baja por el cuerpo la pata  está paulatinamente más fría, desde 24º, a 16, a 12 o a 6, a 2. Son aves, pues, que tiene distintas temperaturas en su cuerpo merced  a este fenómeno del calentamiento a contra corriente.

Mucho más podríamos hablar sobre las aves marinas, a las que, con el pingüino, dejamos hermanadas con el pez. Al otro lado quedan los pajarillos livianos que revolotean ingrávidos a la caza de insectos o en sus vuelos nupciales en danza etérea. Nosotros tenemos que terminar porque si en algo nos igualamos al ave marina es en que nuestro tiempo y nuestro espacio vital es limitado. Una pena, porque yo volvería ahora mismo a las Islas Cíes, a presidir, como cuando se creó el Parque Natural de su mismo nombre, en 1.980,  su Junta Rectora. Fueron aquellos unos años en los que los ojos y el alma se empaparon con el vuelo del ave marina y con los enjambres de gaviotas en la soledad de unas islas en las que cuando el invierno se llevaba a los turistas, quienes teníamos la misión de su cuidado recibíamos el mejor premio a nuestros desvelos, el intimo contacto con una Naturaleza que volvía  a ser ella.

Sea el primero en comentar

Deje una respuesta

Su dirección de E-mail no será publicada.


*